03 junio 2024

El cascabel laboral de José Piñera

Un artículo interesante
Leo un buen artículo de la revista Economía y Sociedad de José Piñera, llamado El Cascabel Laboral,. El título está inspirado en el dicho ese de "¿quien le pone el cascabel al gato?" y se refiere a que nuestro gobierno merluziano presentó un proyecto para retroceder las leyes laborales a como eran en los años 20 del siglo pasado.

Desde 1990 hasta hoy, los políticos han ido retrocediendo sistemáticamnente con cada reforma que proponen y cada una de esas reformas ha resultado un  fracaso espantoso. 

En la eliminación del sistema binominal está la explicación de nuestro actual desastre político, lleno de partidos callampas tal como antes de 1973

La propuesta demagógica de reformar las leyes laborales es otro intento de retroceso, volviendo a dar poder a los líderes sindicales e incentivando la seguidilla de huelgas interminables que terminaron por paralizar el país y nos llevarlo a la ruina en los setentas ¿queremos volver a eso? Yo al menos, ni muerto.

El artículo relata cual fue el análisis que hubo tras el Plan Laboral de 1979. Hasta entonces se usaba la negociación colectiva por sectores como instrumento de chantaje de los partidos políticos minoritarios, que les permitía adquirir una gran poder sin tener la pedestre obligación de ganar elecciones con votos.

La función natural de la negociación colectiva -dice Piñera- es "mantener la más estrecha correspondencia posible entre las remuneraciones de los trabajadores y la productividad del trabajo". Esto es lo que diferencia a los sindicatos decentes que existen en algunos países desarrollados y los sindicatos bananeros y chantajistas que han proliferado en nuestro aporreado continente.

Las remuneraciones deben ser las correspondientes a la productividad del trabajo, porque de no ser así se produce lo mismo que cuando el comerciante compra algo a 100 y lo vende en 90, existe una pérdida neta que alguien tiendrá que pagar, y adivinen quien es ese alguien. 

¿Saben quien se perjudica cuando un trabajador recibe un sueldo mayor a su productividad? Todos los trabjadores y sus familias son perjudicados directos al mediano plazo, porque ningún negocio puede fincionar si no está dando ganancias. Y para tener ganancias las remuneraciones deben corresponder a la productividad del trabajo.

Todas esas "conquistas laborales" y los "derechos adquiridos" que causan alegría a los ilusos en el corto plazo, finalmente dejan a todos cesantes, porque la única razón para pagarle un sueldo a alguien es que produzca las ganancias esperadas. Si esas ganancias no se consiguen simplemente el negocio se termina y ya. Todos cesantes.  

Cuando los sindicatos roncaban
Recuerdo bien el caso de Arica. El año 1975 me tocó hacer una práctica profesional en la industria electrónica IRT-Ilesco, donde pasé unos meses muy buenos. 

De esa experiencia salió mi determinación por estudiar ingeniería, motivado por la envidia que me causaba ver que todos comíamos en un galpón enorme mientras los gerenrtes e ingenieros lo hacían en un comedor chiquito. Hasta del resentimiento pueden salir cosas buenas. depende como uno lo tome.

Pero no quiero desviarme del tema, la empresa era tal vez la más grande de Arica, si mal no recuerdo tenía alrededor de 3.000 trabajadores donde se producían televisores, radios y tocadiscos. 

Y por supuesto tenía un poderoso sindicato, recuerdo que su presidente y los otros de la directiva eran tipos importantes que se codeaban con los dueños y gerentes de la empresa.

El gobierno de los militares llevaba apenas dos años, los Chicago Boy todavía no tenían influencia y el gobierno hacía lo imposible por mantener contentos a los trabajadores: la comida era de lujo, un bus nos pasaba a buscar y a dejar a la casa y para qué hablar de las fiestas; por eso muchos recuerdan esa como la época de oro de Arica. Todos felices, pero no sospechábamos lo que vendría.

Con los años me hice amigo de los que entonces fueron gerentes de la empresa y me contaban que la directriz era trabajar muy junto con los sindicatos con una especie de demagogia a favor de los trabajadores, llenándolos de regalos y beneficios, así es que ante los trabajadores, el presidente del sindicato era una especie de Santa Claus.

Esta ingenua forma de ganar popularidad y evitar las huelgas, a las que los militares les tenían más miedo que a cualquier otra cosa, fue una de las causas que aceleró la quiebra de las empresas, que ya eran poco competitivas, por el modelo insostenible de sustitución de importaciones en que se basaban.

La IRT en Arica tuvo que cerrar un par de años después, totalmente quebrada y los 3.000 trabajadores se quedaron cesantes.

Y no solo ellos, sino toda la multitud de industrias de sustitución de importaciones se derrumbaron cuando ya no se pudo seguir sosteniendo la absurda política impulsada por la Cepal, donde los únicos que se beneficiaban era un pequeño grupo de empresarios.

El comunismo y los sindicatos
Pero vamos un poquito más atrás cuando, a comienzos del Siglo XX, se hace fuerte el movimiento sindical en Chile, organizado por los precursores del Partido Comunista, justo entonces fue cuando comenzana el derrumbe de esa industria. 

Algún chanta que ostenta hoy el Premio Nacional de Historia y el ejército de ignorantes que le hacen la claque tienen una falsa explicación para lo que llaman "la crisis del salitre" atribuyendo la muerte de esa industria a la invención del salitre sintético.

Nada más falso, la verdadera causa del derrumbe de la industria salitrera fue que resultaba imposible de operar obteniendo ganancias, por culpa del chantaje permanente de los sindicatos y sus huelgas, así como los impuestos leoninos que imponía el gobierno, superiores al 20% del valor de las exportaciones.

Así fue como mataron a la gallina de los huevos de oro. La crisis del salitre hundió al país por más de cincuenta años y los culpables fueron un gobierno miope, codicioso y un partido político que para ganar cuotas de poder arruinó a una industria y un país.

Porque en Chile -y en toda Iberoamérica- el Partido Comunista creó el chantaje sindical para ganar cuotas de poder que no podían alcanzar en elecciones, así fue como los sindicatos fueron por muchos años apéndices al servicio de ese partido político y sus intereses.

Todo eso terminó gracias al Plan Laboral de 1979 que -entre otras cosas extraordinarias- terminó con la odiosa distinción entre obreros y empleados, a partir de entonces todos fueron trabajadores. 

Pueden decir que fue algo cosmético pero no es así, la doctrina comunista se basa en la lucha de clases y la tesis de la explotación de una clase sobre otra.

Necesitan desesperadamente de que exista una "clase inferior" porque sin eso todas sus ideas pierden sentido, por eso necesitaban distinguir entre obreros y empleados.

Incluso en esos pequeños detalles podemos ver como crearon y explotaron el resentimiento social.

Depués del Plan Laboral de 1979 todo cambió, los sindicatos se despolitizaron e incluso la antes poderosa Central Única de Trabajadores, que mantenía en vilo al país con sus huelgas se convirtió en un sindicato moderno y bastante razonable, pese a la retórica que todavía usan algunos.

Algunos creen que todo tiempo pasado fue mejor pero no es así. Hasta 1973 este país era una porquería, no solo éramos pobres y mediocres sino que los políticos nos manipulaban y se aprovechaban de nosotros como querían.

Ahora los señores políticos -desesperadamente- intentan volver a eso. No van a poder, porque la gente está como el gato escaldado, que arranca hasta del agua fria.

10 comentarios:

  1. Tremenda lección de historia, Tomas!
    Si hay algo que me gusta es el contexto histórico y de como se descubren las verdaderas causales de los grandes desastres sociopoliticoeconomicos que han ocurrido en estos ultimos 2 siglos.

    El PC es un partido parásito, que para subsistir tiene que "aferrarse" a algun conglomerado del cual puede pechar y controlar a piacere. son como las garrapatas en un perro callejero.

    A eso sumarle la miopía de "los señores políticos" que solo ven sus propios "intereses permanentes" y que solo han downgradeado todo.

    Lo de los sindicatos, lo veo en mi pega todo el tiempo.

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    1. Si José, el Partido Comunista nació parasitando a las salitreras hasta que las destruyó (bueno, el gobierno hizo su parte con los impuestos) y siguió parasitando a muchas otras empresas hasta 1973, esa era su fortaleza. Pero cuando se terminó la distinción entre "obreros" y "empleados" y les quitaron el monopolio de la sindicalización obligatoria se les terminó la fiesta, hasta la CUT tuvo que reinventarse, aunque siguen con lo mismo en el Sector Público, tal como dices

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  2. A veces me pongo a pensar, ¿cuánto daño hacen los politicastros criollos y burócratas internacionales a los países latinoamericanos? Lo que usted comenta, Don Tomás, es muy similar a lo que pasaba por estas tierras. La famosa "negociación colectiva" que daba de un enorme poder a los sindicatos, en el caso peruano, controlados por el Apra y el Partido Comunista (o los que decían serlo). Para más inri, con el famoso modelo "isi", el estado creaba empresas y protegía a los empresarios locales. Muchos creen que por ver fábricas en años pasados nuestros países estaban más cerca al "desarrollo", lo que no te dicen es que buena parte de esos productos eran de baja calidad, que el estado cubría las pérdidas e impedía la importación con enormes aranceles y encima resultaban caros. Era un desastre, se coludían sindicalistas mafiosos, empresarios ineptos y políticos populistas que hacían lo que sea para mantener a las masas de su lado. Acá recién nos liberamos de esa carga en los 90s, cuando este país estaba totalmente quebrado y todos se largaban. Al final las verdaderas industrias competitivas crecieron como nunca mientras que las que no desaparecieron; sin embargo, el consumo creció como nunca. Hasta los más pobres pudieron comprarse un par de camisas, porque desde 1960, los sueldos peruanos no crecieron nada.
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    1. Así es, el modelo de sustitución de importaciones fue una maldición que nos llegó impuesto de afuera, igual que las reformas penales, las reformas agrarias y tantos otros desastres, la mayoría con el beneplácito del Departamento de Estado y la USAID.

      Los sindicatos armados por los comunistas también fueron una moda importada de Europa, especialmente de Alemania e Inglaterra donde no prosperaron, pero acá en América Latina resultaron grito y plata, auspiciados por la URSS.

      La mayoría de las desgracias las hemos importado desde afuera, y lo peor es que con el consentimiento y los votos del gilerío, un desastre

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  3. Hola don Tomás,

    De acuerdo con usted en casi todo, pero estoy en desacuerdo con la parte final.

    La lectura del presente nos indica que pase lo que pase Chile está a pasos de transformarse en otra Venezuela.

    Esa misma reforma que menciona al comienzo, que quieren implementar la tienen casi lista y las van a aprobar por todos. Chile Vamos les ofreces un par dedulces y venden hasta a su madre, lo mismo pasa con los hermanos chicos del Partido Republicano.

    Esta vez no habrán militares para responder porque está vez la ONU y otros organismos internacionales están asegurando que no haya nada que impida implementar sus reformas que buscan sacar más plata a los contribuyentes al supragobierno internacional.


    Saludos,

    David

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    1. Bueno, hay opiniones para todo sobre el futuro, nadie tiene bola de cristal y es algo imposible de pronosticar así es que cada uno de nosotros tenemos nuestra propia teoría. Yo estimo que el proceso de CHile hoy es fundamentalmente distinto del de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia o cualquiera de esos países. Son culturas muy diferentes. Eso creo yo al menos

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  4. Interesante, aunque, a mi modo de ver, el movimiento sindical en Chile no ha hecho más que avanzar a partir de 1990. A veces más rápido, a veces menos, pero no han retrocedido nada, y así es como hoy estamos llenos de normas, muchas veces absurdas, con ese origen. Y para qué hablar de la “Dirección del Trabajador” y los tribunales ídem, que por defecto supone que todos los empleadores son abusadores y todos los trabajadores son seres de luz.

    Somos un país de resentidos, y eso, IMHO, explica buena parte del éxito que han tenido estos movimientos.

    A eso se suma el pánico de nuestras autoridades a hacer cumplir las normas y ser los malos, aunque sea de vez en cuando. ¿Cómo, si no, se explica que un puñado de personas determine que una instalación no puede funcionar y nadie pueda hacer nada? (y no me refiero a huelgas legales. Ver, por ejemplo, el caso del puerto de Coronel, paralizado más de 50 días porque los sindicatos no quieren que les hagan controles de drogas y exigen ser ellos quienes designen a quiénes trabajan en cada turno… de locos).

    Cuando seas presidente del mundo, por favor deroga el infesto Código del Trabajo y reemplázalo por algo equilibrado, razonable y decente.

    Saludos,
    El Triministro.

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    1. Triministro, creo que tienes una visión muy acotada en el tiempo en esto, tu haces una comparación de ahora versus los años del Gobierno Militar, pero desde una perspectiva histórica más amplia, que toma por ejemplo entre 1900 y 1973, los sindicatos no son ni la más pálida sombra de lo que fueron en esos años.

      Durante más de 70 años tuvieron el poder de paralizar por completo al país e incluso de hacer desaparecer industrias completas, las grandes huelgas salitreras del norte y del carbón en Lota tuvieron bastante que ver con que esas empresas se extinguieran.

      Lo que dices del sector portuario, claro, ahora en muy malo comparado con los años de los militares, pero es el paraíso comparado con los sesentas, cuando habían hasta 1/16 avo de pollo y los que tenían el cargo en propiedad ganaban su sueldo sin mover un dedo, las huelgas portuarias y mineras son el mejor ejemplo de chantaje sindical que puede existir

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    2. Para que hablar de la afiliación obligatoria a un sindicato único: si querías trabajar tenías que estar afiliado, pagar cuotas y obedecer órdenes de la CUT, la ANEF o tantas otras, no había elección!

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    3. No desconozco eso, pero me refería específicamente al periodo post GM, desde 1990 en adelante.

      Es claro que antes del GM era como dices, y que los militares cambiaron todo eso (“retrocesos laborales” le llaman, pero es muy probable que en los 80 y 90 haya habido más y mejor trabajo que antes), pero el GM fue excepcional. Es muy difícil (o al menos estamos aún muy lejos de eso) que los políticos sean capaces de hacer reformas como las que, IMHO, se necesitan en esta línea, y eso es lo que se ha visto desde 1990.

      Saludos,
      El Triministro.

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