Así es como cada 24 de diciembre se me corta la leche y paso algún mal rato. Pero este año fue un poco más divertido porque encontramos una parrilla, así es que nos pusimos con el Tomás Jr. a preparar la "cena navideña": un pollo chamuscado empapado en un montón de menjunjes, papas asadas a las brasas que quedaron crudas y una salsa que prepara el Tomás Jr. que tiene buen sabor pero es más pesada que Nicolás Maduro. Al menos nos divertimos preparándola.
Después de una comida muy austera -que me recordó como pasábamos estas cosas cuando yo era chico- recibí mis regalos: una colonia, un desodorante y dos boxer. Dije como todos los años "me lo merezco, merezco esto y mucho más" y buenas noches los pastores. El espíritu navideño se vengó de mí porque desperté en la noche con ganas de vomitar y un asqueroso sabor metálico en la boca, tal vez un anuncio que se terminarán los años de buena suerte y ahora si que empezaré a enfermarme. Tomé un poco de bicarbonato, vuelta a la cama y hasta hoy, todo de nuevo.
Esto se parece al día de la marmota, todos los años lo mismo.
Por aquí nos comimos un rollo de carne con tocino más papas duquesa, estaba realmente delicioso y los regalos dignos para un ñoño como yo :D.
ResponderBorrarOtra navidad mas, y aun no recibo los regalos que quiero: una camiseta del Conce, y un libro de cocina.
ResponderBorrarMe los podría comprar perfectamente, pero no es la gracia.
La cena cocinada por mi mamá igual de rica que siempre. Mal que mal son más de 40 años con el mismo menú..... Pero igual me gusta, y no lo cambio.
Frx, Pablo, una más y una menos. Mañana estrenaré los calzoncillos que me regalaron, supongo
ResponderBorrarAh, y una pata de jamón Serrano, otro regalo que nunca me ha llegado
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