La Sociedad de Instrucción Primaria

Curioseando por Internet me llevé la sorpresa que la Sociedad de Instrucción Primaria todavía existe. Es lo que en mis tiempos se conocía como "colegios Matte" en honor a uno de sus más distinguidos presidentes, el filántropo Claudio Matte Pérez.

Además que don Claudio Matte es un lejano pariente mío, tuve la suerte que mi primera escuela fue la Rafael Sanhueza Lizardi, uno de los antiguos colegios de esta sociedad, fundado en 1945. También aprendí a leer en el minúsculo silabario que tengo aquí a mi lado, conocido popularmente como "El Ojo".

A mi me enseñó a leer mi hermana a los cinco años con ese silabario, recuerdo que me daba un pellizco o un coscorrón cada vez que me equivocaba y no me demoré nada en aprender a leer y escribir: en un par de días ya sabía el truco. La dos primeras lecciónes del "Ojo" y "Mama" fueron la clave

Desde allí ya me sentía listo para leer cualquier cosa. Claro que cuando llegué al "Perro" me quedé congelado porque era una lección demasiado larga, la verdad es que mi flojera se impuso y nunca pasé del maldito perro, pese a los abundantes pellizcos y coscorrones de mi hermana. Ni siquiera al Burro pude pasar. 

  

Pero ya sabía el truco: bastaba saber el sonido de cada letra y juntarlas. En la casa de Eusebio Lillo 555, que todavía existe, habían muchos libros viejos y me llamó la atención uno grueso que contaba la historia del Arca de Noe, me puse a descifrarlo y lo leí enterito. 

Nunca había conocido algo tan entretenido como leer, también estaba Las Mil y Una Noches y unos libros de historia y literatura de tapa roja que veo que eran de Antonio Acevedo Hernández. Allí salía la historia de la paya entre don Javier de la Rosa y el Mulato Taguada, espectacular. 

A los seis años ya era un micro ratón de biblioteca, ya podía leer y escribir sin problemas como podría atestiguar mi profesora de primaria, la señorita Erna Verde Ramo Oyarzún, que todavía vive y a los 90 años sigue tan bonita como era en 1961 a los 27 años.

Pero ya me fui por las ramas otra vez. La Sociedad de Instrucción Primaria fue creada por un grupo de muchachos en 1856, allí estaban Benjamín Vicuña Mackena, Diego Barros Arana, Domingo Santa María y otros notables de la época preocupados por mejorar la enseñanza de las primeras letras a los más pobres.

Su lema era "Guerra a la Ignorancia" y pasados algunos años llegó a la Sociedad don Claudio Matte Pérez, quien la dirigió durante 64 años, también fue rector de la Universidad de Chile por un par de años pero la SIP era su obra. Matte es una de las figuras más interesantes de nuestra historia y su ejemplo es la inspiración hasta el día de hoy de los colegios de la SIP.

Como saben, Chile es un país de aspiracionales y en todas las grandes fortunas nacionales, si vamos solo unos pasos para atrás, llegaremos a algún inmigrante que no tenía donde caerse muerto. Me parece que la única excepción a esta regla es la familia Matte, que han sido y siguen siendo millonarios desde tiempos muy antiguos.

Cludio Matte, después de graduarse de abogado se fue por seis años a Leipzig a estudiar pedagogía, allí fue donde inventó su maravilloso silabario, imprimió de su bolsillo -bueno, de sus papás seguramente-  varios miles de ejemplares y los mandó para Chile con las instricciones para enseñar a leer y escribir con él.

Ese silabario es una maravilla del diseño, empieza con lo más sencillo y termina con cuentos y poesías: "Que linda en la rama/la fruta se ve/si lanzo una piedra/tendrá que caer..." esa es una que no se me olvidó nunca, tampoco esta otra "A un panal de rica miel/cien mil moscas acudieron/que por golosas murieron/presas sus patas en él". No me canso de leerlos.

Estuve en la Escuela Rafael Sanhueza tres años, entre 1951 y 1964, de allí pasé al Liceo Valentín Letelier que era el liceo estatal No1, el más antiguo y prestigioso de Chile en esos años y era exactamente lo opuesto a la Sanhueza. 

Algún día debería comparar las ideas alemanas de enseñanza de la Rafael Sanhueza con las ideas inglesas del Valentín, eran como el día y la noche.

No recuerdo nada de lo que aprendí en esos años de escuela, seguramente me enseñaron a sumar, restar, multiplicar, dividir y esas cosas pero fueron tan intrascendentes para mi que no las recuerdo en absoluto.

Pero si me impregné de la formación en la escuela Matte, donde me infiltraron las ideas que había que ser confiable, no cagar a nadie, humilde, obediente, autónomo, perseverante, responsable, leal y buen amigo. Eso era lo que enseñaban y que a mi me lo mostraban con el ejemplo de profesores y compañeros.

Hacer buenos ciudadanos, seguros de si mismos, que no se acomplejen ante nadie pero tampoco sean jactancioaos. Esas son las ideas de Claudio Matte que se siguen enseñando en sus colegios, que son el proyecto educacional más exitoso de nuestra historia.

En fin, los dejo con algunas ideas de Claudio Matte, nuestro héroe discreto, sacadas de Wikipedia

"¡Nada de recargo!. No hay que llenar cabezas, sino desarrollar facultades. La mente no debe ser un almacén de memoria, sino un núcleo de conocimientos sólidos con capacidad para aumentarlos por el trabajo propio. Debe enseñarse a observar, a pensar y a resolver sólo las dificultades".

"Alfabetizar es enseñar el alfabeto. Eso no sirve para nada. Y aun es peligroso si no va estrechamente unido a una sana comprensión de lo leído y a la elevación cultural de un pueblo." .

"Los preceptores olvidan demasiado que la escuela no solo tiene por fin comunicar conocimientos positivos, sino principalmente desarrollar y perfeccionar todas las facultades, cultivar la inteligencia, fomentar el espíritu de observación y reflexión, fortalecer la voluntad y el sentimiento moral. Con los métodos usados en Chile (hablamos en general), no se cultiva sino la memoria; todas las demás facultades se descuidan"

Finalmente termino -ahora si- con esta idea mía "los problemas de la educación empeorarán cada día más mientras existan escuelas en manos del estado. La única esperanza de que algún día nuestra educación mejore, es que todas las escuelas estén a cargo de sociedades privadas como la Sociedad de Instrucción Primaria", Eso nomás:  he dicho...