Los salarios del trabajo dependen generalmente, del contrato concertado entre las dos partes, y cuyos intereses difícilmente coinciden. El operario desea sacar lo más posible y los patronos dar lo menos que puedan. Los obreros están siempre dispuestos a concertarse para elevar los salarios, y los patronos, para rebajarlos.
Sin embargo, no es difícil prever cual de las dos partes saldrá gananciosa de la disputa, en la mayor parte de los casos (...) A largo plazo tanto el trabajador como el patrono se necesitan, pero con distinta urgencia.
Este párrafo, que se podría pensar salido de algún libro socialista, se encuentra en el libro primero de La Riqueza de las Naciones. Es curioso como el propio Adam Smith no notó que lo mismo que dice sobre los salarios se podría aplicar a los precios de cualquier otra mercancía. en realidad el argumento de asimetría o posición dominante fue el sustento teórico que justificó los controles estatales de precios durante muchas décadas.
Dicen que cuando el Gobierno Militar en Chile anunció que iba a eliminar los controles de precios, por el ministerio de hacienda pasaba un desfile de espantados empresarios anunciando la ruina económica inminente ¡como van a dejar que cada comerciante cobre lo que se le de la gana! ¡se pondrán de acuerdo y nadie podrá comprar nada, los precios se irán a las nubes! El propio Adam Smith se contradice cuando escribe, algunos capítulos más adelante
Pero en este como en muchos otros casos, es conducido por una mano invisible a promover un fin que no entraba en sus intenciones.
Que el mismísimo Adam Smith, profeta, para muchos de una autoridad solo ligeramente inferior a los de la biblia (según Galbraith), no haya notado que la mano invisible, las unintended consequences, funcionan para todos los precios, explica que los salarios mínimos y controles de sueldos se sigan aplicando muchos años después que todos los demás precios se han liberado.
En realidad muchas ideas que yo creía marxistas están en La Riqueza de las Naciones, como la teoría del valor-trabajo y la tendencia del capital a acumularse hasta el infinito. Esa es la base de la crítica más poderosa del marximo que profetizaba que el capitalismo caería bajo el peso de sus contradicciones internas. Marx la llamó la ley de caída de la tasa de ganancia y no se ahorraba elogios para su propia idea:
Esta es en todo respecto la ley mas importante de la economía política, y la mas esencial para entender las relaciones más dificultosas. Es la ley más importante desde el punto de vista histórico. Es una ley que, a pesar de su simplicidad, nunca anteriormente pudo ser comprendida, e incluso tampoco concientemente articulada.
En palabras simples decía que como el capitalismo tendía a crecer hasta el infinito esto haría crecer el trabajo muerto (capital) sobre el trabajo vivo (producción), esto se podía derivar directamente de las ideas de Adam Smith y seguramente por eso Marx adquirió tanta notoriedad y respeto teórico. El error también venía de Smith, con sus ideas sobre trabajo productivo e improductivo y su teoría del valor-trabajo. Además de la concepción mecanicista de la economía que -de haber sido cierta- todas los bienes del mundo estarían hoy en manos de los Medicis o cualquier magnate de esos años. A otra cosa.
Los parásitos fiscales siguen chillando porque los "están despidiendo" el último caso notable se dio acá en Arica donde un auxiliar del Fosis acusó al Pato Piña que le había dicho "no me gusta trabajar con negros" no se me ocurre una forma de chantaje más cochina y burda para tratar de apernarse a un cargo y me llama la atención la facilidad con que le creyeron.
¿Que pasa si mañana se pone de moda dar crédito a lo que dice un trabajador despedido? Se convertiría en una poderosa herramienta para extorsionar, "si me despides te acuso de racista, sexista... (póngale un nombre)"
Pero mejor hablemos de música, el tema de esta entrada se llama Tres Caras Largas y es de los Fother Muckers, lo tengo pegado hace rato, ese grupo tiene varias canciones muy pegajosas, me hacen acordar de algunos temas de FitoPaez, ah que buen compositor. Lo mejor es que tiene acordes fáciles: Do, Lam, Rem, Sol7, Do piece of cake.
Déjame la casa rodante Tomás, y la camioneta... obvio ;)
ResponderBorrarLa camioneta -o lo que queda de ella- con todo gusto
ResponderBorrarhttp://bradanovic.blogspot.com/2006/01/picadillo-de-camioneta-2.html
Me lo mandaste justo para el 28 de diceiembre Javier! jaja
una de las ventajas de ser negro...jajajjaja
ResponderBorrarSin contar con que "llevan el ritmo en la sangre". A propósito esa es una gran mentira, mi amigo Georges Lafortune -negro como el carbón coke- bailaba peor que yo!
ResponderBorrarAh, si todos los bienes del Mundo estarían en manos de los Médici nos la pasaríamos viendo Museos de Arte!
ResponderBorrarBuen punto, pero probablemente todavía andaríamos a caballo, perderíamos los dientes antes de los 30 y seríamos siervos de gleba de algún sub príncipe local. Ah, y los Papas se sucederían por asesinato.
ResponderBorrarCosas buenas y cosas malas, toda moneda tiene dos caras ;D