Se acabó la fiesta, empieza la fiesta

Ayer anduvimos en Tacna donde nos fuimos con el Tomás Jr a hacer la despedida de Arica, además invitamos a nuestro tocayo Tom Wilke ¡los 3 Tomás en Tacna!, todo muy bueno, nos fuimos en un bus moderno chileno, mucho mejor que el taxi y más barato (menos de US$ 3 por persona), claro que a la vuelta parece que vienen puros buses peruanos, los mismos cacharros de siempre. En el terminal había una especie de fiesta así es que nos recibieron con un pisco sour, partimos bien.

Al llegar nos fuimos al mercadillo Bolognesi, las mismas cosas de siempre así es que no compramos nada, luego vuelta al centro, pasamos por la Catedral donde saqué algunas fotos de los símbolos masónicos que tiene por todas partes y de allí nos fuimos a almorzar al Gran Chimú, que ha pasado a ser mi lugar favorito por la buena comida y precios bajos. En general los precios de los locales turísticos en Tacna están iguales o más caros que en Arica-particularmente caro el Rancho San Antonio- pero en los lugares donde van los peruanos sigue habiendo muy buena relación calidad/precio. Finalmente hicimos la peregrinación al Templo de la Cerveza Artesanal, donde mis amigos Victor y Roger producen la extraordinaria cerveza Porter, más otras que aprovechamos de probar: una rubia y otra roja.

Todo muy bien, el Tomás Jr. aprovechó de practicar el inglés y educar su paladar cervecero, mi tocayo Tom Wilke quedó muy impresionado con las cervezas, y conversamos como en Arica serían un golazo, algún día juntaré plata y me traigo a Victor para que empecemos a producir cerveza en la ciudad.

Ahora se acabó la fiesta, el Tomás chico va en camino de vuelta a Valparaíso, pero ¡momento! la fiesta sigue, porque hoy mismo llega a la ciudad el gran Matute, mi mejor amigo de los años de la universidad así es que, aunque andemos arruinados, viejos y el clima esté horrible, algo haremos para celebrar su cumpleaños como corresponde. A lo menos amerita unas buenas borracheras, como en los viejos tiempos y obviamente llenos de minas. Ahh sueña pajarito, sueña... que soñar no cuesta nada.

Voy a ahorrar energías para los días que vienen, mejor me voy a descansar y a juntar fuerzas, los dejo con la foto-novela de de nuestras aventuras en Tacna. Hasta mañana.