Muere el dueño de Cuba

Ayer supe de la muerte de Luis Alberto Rodriguez López Callejas, quien era el tipo más poderoso de la isla de Cuba, el verdadero poder detrás del trono.

Hasta hace poco era casi desconocido, incluso en la propia Cuba, porque cultivaba un perfil muy bajo, siempre aparecía como un asesor, pese a que su poder efectivo era enorme. Pero desde hace  un año más o menos, empezó a tener cargos formales, importantes y expuestos. Ascendido a general de división, como miembro del politburó y representante por Santa Clara en la Asamblea Nacional del Poder Popular.

La historia de López Callejas es que de jóven era vecino de Raúl Castro y con el tiempo se casó con su hermana (Debora creo que se llamaba) y tuvieron dos hijos, uno de ellos Raúl Rodriguez Castro "el cangrejo", nieto favorito de Raúl Castro, un vividor que juega a ser guardaespaldas de su abuelo y ha puesto en verguenza al gobierno de Cuba por todos lados.

Resulta que  Rodríguez López Callejas es con seguridad pariente lejano mío, porque su padre era de apellido Rodriguez del Pozo, que es el apellido original de la familia Pozo en Chile y se lo cambiaron al llegar a Chile seguramente para esconder su origen sefardí. La madre de Rodriguez López Callejas es una conocida matemática cubana, que aún vive y produce investigación científica en Cuba.

Rodriguez López Callejas es un militar de carrera, pero su pasión y en lo que destacó toda su vida no fue en el campo de batalla, sino que en los campos de la contabilidad y finanzas, un área en que su talento era ampliamente reconocido. Estuvo en la guerra de Angola y en octubre de 2011 fue nombrado presidente del Instituto Cubano para la Coordinación de la Colaboración y las Inversiones con la República de Angola. Al volver a Cuba fue nombrado jefe del Grupo de Administración Empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Gaesa), cargo que mantuvo hasta su muerte y que lo convirtió en el dueño de Cuba.

Existe una especie de modelo de dictadura centroamericana, donde se instala una especie de dinastía familiar apoyada en los militares que llevan al país a una situación casi esclavista, donde la gente trabaja toda su vida, bajo condiciones de subsistencia, para pagar tributo al tirano y su guardia militar. Ese fue el modelo de Anastasio Somoza en Nicaragua, que con los años fue reemplazado por Daniel Ortega,otro tirano similar pero de signo político opuesto. 

Sin embargo ninguna de estas tiranías alcanzo la estabilidad y complejidad de la Revlución Cubana de los hermanos Castro, seguramente por las décadas de apoyo total que recibieron de la Unión Soviética, que no solamente les tiró plata, energía y alimentos en cantidad, sino que los educó en el sistema soviético de adquisición y conservación del poder. La Revolución Cubana fue un híbrido del sistema soviético con las dictaduras caribeñas al modelo de Anastasio Somoza o Rafael Trujillo.

La existencia de Gaesa es el mejor ejemplo de esta dictadura híbrida. Cuba no puede ser entendida como una dictadura comunista clásica porque tiene esa mezcla con las tiranías tropicales. El consorcio Gaesa es dueño de toda la economía -rentable- en Cuba y la riqueza que produce el país, los cubanos tienen como destino tributar a este consorcio, que no rinde cuentas a nadie y cuya administración obedece al un estricto secreto de estado.

Así, Gaesa controla todo el negocio hotelero y de turismo, que -hasta antes del covid- era la principal fuente de ingresos de la isla. En un país con la economía, infraestructura, servicios de salud, energía y todo lo demás en la más completa ruina, más del 50% del presupuesto nacional está destinado a la construcción de nuevos hoteles y condominios, cuyas ganancias se van derecho al bolsillo de los "oligarcas" de la familia Castro y a los altos mandos de las FAR.

Pero eso es solo una parte de los ingresos de Gaesa, la otra fuente de ingresos fundamental son las remesas que los exiliados mandan a sus familias en Cuba, particularmente desde Estados Unidos y Europa. Resulta que para ingresar esa plata al país, la única forma viable es que se depositen en una especie de tarjeta de débito estatal, donde el dinero se convierte en "moneda de libre convertibilidad"  MLC, que Gaesa cambia a un valor cuatro veces menor al precio que tiene el dólar en la calle, así, por este simple truco, de cambiar los dólares a 25 en lugar de su valor real que es más de 100, Gaesa se embucha limpiamente para si tres de cada cuatro dólares que envían.

Pero eso no es todo, el cubano que recibió las remesas a un cuarto de su valor y solo puede pagar con una tarjeta de débito, está obligado a comprar en las "tiendas MLC" que son -como ya habrán imaginado- propiedad del consorcio Gaesa. Todo lo relacionado con el turismo, ron, habanos, practicamente todo el comercio minorista, en fin, cualquier actividad económica que sea lucrativa en Cuba, se va  derecho a Gaesa.

Por eso la importancia de la muerte de Roidríguez López  Callejas, relativamente prematura -estaba en sus sesenta- va a significar un terremoto dentro de llos grupos de poder en la isla. Se murió el repartidor ¿quién podrá reemplazarlo? Es casi seguro que nadie puede, como diría Silvio Rodriguez, era de "los imprescindibles" y es muy probable que venga una guerra interna de pandillas entre los diferentes grupos de los happy few. Esto si que podría traer consecuencias en Cuba, que ha tenido una suerte perra durante muchas décadas.

Primero la victoria de la Revolución, que llevó al país a la ruina; luego la caída de la URSS; la ruina de Venezuela con quienes llevaban el negocio de las drogas y ventas negras de petróleo; después el covid y el desplome del turismo ¿cuantos golpes máspodrá aguantar Cuba? Otra cosa notable es que desde las protestas del 2020, han muerto 20 generales de la actual gerontocracia y no aparecen por ninguna parte figuras con capacidad de reemplazo. Tal vez la cosa se solucione cuando se mueran todos. Sería hermoso, para usar ese cliché que tanto gusta a nuestros comunistas criollos.