Los partidos políticos no existen. Estuve leyendo un articulo de Daniel Brieba llamado Reforma al Sistema Electoral Binominal: elementos para el marco común de discusión donde hace un largo análisis de los pro y contras del binominal y de como tendría que ser el eventual reemplazo, donde me encuentro con una afirmación sorprendente
"Esto es especialmente cierto cuando los partidos en cuestión tienen raíces profundas en la sociedad, como ha sido en Chile por la mayor parte de su historia republicana"
¿Se refiere a Chile en Sudamérica, el mismo país donde yo vivo? Seguro que es una broma, porque en nuestro país todas las encuestas de opinión muestran de manera consistente que los partidos tienen un índice de desafeción cada vez más alto y están al tope de la escala de desprestigio. Solo hagan este pequeño experimento mental ¿cuantos militantes convencidos conocen personalmente? yo los cuento con los dedos de mis manos y me sobran 10 dedos.
El autor considera estas "raíces profundas" algo tan evidente que no agrega ni una palabra para respaldarlo con algún hecho ¿vive en Chile? ¿en el planeta tierra? Y ojo porque esa frase es el puntal en que se arma todo su artículo de 34 páginas. Las ciencias sociales casi siempre son defectuosas, superficiales y tendenciosas, pero creo que las ciencias políticas a veces se les pasa la mano.
Mi mamá fue demócrata cristiana toda su vida y a nuestra casucha en la Población Santiago llegaban a tomar tecito los próceres de la época: Bernardo Leigthon, Rafael Gumucio y nuestro eterno candidato Hugo Sepúlveda Rey (un regidor de Ley) que no salíó jamás. En los años sesenta era cuando la Democracia Cristiana vivía su máximo esplendor.
¿Conocen la expresión "subirse al carro de la victoria"? Era un camión de campaña, 17 metros de largo de la Democracia Cristiana, cerrado y con el techo reforzado para usar como escenario: una maravilla tecnológica para la época. Yo puedo decir que me subí al carro de la victoria con mi mamá en 1964 y no solo en sentido figurado. Ese carro simbolizaba el poder arrollador de la DC -que duró la nada misma- fundado en otra ilusión de los politólogos de esos años: que todo Chile es de centro.
En esos años los partidos tenían muchos más militantes ¿saben por que? resulta que para conseguir un trabajo, un préstamo, una jubilación que no fuese de hambre y hasta un pollo o un kilo de pan había que estar inscrito en algún partido. Los sindicatos eran obligatorios y había que pagar cuotas sindicales te gustara o no, los dirigentes sindicales eran políticos en formación, todos militantes con aspiración de directivos y estaban llenos de privilegios. Por eso todo el mundo militaba en un partido político, solo los millonarios se podían dar el lujo asiatico de ser independientes o derechistas.
Pero en esos años, igual que ahora, los partidos eran camarillas donde no más de 10 personas manejaban todo el poder y dirigían al resto del perraje. Los partidos ya eran una tremenda farsa para encubrir las oligarquías de dirigentes, que se agarraban a trompadas durante los discursos en el senado y luego bromeaban alegremente en el comedor. Esa era la famosa amistad cívica tal como la entendían.
Veamos como es hoy, según Servel, el año 2009 los partidos politicos tenian 840.000 militntes, ese año votaron como 7.000.000 o sea es como el 12% de los que votan ¿y cuantos de esos serán verdaderos militantes? para que se hagan una idea el Partido Humanista tiene más militantes que la UDI, hasta en eso son falsos.
De esos 800.000 supuestos militantes una buena parte no tiene idea que milita en un partido, simplemente usaron su nombre, otra parte importante se inscribió como requisito previo para conseguir un trabajo en ese paraíso de los flojos y abusadores que se llama Fisco. Y finalmente llegamos al grupito de poder, los que realmente cortan el queque que cabrían perfectamente dentro de la pieza de 3x4 donde estoy escribiendo esto, creo que me sobraría espacio.
Ahora que los "partidos" (o sea los 4 gatos oligarcas) se pusieron de acuerdo contra el binominal no tiene ningún caso discutir el tema, porque no tendremos pito que tocar. Apenas se pogan de acuerdo esos cuatro gatos investidos de poder, se van a sentar en la opinión de todo el mundo y harán lo que estimen más favorable a sus propios intereses. Es un hecho: da lo mismo que opinemos nosotros porque esto es algo que se va a definir -si es que no está ya cocinado- entre cuatro paredes.
Es inútil discutir algo que está fuera de nuestro poder -es como si yo me preocupara de la colonización de Marte- por eso al artículo mismo no le encontré pies ni cabeza. Creo que la ciencia política existe en un universo paralelo al que vivimos toda la gente común. Creo que los partidos políticos no existen, tal vez nunca existieron como instancias de participación ni de expresión social de mayorías ciudadanas. Son solo una ficción útil a los jerarcas y a los que viven bajo su sombra.
Ahora, con sesudos razonamientos de ciencia política, están empezando a justificar la vuelta a los sesentas: los partidos microscopicos como la Union Socialista Popular, el PADENA, la Acción Popular Independiente, Partido Laborista Agrario, el PIR, partidos con un presidente, una campanilla y un timbre que gracias a las cuchufletas del sistema proporcional conseguían puestos en el congreso y en las votaciones eran las bisagras que decidían el desempate.
¿De donde habrán sacado eso de "las raices profundas en la sociedad" de los partidos políticos? es la idea más ridícula y fantasiosa que he leido en años ¿que edad tendrá el autor de esa idea? creo que eso explicaria algunas cosas.
"...es como si yo me preocupara de la colonización de Marte"; Jajaja!!!
ResponderBorrar(J&1/2)
¡O del precio de los diamantes en Amberes! ni pito que tocar pues...
ResponderBorrarMi madre es demócrata progresista, aunque no consigue serlo ya más porque el partido ya no se presenta a elecciones. Ella cree haber leído que forman parte de una coalición con los socialistas y radicales - aunque no es seguro tampoco, porque ya casi no escucha los viejos apellidos. Aunque en general los demócratas progresistas eran muy antiperonistas, al menos yo recuerdo un par a los que les gustó mucho Menem. Es evidente que han elegido mimetizarse, no hay forma de saber donde están o donde no, y ella ya no sabe a quien votar.
ResponderBorrarNunca fueron mucho más que un partido provincial, aquí en Santa Fe. Su líder, De la Torre, acaudilló en el siglo XIX varias rebeliones de radicales y ligas agrarias contra el conservadurismo pero luego tuvo un duelo con el líder radical, Irigoyen, que le cruzó la cara de un sablazo.
Desde entonces De la Torre usó barba y fundó su propio partido.
En el golpe del 30 se opuso al primer gobierno cívicomilitar y al fraude electoral. Denunció una colusión con los frigoríficos británicos para privilegiarlos en la exportación de carnes y un asesino a sueldo intentó matarlo en plena sesión senatorial - pero sólo mató a Bordaberre, su socio de bancada.
Después De la Torre tuvo muchas deudas y se pegó un tiro en vez de pagarlas, como corresponde a un caballero.
Luego los demoprogresistas se fueron extinguiendo irremisiblemente. El último que yo recuerdo claramente fue intendente de nuesto pueblo hace décadas - con el voto de mi madre, seguro - , endeudó el gobierno comunal tanto como a sí mismo y en vez de pegarse un tiro se murió de causas naturales y les dejó las deudas a los demás.
Ser de un partido extinto tiene sus encantos, igualmente. Las viejas amigas de mi madre llaman cerca del día de las elecciones y le preguntan por el doctor tal o el doctor cual. Ella les informa que ya no están en ninguna lista o, más generalmente, que ya se han muerto. Ella se fastidian y deciden no ir a votar, algo que pueden hacer porque son mayores de 70 años.
jajaja Ulschmidt ¡esa política de antes, con duelos y asesinatos en el congreso! eran verdaderos culebrones.
ResponderBorrarAcá en Chile era bien parecido, en los años 30 hubo asesinatos políticos y violencia callejera entre milicias, matanzas, república socialista, rebelión de la Armada, ufff, muy parecido a las historias argentinas.
Curiosamente no recuerdo ni un solo político que haya muerto endeudado. Algunos murieron pobres, como Arturo Alessandri Palma, la gran mayoría estiró la pata bien forrados o por lo menos confortables independiente de ser de derecha o izquierda. Con deudas ni uno que yo recuerde. Debe ser porque acá nadie se atrevería a cobrarle a un político :D
Alucinante la historia de los demócratas progresistas, creo que los únicos cientistas políticos cuerdos que he conocido en el mundo son Les Luthiers (o como se escriba). Esos si sabían de ciencia política.
El partido de la madre de Ulschmidt seria grito y plata en Chile: "democrata progresista". Que mas se puede pedir?, las tiene casi todas.
ResponderBorrarAunque yo le agregaria pupular y de centro.
"Partido democrata progresista popular de centro". Con ese nombre arrasamos.
Cabe destacar que el autor del estudio que Tomás critica acaba de doctorarse en Ciencia política en la Universidad de Oxford. Pero como Tomás bien dice, los cientistas políticos viven en una realidad paralela
ResponderBorrarO mejor todavía: "Partido Democrata Progresista Popular y Chentro Shochial"
ResponderBorrarPartido democrata progresista popular de centro social igualitario Podría ser ¿no?
ResponderBorrarAnónimo, estaba pensando que tal vez no se trata que en ciencia política no vean la realidad sino que se trata de una especie de "ingeniería" política, utilitaria a los objetivos de los partidos políticos que son sus potenciales clientes.
Yo he leído un par de libros políticos de Tomás Moulian que son bien interesantes pero casi todo lo que producen desde ciencia política tiene que ver con racionalizaciones para explicar lo inexplicable y recetas para ganar elecciones.
Bueno, Moulian es sociologo en todo caso. Sin saber mucho como es la cosa me da la impresión que la relación de cientistas políticos con políticos es como la de ingenieros comerciales con empresarios, más o menos una relación empleado-patrón.
De centro social igualitario..........y moderado. Para que no queden dudas.
ResponderBorrarQue manera de engrupir a la gente estos políticos. Son capaces de ponerle y cambiarle el nombre a todo lo que se mueve y lo que esta quieto para que parezca lo que no es.
uninominal, 2 cargos por distrito, servel electronico, donde puedas crear partidos afiliarte, desafiliarte, cambiarte de comuna, presentarte a candidato (y que si te apoyan una manga de huevones compitas) siguiendo el modelo del sii o tesoreria, una cuanta donde vas a buscar la clave la primera vez.
ResponderBorrary voto en papel.
Yo haria la version chilensis de caza pesca y tradicion
¿Sabes que? yo creo que no existe sistema que mejore las malas decisiones de una mayoría de pelotillehues con derecho a voto, es algo que la ingeniería electoral no puede solucionar.
ResponderBorrarSi los que votan son mentalmente flojos, incapaces de relacionar causas y efectos, influenciable, más fáciles que la tabla del uno y dispuestos a vender elñ voto a la primera al mejor postor el sistema electoral da lo mismo.
Imagínate que con los mismos que votan hoy hacemos un sistema uninominal que sea perfectamente representativo ¿que pasaría? te apuesto que llega el peronismo a Chile, te la doy firmada.
No se si a ti te lei que la gente del partido conservador se asusto de que los rotos con estudios o bolichitos, estaban teniendo derecho a voto censitario y quitandoles el poder...
ResponderBorrarpor eso el partido conservador creo el voto universal, para arrear huasos que sabian leer y escribir.... su nombre a votar.
jaja no, esa no la había escuchado! pero la izquierda en Chile tiene orígen en las clases altas igual que la derecha. Pipiolos notables fueron Bilbao, Santiago Concha, Beaucheff, Ronsixonni, Vicña y otros palogruesos.
ResponderBorrarLos radicales Matta, Gallo y muchos otros fueron millonarios. Chicho Allende de la burguesía profesional y para que hablar de Carlos Altamirano Orrego.
Chile fue la cuna de la izquierda caviar :D
El mejor negocio es volverse socialista militante, no pierdes nunca y mejor si partes con plata.
ResponderBorrarMe acuerdo cuando el Chicho fué a la UTE, fué todo un espectáculo de luces y colores.
¡Adonde hay que anotarse Renato! jajajaja
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