Laffer y Keynes

Tal vez habrán notado que entre los empresarios más exitosos, casi no existe uno solo que haya estudiado economía y los economistas de más prestigio, cada vez que se meten en un negocio terminan arruinados. Algo de eso escribí en mis entradas 

Por qué los economistas no se enriquecen, o bien
Economía no es negocios

Entre otras entradas, claro, porque he escrito varias veces sobre lo mismo y ya no debería seguir dando la lata con esto, pero que diablos, estuve viendo un video de Juan Ramón Rallo sobre la Curva de Laffer y me parece que ahora entendí mejor por que los economistas son tan malos cuando se meten a hacer negocios, así es que la mayoría terminan trabajando como profesores o como altos empleados públicos de gobierno, como dice la sabiduría popular "si no sabes nada, enseña o buscate un cargo de autoridad política"

Keynes
Tomemos el caso por ejemplo de John Maynard Keynes, que fue el economista más famoso del Siglo XX y -en su época- se tentó con la idea de hacerse millonario especulando y haciendo negocios. Partió bastante bien con una especulación con obras de arte adquiridas en Francia a precio de huevo, poco antes que estallara la guerra. También administró el Fondo de Inversiones de Cambrigde con cierto éxito, esto lo entusiasmó y empezó a invertir en el mercado de valores.

Allí fue cuando perdió hasta la camisa. Keynes, que en la postguerra se convirtió en el experto más respetado en la Gran Depresión de los años 30, simplemente "no la vio venir" en su momento y tuvo enormes pérdidas, al final los amigos tuvieron que rescatarlo de la ruina. Lo curioso es que tuvo una enorme reputación como experto en un fenómeno que ni siquiera fue capaz de anticipar. 

Eso es algo muy característico: a los economistas nadie les pide cuentas por sus errores y entre ellos son maestros en cubrirse las espaldas. Pueden hacer las estupideces más grandes y siguen como si nada. Solo miren en Chile casos como Andrés Velasco, Eyzaguirre, Arenas, Jorrat y un largo etcétera, que han hundido las finanzas del país con equivocaciones enormes y nadie les pide cuentas. Allí siguen todos, como si nada.

Keynes y su bizarra vida sexual
Buscando aluguna información biográfica de Maynard Keynes, me encuentro con esto:

"Como cuenta Davenport-Hines en la biografía, Keynes mantuvo un registro exhaustivo de todos sus amantes. Entre 1901, cuando tuvo su primer encuentro sexual con un compañero de la universidad, a los 17 años, y hasta 1918, cuando se casó con la bailarina rusa Lydia Lopokova, Keynes catalogó todos sus encuentros con la precisión de un filatélico. La promiscuidad de Keynes sorprende incluso hoy en día, pero la práctica del cruising era algo habitual entre los homosexuales de la época eduardiana. El economista disfrutaba del sexo con todo el mundo y en todas partes. En su diario se encuentran siempre el nombre o la descripción de sus amantes, y el lugar donde se produjo el encuentro: “Mozo de cuadra en Park Lane”, “El sueco de la Galería Nacional”, “El soldado de los baños”, “El recluta francés”, “El chantajista”, “El ascensorista de Vauxhall”, “El judío”, “El Gran Duque Cirilio en los baños de parís”…

El economista tuvo 65 encuentros en 1909, 26 en 1910, 39 en 1911… En total, más de 200 amantes distintos, hasta que cumplió 35 años, se enamoró de una mujer y se volvió heterosexual. No hay datos de que volviera a acostarse con hombres tras contraer matrimonio. Rechazó su anterior vida sexual casi de la misma forma en la que renegó de la teoría económica clásica. “Cuando los hechos cambian, cambia lo que pienso”, aseguraba Keynes en una de sus clásicas citas.“

Bueno, ahora se entiende un poco mejor como fue capaz de proponer políticas locamente irresponsables, que enamoraron a Franklin Delano Roosvelt y a prácticamente todos los políticos y académicos de su época, El carácter de Keynes, su personalidad y su historia de vida lo muestran como un gran charlatán acuñador de frases ingeniosas, como esa de "no hay que preocuparse demasiado del largo plazo, porque en el largo plazo todos estaremos muertos"

En fin, lo que quería comentar era el video de Juan Ramón Rallo, pero me divirtió tanto el chisme de Keynes que me fui por otro lado. A ver si mañana comento eso de la Curva de Laffer, nos vemos, o nos leemos más bien. Hasta mañana amigos.