01 abril 2024

La política

Medio en broma, medio en serio, un amigo me manda un mail preguntando si no estaré pensando en meterme a la política y por eso -para preparar el camino- republiqué la entrada chusca "Voten por mi".

Nada de eso, pero igual recordé que hace años -a fines de los ochenta del siglo pasado- una vez se me pasó por la cabeza que tal vez me convendría pensar en el bien de los demás en lugar del propio y sacrificarme por el país y su gente. 

Igual que Vicente Pérez Rosales -a quien tanto admiro- sentí el llamado del servicio público para meterme en lo que no me importa, fingiendo que el bienestar de los demás es lo que más me importa en el mundo.

Porque, seamos francos, el único bienestar que a mi siempre me ha importado es el mío y el de mi familia cercana que ahora se reduce a tres personas: la Pilar, el Tomás Jr y yo mismo. 

Por mi los demás pueden podrirse. Tal vez puedo tener un vago sentimiento de lástima al ver a otros sufriendo, pero siempre he pensado que la compasión es un sentimiento inútil y medio pervertido.

Claro que me gustaría que Chile volviese a ser un país ordenado, pacífico y próspero o que Arica vuelva a ser la ciudad maravillosa que conocí en los ochentas, relajada y libre como la describí en mi blog Arica in a Nutshell. Pero eso solo me interesa por mi propio bienestar, el bienestar de los demás siempre me ha importado un pepino, no es mi asunto.

Creo que cada uno tiene su propia historia, su propia vida y sus propios problemas y es cosa de cada cual resolverlos como pueda. Por eso si yo fuese político me dedicaría principalmente a llenarme los bolsillos y asegurar mi propio bienestar y el de los míos.

Me acuerdo que en esos mismos años ochenta, cuando coqueteaba con la idea de preocuparme de los problemas de los demás en lugar de los míos, estaba una noche en mi Volkswagen Escarabajo tomando unas cervezas con un amigo que era dirigente estudiantil, conversando de esas típicas cosas que uno habla cuando está medio borracho. 

Le preguntaba a mi amigo por qué diablos se había metido a politiquero y si no le daba verguenza ser el hazmerreir de todos y me dijo algo muy sabio "mira, yo estoy terminando de estudiar una profesión que odio, seguramente nadie me va a dar trabajo en eso y si me dan será un trabajo de mierda, por eso mejor me dedico a la política, donde podré ganar plata y hacerme popular"

Me impresionó mucho la claridad de sus objetivos, yo mismo estaba terminando de estudiar y aunque trabajaba bien, no tenía nada claro qué iba a hacer de mi vida en el largo plazo, ahí enpecé a pensar que dedicarse a la política podía ser una idea aceptable.

Este amigo que la tenía tan clara, llegó alto. Ha tenido buenos cargos y una vez iba pasando con su comitiva por la universidad -muchos años después- me vió y me saludó con un abrazo, pese a que nunca fuimos amigos cercanos más allá del par de veces que coincidimos tomando algo. A mi me impresionó un poco que un tipo así de importante todavía me saludara.

Claro que es un político mediocre, su nombre suena muy poco pero lleva más de cuarenta nños viviendo del fisco sin interrupción, siempre con buenos sueldos y ostenta el tratamiento de "honorable", calladito y con bajo perfil explota el filón y vive bien. A eso yo lo llamo tener visión de futuro: una meta y enfocarse en eso pese a los problemas y humillaciones que seguramente ha tenido que pasar.

Yo jamás podría hacerlo por varios motivos. Primero que todo un buen político no debe tener ego y estar dispuesto a humillarse cuando sea necesario, en el lenguaje politiquero a eso lo llaman "tener templanza", yo no podría por más que quisiera.

También se necesita tener ambición, tengo amigos que ambicionan una carrera política y les va mal una y otra vez, pero no aflojan. Su ambición y su convencimento que algún día será su día los sostiene y los hace perseverar. Yo hace muchos años que dejé de tener ambiciones, al menos materiales.

Recuerdo otro buen amigo que quería presentarse a candidato a diputado -eso pasó no hace muchos años atrás- entonces como tenía buena opinión de mi me pidió si le podía asesorar o dar algunas ideas para su campaña. Yo me acordé de lo que sabía de estrategia y le dije "hagamos un FODA".

El FODA es el análisis básico de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. Para que sirva tiene que ser muy cortito, tres o cuatro de cada una, pero también debe ser preciso, realista y sacar la esencia de la situación interna y externa.

Cuando he hecho clases de esto siempre cuento esa historia porque es real. Le hice el FODA y salió mal, a mi amigo no le hizo mucha gracia y nos distanciamos un tiempo. Se gastó una buena pasta en la campaña y como era previsible, perdió.

Después de eso -cuando yo todavía tenía algunas ambiciones- yo trataba de hacerme un FODA cada vez que evaluaba meterme en algo, la cosa es que inconscientemente había hecho eso muchos años antes cuando decidí que no era buena idea meterme a la política.

Creo tener claro hasta donde me llega el brazo y que cosas están fuera de mi alcance, si hay algo que creo saber bien es eso. Si mañana me presentara de candidato a algo en Arica, sé que, con suerte, sacaría alrededor de 100 votos entre la gente que me conoce y tal vez me tienen buena.

Con suerte podría arrastrar otros 100 o 200 votos extras entre los incautos. Y eso sería todo, con esa votación no me alcanzaría ni para secretario de una junta de vecinos. Alguien con hambre política podría pensar "bueno, con esa base de 100 votantes salgo en gira a convencer a la gente, les hablo bonito y me podría conseguir los miles que me faltan".

Pero esa forma de pensar para mi es inconcebible, por ego jamás haría algo como salir a mendigar votos. Podría mendigar plata sin problemas, de hecho hago algo de eso con la Benemérita Fundación Mi Billetera y lo hago sin ningún remordimiento, pero jamás mendigaría votos o popularidad.

La verdad es que quiero mucho a Chile, mi país y quiero mucho más a Arica, mi patria chica, pero no tengo el más mínimo afecto por los chilenos o los ariqueños en general, siempre he creído en la Ley de 80-20 de Pareto y pienso que un 80% de los ariqueños y de los chilenos son unos idiotas. Eso se puede comprobar muy fácilmente viendo como votan.

Yo no movería un dedo por ayudar a ese 80% de pelmazos, tontos que se creen vivos y que viven quejándose y exigiendo cosas imposibles, con lo que resulta que son engañados una y otra vez. No vale la pena ayudarlos a nada, que se ayuden a si mismos mejor.

Y esa es el alma de la actividad de todo político: engañar a ese 80% de tontos, incapaces de razonar, convenciéndolos que si lo eligen él les dará lo que es imposible, el político es el que ofrece milagros al gilerío a cambio de beneficiarse personalmente.

Porque si existiese un político decente -un oximoron- le diría a la gente "miren, yo no puedo ayudarlos con sus problemas, eso lo tienen que arreglar ustedes mismos y si yo soy candidato es para solucionar mis propios problemas". Obvio que nadie votaría por alguien así, por eso un político decente es un oximoron. 

En fin, ya me abirrí de dar vueltas a ese tema, hoy me junté con mis amigos en la parcela del pueblo y comimos una dieta cavernícola: lomo vetado a la parrilla, chunchulines, prietas, longanizas y anticuchos de corazón. Comí de todo y harto, tomé mucha cerveza y no poco vino, seguramente por eso la entrada de hoy salió un poco incoherente. Mis disculpas.

7 comentarios:

  1. "mira, yo estoy terminando de estudiar una profesión que odio, seguramente nadie me va a dar trabajo en eso y si me dan será un trabajo de mierda, por eso mejor me dedico a la política, donde podré ganar plata y hacerme popular"

    Creo que muchos de los que se meten en ese politicbusiness lo hacen por las mismas razones que tu amigo. Quizas unos pocos lo hacen por verdadera vocación y hay que saber como hacerla para no ser pillado en un chanchullo.

    Meterse en política es como meterse en la casa del jabonero, si no caes, resbalas.

    Saludos y buena semana, Tomás.

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    1. La tenía clarita ese amigo, además se ha mantenido muchos años piola y sin escándalo. La mayoría de los que se creen tocados por la mano divina del "servicio público" en realidad son los peores, porque parten mintiéndose a si mismos y juran que son redentores y grandes personas, cuando en realidad son igual de cagadores que todos los demás

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  2. Ojalá más gente fuera así de franca con sus motivaciones, pero el egoísmo está más satanizado que el sexo y al igual que éste, todos lo practican.

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    1. Claro que si Frx, creo que siendo una actividad tan lucrativa , es obvio que cualquiera que se mete en política lo hace con el secreto anhelo de asegurarse económica y socialmente él y su familia en primer lugar. Nunca he sabido de un político que trabaje gratis y tampoco he sabido de alguien que en realidad rebaje sus privilegios estando en el poder.

      Incluso millonarios como Piñera, Ossandon y otros metidos en la política para llenar sus carencias psicológicas siguen acumulando plata y privilegios como si nada.

      Los que no necesitan plata se meten por narcisismo, que es mucho peor que la codicia económica y no por tener dejan de rasguñar. La necesidad de políticos es el veneno de las democracias, aquí y en todo el mundo.

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  3. Oh Tomas,
    ¿Qué es la ética para usted?

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    1. La ética es una palabra, de origen griego y significa -si mal no recuerdo- algo así como "estudio de las costumbres". Como creo que el dereho natural es una idea absurda, me parece que la ética y la moral tiene mucho que ver con las costumbres, la etología de los seres humanos y sosas así.

      Recuerdo que una vez que me entrevistaron unos QQHH para ver si era "digno" les dije algo parecido y cosas peores cuando me preguntaron mis ideas sobre la solidaridad. Salieron arrancando como alma que ve al diablo y yo quedé vetado para la eternidad del grupo de los "hombres libres y de buenas costumbres", que supuestamente son también librepensadores.

      En fin, tengo buenos amigos en eso así es que no pienso pelarlos

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    2. Solo lo comento como recuerdo de uno de los momentos chuscos de mi aporreada vida

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"