Acabo de terminar de ver la película Gli Amici Del.Bar Margherita (Los amigos del Bar Margarita). Cuando encuentro una buena película italiana me da un placer muy grande -es como fumarme un buen puro- aunque se que con mi mala memoria visual en unos días más no me voy a acordar de que se trataba.
Veo con gusto que el cine italiano sigue sacando buenas películas después de su época de oro, en el neorealismo de los cincuentas. Esta película es del año 2009, el director es Pupi Avati (no tengo idea quien será) y tiene un guión excelente que recrea algunos de los temas favoritos de los italianos: la amistad, la familia, las desilusiones y el amor sincero.
Una excelente película, tiempo atrás vi un mamarracho que se llamaba La Vida es Bella, un culebron cursi que me enfureció tanto que dejé de verla en la mitad, convencido que el cine italiano se había corrompido completamente, por suerte no es así, todavía se hacen buenas películas y sobre todo buenos guiones. Lo mejor de ese cine es que son buenas historias, parece que en ningún otro país del mundo interesan mucho los guiones, hacen puras historias básicas y películas para retrasados.
Buscando alguna imagen para colocar en esta entrada me encuentro que la película completa está en Youtube y se puede ver aquí, véanla si pueden, la recomiendo sin reservas.
El tema del bar es universal, también puede ser un café o un restaurant. Recuerdo que Ettore Scola filmó a fines de los noventa La Cena, una película prácticamente sin argumento, armada de las conversaciones durante dos horas entre la gente que va a comer regularmente a un restaurant, gran película.
El bar es una institución humana entrañable, hay bares a los que le tengo más cariño que a muchas personas. En Ancud durante los años setentas el bar del pueblo se llamaba La Golosina y era regentado por una gorda italiana, cuyo antipático hijo una vez amenazó con pegarme. Doña Gina era un personaje con corazón de oro y en La Golosina nos encontrábamos todas las noches desde el gobernador hasta el último pelagato. Creo que en Ancud también está el bar con mejor nombre que he conocido, se llama Ven a mí.
En Arica a fines de los setentas había un bar -creo que todavía existe con otro nombre- que se llamaba Lusitania, era un lugar bravo con mucha droga y peleas a cuchillo, como las de esos años. Solo conocí brevemente a la fuente de soda más popular de los setentas que se llamaba -si mal no recuerdo- Casanova, estaba en los altos de 21 de Mayo y Baquedano. En los ochentas el bar Bavaria, que era un fumadero de pasta base y el recordado Drive-In Cuchi-Chuchi.
Es increíble como nos hemos infectado de moralismo a partir de los noventas, durante los militares se podía tomar en el auto sin problemas, se podía fumar y el consumo de drogas era más o menos tolerado mientras no existiera violencia o pandillaje, apenas llegó la alegría empezaron a aparecer los malditos santurrones que hoy nos tienen acorralados. Y lo curioso es que son de izquierda y de derecha. Malditas sean sus madres, mil veces malditas.
Pero me estoy desviando del tema principal que es por qué nos gusta ir al bar. Bueno, cuando uno conoce a la dueña y van siempre los mismos es como ir a un club donde se puede perder el tiempo conversando tal como conversamos en este club de ociosos, con la diferencia que en el bar lo hacemos levemente -y a veces fuertemente- narcotizados por el alcohol, todo lo vemos más claro y más bonito.
Mi amigo McDonnell como buen irlandes es hombre de bar, de hecho trabajó en un after hour en Londres un par de años y me decía que los bebedores serios están esperando en la puerta a las 8:30 de la mañana a que el bar abra las puertas. El me llevó al bar de Doña Mechita en el Mercado Colón, que es uno de los más tradicionales de Arica, donde la mayoría de los clientes van desde hace 30 o más años, casi todos los días. A mi me gustó mucho pero dejé de ir porque me pareció medio adictivo, y creo que con los vicios que ya tengo es más que suficiente.
Pensándolo bien este blog es como mi bar virtual y unas pocas veces, cuando me pillan mal parado, hablo (más bien escribo) demasiado y se me pasa la mano, igual que si estuviera un poco borracho, pero eso pasa solo de vez en cuando. Si solo se pudiera transferir cerveza por Internet creo que podría convertir esto en mi bar ideal. En fin, tendremos que esperar hasta que la tecnología esté a la altura de nuestras necesidades. Por mientras los invito a ver la excelente película que les dejé el link y si la ven completa tal vez entiendan por que me dio por escribir estas tonteras.
Recuerdo mis etapa de cabro leso en la U, hijo de una mujer para lo que todo era pecado... llevado por los amigos al bar de la tia tita... por esos años un clandestino del que habia que salir arrancando si llegaban los pacos... la vieja era comunista, tenia su casa camino a la aguita de la perdiz, al lado de la UdeC.
ResponderBorrarPor alli pasaron generaciones de estudiantes. Entre sus cuatro paredes se trazaron lineas de las mejores tesis, patentes, papers, revoluciones, tomas, huelgas, se lloraron amores , fracasos y se celebraron ramos aprobados y propuestas de matrimonio aceptadas... me dio pena cuando murio la tia Tita porque pense que se acababa el bar... pero con su muerte sus hijos hicieron crecer el bar y la leyenda :D
Hasta Arica ha llegado la reputación de ese bar, incluso hay un profesor luterano que salió de la Udec y no toma ni fanta pero lo recuerda igual con cariño ;D
ResponderBorrarVeo que has degustado todo tipo de brebaje en los lugares mas exclusivos. Después de tus correrías nocturnas, la guerra de Vietnam es fantasilandia. Ya me imagino al hijo de la italiana persiguiéndote por todo el lupanar y tu diciéndole ven pa’ca, ven pa’ca poh, si soy tan choro.
ResponderBorrarLos tiempos de la “dictadura” fueron lo mejor. Ahora, entre los estatistas e intrusos de izquierda y los de derecha ya no se puede comer, ni tomar, ni fumar, ni conducir, ni trabajar. No se le puede decir indio a un indio; negro a un negro; maricón a un maricón; comunista a un “movilizador social”; ni pedirle a la “patrona” que haga el almuerzo, ya que puede ser considerado violencia intrafamiliar.
Ahora somos todos iguales…..de huevones y de fomes.
Se han olvidado de la sal? y el fluor en el agua?, si hasta han dicho como sonarse los mocos!!!
ResponderBorrar¿o no se acuerdan de esas esperpentos ministras de la GORDA bacheleinutil!! mañalich y su hijito son crios de pecho frente a esa banda de arpías.
Dentro de poco van a cortar el cable y la red a las 12 de la noche para que nos vayamos a dormir y parte para el que tenga la luz encendida!!!...
Pfffffffffff hijos de la gran p... que los parió!!!!
La tía Tita?.. increible, Yo igual pase en alguna ocasión por ese lugar.
Era un matón el italiano ese, todo un mafiusi a diferencia de su simpatiquísima madre. Ah tiempos aquellos, todas las noches pelea en La golosina, claro que esos peleaban por deporte a puro combo y sillazos. En Arica eran menos pero más malditos. Las 2 o 3 veces que he peleado en mi vida me han pegado hasta que se les duerme la mano, soy muy descordinado así es que no sirvo para eso.
ResponderBorrarY es cierto que los setenta y ochenta fueron mucho más libres de lo que vino después, excepto para los que hacían activismo contra el gobierno, en todo lo demás había mucha más libertad:nadie se enojaba ni criticaba de ver a otro fumando, aunque fuera droga; uno se podía tomar un trago en el auto tranquilamente y solo lo multaban si andaba ebrio; en general había mucha menos moralina que hoy, para que hablar de los sesentas. En eso de las libertades personales en vez de evolucionar hemos retrocedido enormemente.
La tontera contra el tabaco y el achohol se origino en California a finales de los 80. Comenzo con ex-hippies atontorronados, pero luego los republicanos cacharon que podian multar y encarcelar....y agarraron papa a mil. Chile esta muy "adelantado" en ese aspecto porque ya es una fotocopia de Disneylandia.
ResponderBorrarAclaracion. Girardi y Fulvio Rossi no son de Izquierda. Son "progresistas", mamertos obsecionados hasta el absurdo con sandeces tipo humo de segunda mano. La gente de izquierda de verdad, como Moulian o Garreton (el academico), se preocupa de cosas mas importantes.
Curiosamente California es también el estado donde hay mayores facilidades para producir y consumir marihuana con fines medicinales (dicen que es muy buena para los dolores de espalda y el stress, por lo que me han contado). O sea, copiamos lo peor en lugar de las cosas buenas, eso porque somos católicos conservadores y muy socialistas.
ResponderBorrarDon Tomás Moulian es un gran intelectual, lo conocí en Arica y tiene algunos libros excelentes, Garretón vale callampa igual que todos los demás ex Mapu: Tironi, Correa, Brunner et al. En mi opinión, claro.
A Brunner, aunque pasó express de técnico a doctor en sociología le reconozco que es muy culto y tiene muchísimas publicaciones, es un amplificador de los clichés políticamente correctos de la izquierda internacional pero al menos sabe redactar de corrido.
ResponderBorrarUn caso parecido es Luis Riveros, que de profesor de estado pasó a master y a ¡doctor en economía! claro que la productividad intelectual de Riveros es pauperrima, ni se acerca a la de Brunner.
Ambos doctorados en la universidad de Oxford parece que allí hay un medio PITUTAZO, hasta Lagos Weber trató de hacerla pero al final no le dieron la pasada
Hay varios Garretones:
ResponderBorrarManuel Antonio Garreton. Academico de izquierda y cabal.
Oscar Guillermo Garreton. Oportunista y concertacionista a cabalidad.
Fisicamente tambien son distintos: el primero es pelao tipo melon con flecos, como Ludwig von Pato; el segundo tiene aspecto de chancho (era que no).
¿Películas italianas?. ¿Y que tal esta?. Si no te gusta estás para la jubilación.
ResponderBorrarhttp://www.youtube.com/watch?v=aNFHu4uF22o
Ya me gustaría ser Marcello Mastroianni.
Esa no la he visto. Y a mi me gustaría hacer la de Vittrio Gassman:
ResponderBorrar"El tipo está bailando con una hermosa mujer –una de esas italianas infartantes que nos enseñaron a diferenciar entre el ardor y la opulencia de la mujer latina y el diseño Max de las estrellas de Hollywood–, el tipo la estrecha sin pudor, ella feliz, y de pronto él le muerde una oreja. Ella lanza un aullidito y él sonríe, la mira y dice: “Modestamente”. La película la había dirigido Dino Risi y se llamaba Il Sorpasso. El tipo era Vittorio Gassman, a quien todos los argentinos envidiaban porque no le faltaba nada: pinta, talento, desenfado. El modestamente se hizo famoso. No hubo quien no soñara morderle una oreja a una mina y decirle “modestamente”. No hubo quien no soñara ser Gassman". (José Pablo Feinmann)
En "los amigos del bar..." hay un guiño de homenaje a Gassman y su salida: "modestamente"
En realidad la explicación de Feinmann es elegante pero no exacta, la explicación sin censura es que Gassman le da un "puntazo" bailando, la dama pega un gritito de asombro por las dimensiones y Gassman dice su frase para el bronce "modestamente".
ResponderBorrarPerdonando la grosería, modestamente, ¿a quien no le ha pasado? ;D
Il sorpasso es otra delicia de la comedia italiana y también se puede ver COMPLETA en http://www.youtube.com/watch?v=ylvrY3EJhUQ
ResponderBorrarYo desde el primer minuto me identifiqué con el personaje de Trintignanc
Acabo de ver la película, para ser más exactos la rubia le dice ¡UH-LA-LAAAA! y Gasmann le contesta con voz tímida "modestamente"
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