05 febrero 2015

La decadencia



Es el tema recurrente. Siempre que nos juntamos con el grupo de amigos -cada vez más chico por culpa de los que se mueren- empezamos a hablar de la decadencia, siempre. Ya no somos como antes, a quien le toca morirse ahora y todo eso. Y cada uno se está adaptando al proceso a su manera.

Algunos se niegan a aceptar que ya no son jóvenes y tratan de mantener el mismo ritmo -forever young- hasta que un día amanecen muertos, esos son para mi gusto los más simpáticos, por algo tengo dos amigos muertos de cirrosis y otro de sobredosis que quemaron la mecha lo más rápido posible. Otros que van por ese camino salieron más duros de matar. No los culpo, si al final todos vamos a enfermarnos y estirar la pata no tiene mucha lógica cuidarse tanto.

Y hay otros que han hecho de la seguridad el objetivo de su vida, planifican con mucho cuidado el momento de la jubilación, se chequean en el médico a cada rato y se sacrifican trabajando por el futuro, que ya es muy corto para ellos. También son simpáticos en su ilusión de creer que tienen todo controlado. Me imagino como se van a angustiar cuando se den cuenta que ese control es pura fantasía, basta un soplido para derrumbar ese castillo de naipes.

Es chistoso porque la decadencia empieza desde que nacemos. Me divierte escuchar al Tomás Jr. que está en sus veintitantos, conversando con sus amigos sobre los viejos tiempos del liceo, igual como yo converso con mis compañeros de la universidad, todo tiempo pasado fue mejor, ya nada es lo mismo, nosotros si que éramos bacanes, blabla.

Pero en algún momento nos viene el verdadero viejazo. De un día para otro nos damos cuenta que perdimos la apariencia y se nos aparece en el espejo alguien que no somos, o que al menos que no se parece en nada a nosotros. En mi caso me llegó el viejazo en el año 2001, cuando cumplí 46 años y hasta escribí algo sobre esa chocante experiencia.

Han pasado 14 años desde que me di cuenta que estaba viejo ¿algo que decir? No mucho, aparte que no pensé que iba a llegar a los 60 tan pobre, pero esos son detalles, en lo importante estoy perfecto.

Y aunque me siento igual que cuando tenía 18 añitos, la decadencia avanza sin prisa pero sin pausa: apenas me queda pelo, aparecen lunares que crecen, leo los síntomas de la insuficiencia renal y los tengo todos, en verdad tengo síntomas de muchas enfermedades, pero que diablos, de algo me tengo que morir, como dice la canción "en la hora de nuestra muerte, amén"

Desde hace algún tiempo toda la gente está hablando más despacio, la tele también entró al complot bajando el volúmen ¡no se escucha nada!, aumentaron el tamaño de los escalones porque cada día cansa más subirlos. En los diarios y computadores les dió por colocar letras microscópicas, el trago lo hacen peor que nunca porque me emborracho y paso dos días enfermo. Antes era mejor, todo el mundo hablaba fuerte, las escalas se subían sin esfuerzo y las letras eran enormes, además pasaba una semana tomando y quedaba igual. Ah la decadencia.

El otro día una cajera gordita del supermercado me dijo ¿quiere donar cinco pesos joven? yo le dije "por lo de joven le donaría cinco lucas", hasta le habría pedido la mano, si no fuera que yo soy un tipo serio.

Apenas me quedan rastros del buen lejos que tuve alguna vez. A una amiga de los tiempos aquellos la pasaba a ver seguido para conversar y reirnos un rato, y cada vez que pasaba me decía ¡pero que estás pelado!, ¡oye que estás viejo!, ¡no te rias por ese lado porque se ve el diente que te falta!. En fin, ahora me da susto pasar a verla ¿que me irá a decir esta vez?. Ah la decadencia, como cantaba el gran Oscar Avilés antes de morirse

Tuve amores y mujeres a porfía
fui mimado y halagado con afan
más aquella juventud que yo tenía
fue muy loca y no la supe remediar

Aunque todavía no soy un viejo chuñusco como el doctor Chapatin voy para allá ¿como irá a ser la cosa? Recuerdo que mi papá -que murió a los noventa- pasó los últimos diez años furioso porque no se moría "¡ya no tengo nada que hacer vivo! ¿por que no me llega de una vez?" reclamaba. Hay viejos que se les exagera la vanidad que siempre tuvieron y andan de punta en blanco, otros son desaseados y mal vestidos, más que seguro que yo seré de esos últimos.

Por si no se nota tuve un mal día y ando con los monos, pensamientos fúnebres rondan mi cabeza ¿como será cuando estire la pata? ojalá que me despache rapidito nomás, otra amiga me decía que quería morirse de a poco, a lo Margarita Gauthier supongo. Para mi no gracias, ojalá que sea de un zuácate, que esté tan podrido por dentro que no me puedan hacer nada. Ojalá que me despresen para una escuela de medicina, me encantaría eso aunque mi hígado difícilmente es apto para donarlo. Y que desués de unos días de llanto y fingida tristeza, tods se olviden que pasé por este cochino mundo. 

En fin, habrá que tratar de envejecer con gracia porque con desgracia no sirve. No pienso quejarme de la decadencia o de los achaques, mejor los tomo para la risa. Cierro con un buen refrán: "viejos serán los caminos, pero igual echan polvos".

15 comentarios:

  1. Eso de pensar que el tiempo de uno fue mejor o sentirse viejo está tan dentro del ADN humano, que es raro encontrar quien no caiga en eso y no los culpo, es que el tiempo siempre sorprende.

    ResponderBorrar
  2. Tranquilo, en fin todos moriremos. Por este es necesario vivir mientras tenemos la vida. Aparte de tu vida la cosa mas preciosa que tienes es tu tiempo entonces la manera en que lo pasas es importante.
    Ademas el tiempo pasa mas rapido con edad (segun Einstein el tiempo pasa mas lento con velocidad!).
    La vida es una inversion dado que pagas un dia de tu vida para cada dia que vives. Un precio alto. Que no lo olvides.

    ResponderBorrar
  3. -Para Nacer he Nacido- dijo Pablo Neruda en unos de sus libros autobiográficos, dejando la muerte en segundo plano, creo que la trascendencia es importante a la hora de pensar en el fin, dejar algo importante, cumplir sus sueños, hacer lo que siempre anhelo, para ser recordado por el aporte, en fin, como dicen, todos tenemos una misión en este mundo, a tu edad Tomas estas en el momento preciso para cumplir y realizar lo que tanto deseas, el miedo, la vergüenza y el temor al fracaso son nuestros enemigos a vencer permanentemente y para el -viejazo- evitar el espejo, en lo posible y estaremos condenados al éxito.

    ResponderBorrar
  4. Frx, en mis tiempos hijitos todo era MUCHO mejor ¡ñaca, ñaca que se me suelta la placa!

    Ah Kirill eso si que es seguro, todos vamos a estirar la pata en cualquier momento. ahí se termina el mundo y todos los problemas.

    Pasar bien el tiempo, claro, que riqueza más grande, cada minuto agradable es un activo. A mi el tiempo me pasa muy rápido a veces y otras muy lento. Cuando pienso que el tiempo pasa rápido me voy a hacer fila a un banco o al dentista jaja ¡es interminable, insoportablemente lento!

    Yo creo que lo mejor es no pensar mucho, cuando uno se pone a pensar vienen las preocupaciones y todo se pudre, mejor no pensar demasiado.

    ResponderBorrar
  5. Anónimo ¡que gran idea! voy a sacar los espejos jajaja, o sencillamente no me miro más en uno. Muy bueno ese libro de Neruda, es en prosa y habla de casi todo, una joyita igual que "Confieso que he vivido", muy buenos ambos.

    Ya no tengo ambiciones de nada ni quiero trascender, ojalá todos se olviden que existí a la semana de muerto, bueno, tal vez lean "el blog del finadito" ¡maldición!

    Y sobre la plata hago mía esa gran frase de Montgomery Burns "daría todo lo que tengo por tener un poquito más" jaja. Mentira, me da lo mismo mientras tenga lo mínimo estoy perfecto.

    ResponderBorrar
  6. Jajajaja, sí, siempre hay que aprovechar el tiempo que se puede, así que a pasarla chancho mientras se pueda nomás :D.

    ResponderBorrar
  7. Tomás, Con ese texto solo queda decirte RIP...Pero mañana será otro día.
    Ya al final podrías dejar un bot implementado que reenvie post antiguos, los revuelva un poquito.
    ivanr

    ResponderBorrar
  8. Hey no es mala idea! tengo 3372 entradas, cuando complete las 3650 tendré para llenar 10 años con una entrada diferente todos los días, no me había dado cuenta jaja

    ResponderBorrar
  9. Ahí puedo estirar las chalas o irme a unas merecidas vacaciones a Santa Cruz de la Sierra.

    ResponderBorrar
  10. Mucha decadencia en el mundo, sobre todo esta:

    http://trome.pe/malcriadas

    :)

    ResponderBorrar
  11. ¡mujerzuelas! uhhhh, slurp. Se me hace boca el agua, lástima que yo soy un tipo serio

    ResponderBorrar
  12. Sólo faltan juegos de azar XD.

    ResponderBorrar
  13. Mmis disculpas por autocitarme: uno tiene la edad de lo que se come.
    La receta va implicita y funciona hasta la muerte, amen.
    En caso de imposibilidad fisica de comer, un buen balazo no es malo.

    ResponderBorrar
  14. decía un verso italiano

    Cuando el vigore e bene
    Avanti con el pene !
    E si el vigore mengua
    Avanti con la lengua!
    Ma si el vigore e nulo
    Avanti con el ....

    ResponderBorrar
  15. Frx y las bebidas espirituosas

    Wilson, Anónimo, uno no puede tener todo al mismo tiempo y las jovencitas pueden ser cualquier cosa menos económicas, la sabiduría popular lo dice muy claro "billetera mata a galán" y aunque a mi me gustaría (¡claro que me gustaría!) servirme jóvenes pimpollos eso no está al alcance de mis modestísios medios de vida.

    La alternativa sería trabajar para pagarme esos vicios pero no gracias, no nací para eso y esa no es alternativa. Cuando reciba una herencia millonaria de un desconocido pariente de África tal vez.

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"