Sobre el valor de aburrirse, la utilidad de lo inútil y cosas así

Mucha gente que conozco le tiene terror al aburrimiento, la idea de no tener "nada que hacer" los hace entrar en pánico y buscan desesperados alguna ocupación para evitar la horrorosa situación de quedarse a solas consigo mismos.

Eso está muy bien, la gente que aborrece andar desocupada son socialmente valiosos porque siempre se necesita que alguien haga las cosas y que mejor si alguien disfruta cuando está ocupado.

Por otra parte hay vagos como yo que disfrutamos andar desocupados, rindiendo culto a la haraganería o bien ocupados en cosas perfectamente inútiles. Pensaba en eso recordando que me pasé buena parte del día agregando antiguos abuelos a mi árbol genealógico, coloqué más de 80 nuevos ¿para qué? Para nada, solo porque me place.

He leído -ya ni recuerdo cuantas veces- que la vida se va y hay que aprovecharla, pero ¿qué diablos significa eso de aprovecharla? Yo creo que cuando me muera se terminará el mundo, sería ridículo que me preocupe por lo que va a pasar después de muerto ¿qué sentido tiene entonces "aprovechar" la vida?

El problema es que esa actitud podría considerarse socialmente dañina, si a alguien no le importa nada y además es un haragán, en términos sociales es un elemento disolvente, no sirve para nada.

Bueno, por eso mismo es que a mi me encanta el taoismo, miren esto:

"El arbol inutil
Alguien le dijo a Chuang Tzu: “Cuando venía por el camino, he visto un árbol enorme, de los que llaman árboles inservibles. Su tronco está tan retorcido y tan lleno de nudos, que nadie podría sacar una tabla recta de su madera y sus ramas no se pueden cortar en forma alguna que sirvan para algo. Ni un solo carpintero se dignaría a mirarlo. ¿Te has fijado en él?”

Chuang Tzu respondió: “Si, lo conozco y lo he visto, está a un lado del camino”

El interlocutor prosiguió: “Pues tus enseñanzas son como este árbol, grandes e inútiles.”

A lo que Chuang Tzu respondió sin darse por aludido: “¿Alguna vez has observado a un gato salvaje? Permanece agazapado, vigilando a su presa, salta en una u otra dirección, hacia arriba y abajo y finalmente obtiene su presa. ¿Y has observado a un yak? Es enorme como una nube de tormenta y permanece firme en su poderío. Desde luego que es grande, pero ¡no puede cazar ratones!

Pues lo mismo ocurre con ese árbol, permanece en solitario en tierras áridas y siempre que quieras puedes pasear apaciblemente por debajo de él y tumbarte a descansar bajo su sombra, porque no peligra su vida, nadie lo cortará nunca, porque a ningún carpintero le sirve. ¿Que aún te parece un árbol inútil?, si es así tú deberías de preocuparte por tu vida” 

Ese Chuang Tzu si que sabía cómo sacarse los pillos, tendré que leerlo más seguido para saber que contestar cuando me ataquen por ser tan holgazán. 

El año 2003, cuando empecé el Templo del Ocio con la descabellada idea de publicar una entrada nueva cada día, muchos amigos pensaron que estaba chiflado ¿para qué lo haces, que ganas con eso? Eso era lo que más me preguntaban y la verdad es que no se me ocurría que contestar.

Lo hacía solo por entretenerme y prácticamente no ganaba nada escribiendo, al principio lo decía que era para soltar la mano porque en ese tiempo tenía que redactar mucho, pero eso era solo el pretexto, no tenía idea por qué lo hacía, claro que con el tiempo he ganado muchísimo, pero eso no es tema ahora.

Aburrirse es lo mejor, al menos para vagos como yo. Me encanta tener un día desocupado y cuando no tengo nada que hacer me siento más feliz que nunca. Además cuando estoy aburrido se me ocurren las mejores ideas, bueno, las segundas mejores ideas, porque las mejores se me ocurren cuando estoy medio borracho.

Joaquin Edwards Bello, nuestro entrañable escritor y cronista tuvo la genial idea de tituar su autobiografía como "El inútil de la familia", eso me identifica completamente. No tengo ambiciones y -por lo menos en este momento- tampoco tengo grandes necesidades, por eso me identifico con el inútil de la familia. 

A propósito no he leído ese libro, los pondré enseguida en la lista de espera. Como ven, no hay manera de aburrirse. No entiendo a los que se aburren y menos a los que se preocupan por estar perdiendo el tiempo. El tiempo no se pierde, todos tenemos la misma cantidad de tiempo: 24 horas cada día, ni Bill Gates con su gran fortuna tiene un segundo más de tiempo que yo.

En fin, que pérdida de tiempo escribir todo esto, pero que importa, empecé anoche pero me dio sueño y lo dejé hasta hoy. Si escribo sobre la inutilidad no tiene nada de raro que salga un texto completamente inútil, es lo lógico.