Ahora si que sí, ayer quería comentar algo sobre este video del economista Juan Ramón Rallo pero me distraje con algunos divertidos datos de John Maynard Keynes y su bisexualidad. En fin, ahora si puedo volver al asunto y seré breve, lo prometo.
He escrito antes sobre esto, lo comenté en mi entrada La Curva de Laffer y en varias otras, de hecho cada vez que se ha propuesto una reforma tributaria yo he escrito una entrada apelando a la famosa curva, si colocan "Laffer" en la casilla de búsqueda del blog aparecerán más de 20 entradas sobre el tema ... ¿y voy a seguir con lo mismo? Claro, todavía no lo tengo agotado.
Estas curvas en forma de U invertida son bastante populares en economía y no son para nada matemáticas ni permiten predecir nada, simplemente explican un efecto que ocurre en casi todos los fenómenos de la acción humana: que nada puede crecer hasta el infinito y todo lo que crece llega a una meseta y después decae.
Hay otra curva casi idéntica, conocida como la Curva de Kuntznets, pero se refiere a algo totalmente distinto, propone que la desigualdad social crece cuando hay crecimiento económico, pero no hasta el infinito, llega a un momento en que llega a la cumbre y después empieza a bajar. Todas las sociedade que crecen se hacen más desiguales en el proceso, pero cuando se llega a cierto nivel la desigualdad empieza a bajar nuevamente.
En mi entrada La Curva de Kuntznets comentaba El Canon de la economía, un número especial de la American Economic Review con las mejores contribuciones en los 100 años que se estaba publicando la revista. En particular leí el paper original de Kuntznets donde aparece este interesante párrafo
"el paper es tal vez 5% de información empírica y 95% especulación, parte de ella posiblemente teñida de wishful thinking. La excusa para armar una elaborada estructura con tan débiles cimientos es un profundo interés en el tema y el deseo de compartirlo con los miembros de la asociación. La excusa formal, y no menos genuina, es que el tema es central a la mayoría del pensamiento económico".
La Curva de Laffer es más o menos los mismo, la escribió en una servilleta en mitad de una cena en un restaurant para explicar a Dick Chenney, Donald Rumsfield y un periodista del Wall Street Journal por qué el alza de tasas bajaba la masa sujeta a impuestos y, llegado un momento, bajaba la recaudación. Ni una palabra de matemáticas ni experimentos, sin embargo esa servilleta se encuentra hoy en una vitrina del Museo Nacional de Historia de los Estados Unidos.
Los ignorantes hablan de "los enormes baches teóricos " de estas curvas, ya que sus propios autores reconocen que no son productos de una teoría ni investigación, sino simplemente son hechos de sentido común de los que la mayoría de la gente ni se da cuenta.
Es evidente que estas curvan no deben tomarse como curvas empíricas ni matemáticas y lo mismo pasa con muchas curvas de la economía, pariendo por las de oferta y demanda. Yo estudié ingeniería y tengo claro que para llamar "curva" a una figura, debe ser la representación gráfica de datos medidos y registrados en una tabla, y cuando se habla de "función" debe existir una relación de dependencia entre dos variables, donde una es la causa y la otra el efecto.
Los que han estudiado economía, especialmente economía matemática, econometría y cosas así, nunca llegan a entender que gran parte de lo que ellos llaman "curvas" -porque así les enseñaron- son solo monos, figuras, etc. que representan cualitativamente ciertos fenómenos de sentido común, no son curvas ni funcionaes matemáticas.
Ese es el error y el pecado en que cae Juan Ramón Rallo, gran intelectual económico pero que no ha podido desprenderse de las malformaciones que le inculcaron en la universidad.
Rallo habla de la importancia de que la tasa de impuestos se encuentre a la derecha o a la izquierda de la Curva de Kuntznets, pero como esas no son curvas matemáticas ni funciones, es irrelevante discutir siquiera eso, no hay manera de saber ex-ante en que sector de la curva se encuentra la tasa.
Esto no quiere decir que la curva no sirva o no tenga importancia, al contrario, es fundamental entenderla porque nos explica un hecho que hasta un niño puede notarlo, pero casi nadie lo nota hasta que se lo explican: que cada vez que se sube una tasa de impuestos se están entregando señales e incentivos para no tributar, bien sea evadiendo más, produciendo menos o simplemente dejando de producir y llevarse la plata para otra parte.
Es exactamente la misma señal que se manda al colocar un impuesto a los super ricos o un impuesto a la herencia. Si no conviene ser rico entonces los superricos se llevan sus lucas para otra parte, hoy eso es más fácil que nunca. Si las herencias están sujetas a altos impuestos se disuelve el patrimonio en vida, etc.
Y resulta que la economía se mueve en base a señales, cien por ciento en base a señales. Si el gobierno trata de esquilmar a los que trabajan y a los que producen la señal es obvia: dejar de trabajar, de producir y pasar a negro. Convertirse en indigente para todos los efectos prácticos, para que el bondadoso gobierno compre nuestro voto con generosas limosnas... eso mientras le quede algo con que repartir limosnas, después que hayan repartido a sus familiares y amigotes.
De acuerdo en las ideas y con respecto a las "curvas" que manejan los economistas con respecto a las "curvas" que abundan en ingeniería o ciencias físicas lo notorio es, además de que casi todas salen de un razonamiento y no de mediciones o funciones establecidas, que no son situaciones que puedan darse en el mismo tiempo o en secuencia sucesiva.
ResponderBorrarPongamos la mas conocida, oferta y demanda. Hay una curva de oferta que crece con el precio. Hay una curva de demanda que cae con el precio. Donde se cortan es el precio de equilibrio y el que se establecería en la realidad.
En realidad para que la oferta aumente mucho, por ejemplo, hay que hacer inversiones, conseguir más insumos, más máquinas, liberar aduanas, etc. De ninguna manera se salta a una oferta muy mayor con sólo mover precio.
Si cae mucho el precio, tampoco se aplasta a mínimos la oferta: muchos productores y distribuidores eligen seguir trabajando a pérdida para mantener clientelas, planteles, sistemas en funcionamiento.
Si el precio crece, mucha demanda se mantiene por costumbre o necesidad, aunque si permanece mucho tiempo alto podría haber efectos de sustitución muy interesantes. Y así. La verdad es que las curvas de demanda y oferta no "existen" fuera de un cercano entorno al precio real, y que lejos de ahí se armarán "otras" curvas de demanda y oferta, y que el tiempo en que tarda en moverse el tiempo y el tiempo en que se premanece en la nueva situación reconfigura ambas curvas.
Hay que usarlas para entender un concepto, noes como la entalpía y la presión de vapor en una cañería, que sí es una curva real en sus distintas situaciones. Uls
lo que aprendí en economía básica en el cole: a mayor oferta, el precio baja, a menor oferta, el precio sube ¿estoy equivocado o no?
ResponderBorrarExacto Ulschmidt, es muy distinto dibujar una línea a mano alzada para explicar una idea que trazar una curva que represente datos obtenidos a partir de mediciones observadas y replicadas, o sea sometidas al método de la ciencia.
ResponderBorrarLas curvas de oferta y demanda son del primer tipo por razones casi elementales: ni la oferta ni la demanda de ningún bien son infinitamente divisibles así es que en la vida real no pueden ser curvas contínuas. Y si no son contínuas no son derivables y todo el modelo de ecuaciónes diferenciales se cae.
Un economista matemático puede decir que son "aproximaciones representativas" o algo así Pero ¿cómo puede afirmar eso si las curvas no se construyeron a partir de mediciones?
Todo el modelo de equilibrio general tiene ese problema, porque como grafica acciones humanas que no son regulares ni deterministicas, simplemente son dibujos ilustrativos de ciertas ideas, no curvas que se puedan obtener de un modelo matemático.
Cuando un profesor de microeconomía dice "si hay poca demanda bajará el precio", esta exponiendo una idea general, que puede ser cierta en muchos casos, pero NO ES una consecuencia de un modelo matemático ni de las curvas, es una observación anecdótica que ha tratado de generalizarse y darle "prestigio científico" usando las matemáticas.
La economía no soporta el método científico y cuando se usa para explicar ciertos hechos económicos se llega a una falsificación, ya sea que usen estadística, ecuaciones diferenciales o lo que sea, siempre están disfrazando, maquillando prejuicios u observaciones anecdóticas, porque eso es lo único que se puede obtener de la acción humana.
Si alguien propusiera un modelo matemático que explique y haga predicciones sobre la personalidad, las relaciones sentimentales o cualquier otra cosa del comportamiento todos dirían que está loco. Sin embargo lo aceptan sin chistar cuando se trata del comportamiento económico.
Claro José, la oferta y la demanda, igual que la Curva de Laffer son realidades económicas tal como muchas otras. Por ejemplo que cuando alguien puede escoger que hace con su plata o con sus bienes, siempre tratará de sacar el mejor provecho para sí y los suyos, tratando de maximizar sus utilidades (ese es el preincipio de racionalidad económica), todas esas cosas y muchas más son realidades que se dan muchísimo y de sentido común.
ResponderBorrarSin embargo no existe ningúb modelo que pueda representar esas cosas con precisión matemática porque el ser humano es infinitamente variable-
Por ejemplo los productos Apple se venden más porque son más caros, igual cosa muchas obras de arte, etc. Todos los días vemos perdonas tomando decisiones económicas irracionales, etc.
Por eso todos esos seudo análisis matemáticos son absurdos, es verdad que el caracter humano tiene ciertas tendencias, pero es mentira que puedan representarse, explicarse y MENOS predecirse usando modelos matemáticos
De acuerdo en que estas curvas no tienen un rigor matemático detrás, pero si nos enseñaran esta curva en el colegio y luego nos preguntaran ejercicios todos los años para refrescar, no existiría el socialismo latinoamericano. Así de simple, así de importante.
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