La pregunta del millón es ¿por qué el interés en áreas protegidas? siendo que existen reservas de cobre comprobadas en el desierto cercano de Pampa Camarones y Quebrada de Chaca, donde podrían ponerse a explotar ahora mismo si quisieran. Si las reservas de Chaca y Camarones son insuficientes, entonces toda la teoría de "la inmensa veta que va desde Calama hasta el Sur del Perú" sería un mito y no tendría sentido explorar en áreas protegidas por tratados internacionales, donde los costos de cumplir con las normativas ambientales serán altísimos.
Mi teoría es que probablemente no es la riqueza del mineral lo que les importa, sino los derechos de agua. Si bien la minería consume menos agua que la agricultura, el hecho de disponer de napas en el terreno les baja los costos de manera notable y hace factible la explotación de minerales aún de baja ley. Es decir, no andan detrás del mineral, que existe en todo el desierto, sino que del agua.
Leo que en Iquique, Doña Ines de Collahuasi extrae alrededor de 1 millón de litros de agua por día desde los acuíferos subterraneos de la Laguna del Huasco, esos acuíferos son los que les permiten funcionar no solo a esa empresa sino a las demás cupríferas como Cerro Colorado y Sagasca que van disecando aceleradamente los bofedales circundantes.
Probablemente lo que les interesa no es el mineral sino el agua: barata, pura y localmente disponible. Con los ejércitos de abogados y la generosa legislación sobre derechos de agua no es raro que al desafectarse la zona se desate una carrera frenética por inscribir estos derechos.
Desde hace años algunos grupos de interés vienen colocando la idea que la minería es la solución para los problemas de la región, pero no en el desierto, sino en las áreas protegidas. De algún modo estos grupos consiguieron convencer al Presidente Piñera que anunció la desafectación, con lo que al Gobierno Regional no le quedó otra que cuadrarse detrás de la idea. Sin embargo una gran cantidad de ariqueños no compramos el cuento, por razones lógicas e históricas.
Las razones lógicas son conocidas: la generación de empleos no será significativa porque se trata de puestos de trabajo muy especializados, atraerá mucha gente de otros lugares a vivir en la ciudad presionando la sustentabilidad y deteriorando la calidad de vida, presionará sobre el recurso hídrico siempre escaso y producirá daño ambiental y mala prensa para el turismo, que es la principal fuente de ingresos de la ciudad en la actualidad. Hay muchas más, pero esas son las razones más notorias y evidentes.
Pero también hay razones históricas muy potentes que hacen que los ariqueños pensantes sintamos repulsión hacia el desarrollo minero. Y esto tiene que ver con el oscuro episodio de Promel y el manejo histórico de los metales provenientes desde Bolivia, que han causado tragedias de salud pública con resultados brutales sobre la vida y salud de las personas humildes. El hecho que los culpables de estos asesinatos en cámara lenta -privados y funcionarios públicos- vivan y prosperen alegremente entre nosotros nos hace pensar que todo esto perfectamente puede repetirse.
Y no sería raro que se repita pese a todos los floridos discursos sobre sustentabilidad y minería "limpia". Conozco a mi gente y se que en Arica tenemos la peor combinación de una opinión pública apática y élites increíblemente deshonestas. La historia de escándalos que han quedado impunes en nuestra ciudad es larguísima y transversal. Mejor que no les demos más oportunidades, ya está bueno. No vaya a ser cosa que después andemos reclamando como en Catamarca.
Creo que puede tener Ud. una gran razón y suena de lo más lógico la sospecha. Una de las grandes penas en estas cuestiones es que la real situación geológica, hidrogeológica, ambiental dependen para ser bien determinadas de amplios relevamientos y estudios que, normalmente, los hace el explotador, la companía minera. Enfrente y para controlarla tiene a una pobre repartición estatal con pocos recursos cuyos jefes son, en definitiva, esos políticos ávidos de obtener recursos hoy y mañana luego veremos que pasa.
ResponderBorrarNo hay equidad en la disposición de la información.
En esto, estoy de acuerdo contigo. Y es la misma razon por la que apoyo a la gente que se opone a HidroAysen. A la gente hay que explicarle lo que significa la mineria, que si bien trae plata, tambien trae otros efectos como prostitucion (femenina y masculina), alcohol y drogas, contaminacion, etc. Es decir que perfectamente Arica puede terminar como Calama. Harta plata pa' gastarse en putas y cocaina, pero se vive como las weas.
ResponderBorrarEso es algo que en Chile todavia no se comprende: Plata no es lo mismo que desarrollo.
MV
Ulschmidt, en Chile hay dos instancias para evaluar el impacto: la declaración y el estudio, según la ley en algunos proyectos basta con que la empresa que va a ejecutar el proyecto declare como piensa mitigar los efectos negativos. Cuando los daños parecen mayores la autoridad ambiental debe hacer un estudio. Lógicamente este último está sujeto a inmensas presiones.
ResponderBorrarYo creo que es un problema más que nada de estrategia: es absurdo tener la minería como objetivo estratégico en una zona de parques nacionales y zonas protegidas por tratados internacionales, más todavía si se tiene un inmenso desierto justo al lado.
Miguel, tu sabe que nadie podría decir que yo soy un ambientalista, en general apoyo la minería porque creo que junto con lo negativo trae también grandes ventajas. Chile es un país minero y siempre lo ha sido.
Siempre y cuando no sea en Arica, yo no creo que haya sido tan terrible para Calama por ejemplo convertirse en el campamento minero que es hoy. Mal que mal antes era un peladero y los que llegaron allá lo hicieron a su pinta. Iquique también ha sido históricamente campamento minero, primero con guano, luego salitre y ahora cobre.
Pero los parques nacionales de Arica son muy distintos a Calama o al desierto de Iquique, Arica hoy está bastante bien en lo económico y con una estrategia correcta está en el momento para convertirse en una de las mejores ciudades para vivir en América ¿cual es el objeto de arruinarla? ¿solo para que las mineras tengan agua gratis?. Si de mi dependiese, NICA, y haré lo que sea posible por extender esa idea en la ciudad.
Tomas,
ResponderBorrarMe sumo al acuerdo respecto de tu post. Pero hay que "cranear" algo mas activo para evitar la ejecución de proyectos mineros en los parques nacionales del altiplano.
- Correctamente dices que la mayoría de la mano de obra escogida no será de Arica... Es cosa de ver en Calama como pelean para que en los nuevos proyectos contraten un porcentaje mínimo de gente local (y estamos hablando de enfierradores, jornaleros, etc.).
- En Arica experimentan reales atochamientos vehiculares?.. Todavía en Arica puedes ir en Micro o "a patita" a la playa en pocos minutos, correcto?...Olvida esto si se vuelve realidad tu denuncia.
No se trata de Arica vuelva a ser aldea, pero definitivamente el camino del desarrollo no puede pasar por destruir los parques nacionales (absurdo!!).
IR
IR, ese es mi punto, por mi okey que exploten en el desierto, he visto las piedras verdes en Pampa Camarones y en Caleta Vitor ¿por que no explotan en esos lugares? creo que la clave es el agua.
ResponderBorrarLa minería sin agua no funciona y extraer agua de parques nacionales es la aberración más grande. Sin contar con la amenaza a nuestra calidad de vida que mencionas. Not in my backyard!
No olvides de los finaciamientos de las campañas UDI de donde bienen, solo piensa en un solo nombre...Rosa Gonzalez de donde viene? asi es Promel, ahora Nino Baltolu uno de los politicos mas malos que ha tenido esta tierra finaciados por la misma empresa, asi no se puede.
ResponderBorrarBueno, cargar el muerto a un sector de los políticos me parece muy tuerto. Hay empresarios mineros y pesqueros, etc. que contribuyen a las campañas de todos los políticos: Lucksic, Matte, Navarro entre otros cientos de grandes empresarios que financian a la derecha y la izquierda.
ResponderBorrarLo mismo a nivel localy en el caso de la concertación local fueron funcionarios públicos que se vendieron a vil precio para mantener envenenados a los pobres.
No lo veo como un asunto de política realmente, sino a las élites muy deshonestas, es algo completamente transversal.
yo te apoyo,que salgan las mineras de arica parinacota...
ResponderBorrarTomás, al respecto de lo que dices: "Pero los parques nacionales de Arica son muy distintos a Calama"... no estoy de acuerdo dado que alrededor de Calama tanto hacia la cordillera como al mar, siguiendo el curso de río Loa existen pequeños oasis que con el tiempo se han visto perjudicados enormemente con el crecimiento minero en la provincia del Loa (Chuquicamata- El Abra - RT, etc..). La gente de Chiu-Chiu, por ejemplo, vive de la ganadería y agricultura, hoy sus bofedales se están secando y sus aguas contaminadas por el trabajo minero, y no sólo este pueblo...
ResponderBorrarEl río Loa tenía un gran caudal en los años 70 incluso en los 80, hoy da pena verlo seco... sus enormes cascadas (mucha gente murió ahogada) hoy sólo son un recuerdo... En fin, podría decir más, pero creo que queda claro mi punto... Calama no es distinto a Arica en cuanto a sus parques. El daño será enorme si dejan que las aguas se las lleven empresas mineras... Hay que cuidar la poca naturaleza que nos queda como centros turísticos.
NMZ
NMZ, si, es un punto válido. Ha habido mucho deterioro ambiental en toda esa zona sin duda y el desecamiento de los ríos y humedales es uno de los peores.
ResponderBorrarPero mi punto es que Calama e Iquique han sido históricamente campamentos mineros, desde hace siglos y esa sería una situación bien difícil de revertir hoy.
Arica en cambio tiene la suerte de haber estado protegida por los parques nacionales y hoy está en una encrucijada clave que bien podría arruinar a la ciudad para siempre y convertirla en una segunda Calama si es que los tontos y los ainverguenzas consiguen lo que andan buscando.
Por eso hago la diferencia: Arica DEBE plantearse como destino turístico modelo de limpieza ambiental, no por ser "hippie de mierda" sino porque es la estrategia lógica y más conveniente para la ciudad.