Los únicos emprendimientos chilenos

Hasta donde yo conozco, en Chile del Siglo XXI ha ocurrido un solo "emprendimiento", para usar esa odiosa palabra que ha sido tan manoseada en los últimos 30 años. Todos los demás han sido cuentos y cuchufletas, la mayoría han terminado en fracasos, pero unos cuantos emprendedores se han forrado a costa de cagar al fisco, de los ingenuos que les han pasado plata o han comprado sus "emprendimientos".

Me refiero a la empresa Crystal Lagoons (lagunas cristalinas) de Fernando Fishmann, un bioquímico que -haciendo honor al apellido- resultó ser un balazo para el billetón, consiguiendo grandes éxitos en todo el mundo. 

El señor Fishmann trabajaba como bioquimico pero no ganaba mucho, así es que decidió probar suerte con el negocio inmobiliario aprovechando algunos buenos terrenos que encontró en la zona costera. En un terreno en Algarrobo, notó que el mar es muy bravo y peligroso para bañarse pese a tener un maravilloso paisaje. Entonces se le prendió la ampolleta y tuvo la genial idea.

Se trataba de hacer una laguna artificial, de profundidad similar a una piscina, unos 3 metros, pero de un tamaño enorme, del orden de varias hectáreas. La oferta era replicar artificialmente una especie de paraíso tropical, con todas las ventajas y ninguno de los problemas de los paraísos naturales del Caribe.

Una idea así de ambiciosa parecía imposible, especialmente si pensamos en la magnitud del problema de mantener cristalinos los 250 millones de litros de agua prácticamente estancada. Pero recordemos que el señor Fishmann es bioquimico y después de buscar por todas partes una solución, él mismo desarrolló y patentó su propio método llamado saturación de oxígeno a presión (SaO2).

Así fue como el año 1993 inauguraron ante el asombro de todos el condominio San Alfonso del Mar, de 11 edificios con vista al mar frente a la piscina de 8 hectáreas construída por la empresa Crystal Lagoons, quienes además de licenciar la tecnología obtuvieron el contrato de su mantención. Lo imposible se había hecho realidad y el condominio San Alfonso del Mar fue durante muchos años la piscina artificial más grande del mundo.

Desde entonces el negocio ha crecido por todo el mundo. países árabes, Estados Unidos, en fin, por todas partes Crystal Lagoons ha recogido varios miles de millones de dólares, principalmente licenciando sus patentes, dando el servicio de mantención permanente y haciéndose parte de algunas de los desarrollos inmobiliarios.

A este señor Fishmann parece que no le gusta dar entrevistas, pero en una que encontré el otro día -se me perdió el link pero seguramente la pueden googlear- contaba algunos detalles de por qué le había ido tan bien.

Primero que todo tuvo una idea brillante y fue capaz de implementarla. Las ideas por si solas no valen nada, muchos emprendedores new age dicen tener una idea espectacular y salen corriendo a pedirle plata a la Corfo o a buscar giles que los financien, ofreciéndoles la oportunidad única de hacerse ricos con ellos. Esos son en su mayoría -si no todos- chantas y estafadores.

Hace años ví en una entrevista a Carlos Cardoen -que es el otro emprendedor de verdad que ha habido en Chile- que decía que para un buen negocio hacen falta tres cosas: una idea, capital y pasión para implementarla. Algo parecido decía Fishmann en el sentido que si el proyecto es bueno y existe la pasión por implementarlo el capital llega solo. Crystal Lagoons no le pidió un centavo a Corfo ni hizo grandes campañas para levantar fondos, creció de manera orgánica y con una rapidez impresionante.

Claro que la empresa no ha estado libre de problemas, acabo de leer sobre el edificio Laguna del Mar en La Serena, donde la enorme laguna artificial de casi 2 hectáreas y media el agua se ha deteriorado y ahora parece más bien un pantano. Los propietarios han reaccionado a la manera chilena, reclaman violentamente pero no tienen idea de cual es el problema en específico ni de quien es la responsabilidad. Algo parecido ha pasado en San Alfonso del Mar donde se han producido algunos derrumbes por el oleaje.

Son proyectos muy audaces y los que compran allí deberían tener claro que hay muchas cosas que pueden fallar, y aunque se queden roncos gritando y reclamando eso no va a solucionar nada. Es esa manera tan chilena de enfrentar los problemas, o más bien de esquivarlos, primero buscando un malvado y después reclamando con violencia. Es una epidemia en Chile.

En fin, a mi me parece que esta es uno de las pocas empresas brillantes y creo que una razón de su éxito es que nunca fue a pedir capital al estado, todas las empresas que financia Corfo terminan en fracaso, el financiamiento estatal es un verdadero "beso de la muerte", como he explicado muchas veces antes.

Otra cosa notable y que diferencia a Crystal Lagoons de todos los otros sinverguenzas que se jactan de ser emprendedores, es que ellos no han vendido el negocio. En Chile los idiotas de la prensa y el mainstream económico aplauden a rabiar cuando una empresa que partió con muy poco capital es vendida en algunos millones de dólares. 

Bueno, para mi un tipo que vende una empresa que está yendo bien es un cuentero, como Casares de ex Patagon y tantos otros sinverguenzas que andan circulando y se las dan de gurues del emprendimiento.

Raya para la suma: mis respetos para Crystal Lagoon y para Cardoen, los dos únicos emprendimientos de verdad que hemos visto en Chile, el resto son puros cuentos y estafas.