No se puede ser tonto toda la vida

A la hora que escribo esto -más o menos- en esta misma fecha pero en 1973, estábamos todos en Ancud, en la cocina en la casa de los Norambuena Jipolou adonde yo vivía, escuchando la radio. Estaban en cadena nacional y solo tocaban marchas interrumpidas por los comunicados: bando número uno, número dos ya así. Pocos meses antes hubo un intento de golpe pero fue sofocado por los mismos militares, así es que todos escuchábamos con preocupación lo que estaba pasando. Esta vez si que era en serio.

Se insistía que nadie saliera a la calle, algunos que no hicieron caso fueron confundidos con atacantes y muertos a tiros, como el jefe del Servicio Agrícola y Ganadero en Quellón, que tuvo la mala idea de ir a entregarse en un jeep ruso. Era el mismo jeep que habían usado los saltamontes nicaraguenses, que pocas semanas antes habían estado entrenando a la gente del MIR en la zona. El tipo fue abatido a tiros frente a la comisaría de Carabineros, que eran muy pocos en el pueblo y estaban bastante asustados. Nadie tenía muy claro lo que estaba pasando.

En Chiloé no habían cuarteles militares, así es que mandaron compañías desde Puerto Montt que desde la mañana empezaron a patrullar las calles. Todos los jefes políticos del gobierno de la Unidad Popular fueron detenidos y enviados a Puerto Montt, también los dirigentes jóvenes como Francisco Avendaño Borquez, del Partido Comunista, Cárcamo y otro del FER de cuyo nombre prefiero no acordarme.

Avendaño (21 años) había sido hasta el año anterior presidente del centro de alumnos de nuestro liceo y fue falsamente incriminado por el tipo del FER que a los pocos meses se andaba paseando por la calle. Encontraron un barretín escondido con armas, luego de un juicio sumario Avendaño y Borques fueron fusilados. Esto lo he contado varias veces pero nunca será suficiente, hay que saber como era la cosa en esos tiempos especialmente las traiciones entre mucha gente de izquierda.

También los dueños de fundo, que los habían echado de sus tierras, organizaron por todo el sur comandos para tomarse la revancha apoyados por algunos jefes militares regionales. Eso fue especialmente violento en las provincias de Osorno y Cautin, donde muchos terratenientes la habían pasado muy mal y les llegó el momento de desquitarse. Muchos activistas de izquierda, junto con otros que no tenían nada que ver, terminaron desaparecidos en el fondo de los lagos.

En fin, una época muy violenta de nuestra historia. Allende jugó hasta el último día con lo de la guerra civil aunque en 1973 ya no tenía el control de nada, todo el aparato productivo y las tierras estaban tomadas por "espontaneos", patrocinados por el MIR y el Partido Socialista, convencidos que les había llegado el momento de ser jefes. Y lo fueron durante un poco tiempo, uno o dos años.

En fin, después de todos los años solo puedo agradecer porque nos salvamos de una grande. En Chile nunca iba a ser como la revolución cubana porque la izquierda era muy poca en esos años, Allende salió con poco más de un tercio de los votos pero estaban determinados a conquistar el poder total, esa frase no es mía, eran las propias palabras de la Unidad Popular. El golpe militar era inevitable, bueno, la otra alternativa habría sido una dictadura socialista pero afortunadamente no tuvieron la oportunidad.

Todo tiene su lado bueno, el golpe militar nos ha dado casi 40 años de orden, prosperidad y progreso. Claro que nada es eterno pero todavía tenemos para rato. La izquierda actual ya no tiene nada que ver con la de antes, ahora son posers que conservaron solo la retórica, son tan burgueses, tontos y abusadores como cualquier oligarca. En verdad hoy son parte de la oligarquía: izquierdistas pero no rotos, odian a los rotos.

Y bueno, como todo 11 de Septiembre posteo más o menos lo mismo, una vez más aprovecho de agradecer a los militares que sacaron del poder a esos pelmazos, entre los que me contaba yo mismo en esos años, pero uno no puede ser tonto toda su vida ¿no?.

P.D. mientras muchos traidores -que salvaron el pellejo delatando a rivales políticos- se inventaron una leyenda de héroes, tuvieron generosos trabajos durante la concertación y hoy viven de los beneficios del estado, la familia de Francisco Avendaño y los otros cinco que fueron fusilados nunca recibieron un peso de indenmización. Seguramente varios saben lo que pasó y les interesa echar tierra al asunto. Así se escribe la historia.