Esta entrada salió el 3 de septiembre de 2017 y creo que merece ser re-publicada por algunas razones que paso a explicar enseguida. Ya es un lugar común en América Latina que los chilenos somos arrogantes y miradores en menos, pero hubo un tiempo, amigos, que yo puedo recordar perfectamente, hasta los años setenta, en que éramos un país de acomplejados donde el deporte nacional era hablar de lo malo que era nuestro país y su gente. Entonces todos teníamos un ojo puesto en el extranjero como si fueran paraísos y modelos de todas las virtudes.
Admirábamos el orden en Alemania, la cultura de Francia, la prosperidad de Estados Unidos, la pachorra de Argentina y muchos otros países que siempre poníamos como ejemplo de lo que nuestro "pobre paisíto con vista al mar" debería llegar a ser algún día. La cosa es que en los ochentas todo empezó a cambiar, tuvimos varios avances y pasamos a creernos los jaguares de América Latina: del jabón Gringo al Camay sin etapas intermedias.
Hay algo bueno en todo esto, aunque los prepotentes y chauvinistas son bastante desagradables -y abundan en todos los países de América Latina- creo que es muy bueno que la gente se empiece a sentir orgullosa de su país y que eso se traduzca, más que un menosprecio a los demás, en cierta seguridad en si mismos, unidad nacional, ausencia de envidia y convencimiento interno que se pueden hacer muchas cosas que antes creíamos imposibles. El orgullo también puede tener sus cosas buenas. Aquí va:
Orgullosos de ser chilenos
Un interesante comentario de Gustavo me llamó la atención, lo voy a copiar textual, dice así:
Salvo cinco o seis, Chile no tiene grandes poetas. Salvo cuatro o cinco, no tiene grandes pintores. Salvo tres o cuatro, no tiene grandes músicos. Salvo dos o tres, no tiene grandes científicos. Es culturalmente pobre e intelectualmente rústico.Tampoco tiene (en términos generales) una educación de calidad o un sistema de salud decente. Su único mérito, si acaso, es el desarrollo económico... pero la economía es, de todo esto, lo que menos importa para hacer digno y respetable a un país. Así pues, ¿por qué sentirse orgulloso de ser chileno?
He escuchado una idea parecida varias veces en distintas versiones y creo que es una pregunta válida a la que vale la pena darle su par de vueltas. Lo que señala acerca de los poetas, músicos, científicos y lo demás es correcto, aunque no creo que sea una buena medida de orgullo por razones que explicaré más adelante. Pero partamos por eso de "sentirse orgulloso"
En las religiones cristianas el orgullo es un pecado capital. No solo eso, es el peor de los pecados capitales porque se dice que por orgullo Adan fue expulsado del Paraíso, por pretender tener igual conocimiento que Dios cuando se comió la manzana. El orgullo está muy ligado a otro pecado capital, la soberbia, al punto que algunos dicen que es más o menos lo mismo, porque el orgullo siempre lleva al menosprecio de otro, explícito o silencioso.
A mi que no soy religioso, apenas tengo la fe del carbonero y no le tengo ni pizca de temor a Dios, al asunto no me afecta y soy bastante orgulloso, cosa que me ha traído siempre dificultades. He perdido muchas oportunidades de toda clase por mi orgullo, ni hablar de las minas cuando era un jovenzuelo, por ejemplo por dar el ejemplo más notorio.
El punto es si resulta bueno o malo sentirse orgulloso de algo. Como regla general yo creo que es malo, el orgullo nos distorsiona la película, especialmente cuando se basa en cosas como los hinchas de fútbol y el patrioterismo. En ese sentido creo que el orgullo de ser chileno, ariqueño, peruano, boliviano, de ser hincha de Colo-Colo o lo que sea es una especie de enfermedad o defecto.
Pero sea como sea es un sentimiento muy agradable, bien encauzado nos puede llevar a superarnos y hacer grandes cosas, por ejemplo en las guerras, la mayoría de los héroes de cualquier país han actuado por orgullo y por algo se muestran como ejemplos a seguir.
El problema -creo yo- es en que basamos nuestro orgullo. Si es por orgullo de ser chilenos, no hay que olvidarse que Chile tiene (más o menos) el 0.24% de la población mundial, así es que sería insólito pensar que vamos a estar llenos de premios Nobel, poeta o científicos de primera línea, eso sería absolutamente anormal y solo se da -hasta cierto punto y solo en promedio- con los judíos askenazis, que igual tienen su carga de defectos.
Ahora, si estamos orgullosos de ser ariqueños recordemos que la Región de Arica y Parinacota es la más pequeña y menos poblada de Chile, con alrededor de 200.000 habitantes, los intelectuales, científicos y gente destacada en general son siempre un pequeño porcentaje de la población, así es que nadie se debería extrañar si no tenemos ni uno solo, es perfectamente normal.
Pero uno puede estar orgulloso de otras cosas más lógicas aunque subjetivas. Mis mejores amigos han sido siempre chilenos o latinoamericanos, creo que hay algo en nuestra manera de ser que nos distingue -para mejor- en cuanto a la amistad, creo que en general somos más considerados y no vemos todo como un negocio, como ocurre en otras culturas. Tal vez hablamos menos pero sentimos más. Claro que hay de todo, en Chile y en todas partes, pero creo que en promedio la gente de acá es buena tela.
También creo que los chilenos podemos estar orgullosos de nuestra historia, Bulnes, Portales, Mont, Varas, Sotomayor, Prat y varios más, fueron personas que en la paz y en la guerra supieron estar a la altura de la situación. Claro que nadie es perfecto ni unidimensional, no creo en los héroes de cartón de los libros escolares, pero hay muchos que supieron portarse decentemente. Supongo que todo país tiene sus héroes y su gente ejemplar de los que uno puede sentir cierto orgullo.Aunque hay que tener harto cuidado con eso de sentir orgullo por méritos ajenos, ese orgullo tipo hinchas de fútbol puede ser el más miserable de los vicios. .
Chile también ha tenido -en general- buena clase alta (si hay algo que odio es la palabreja "elite"), la cantidad de millonarios pícaros que se han enriquecido robando al gobierno es notablemente baja en comparación a otros países latinoamericanos, creo que no hemos tenido traidores en ninguna guerra, a lo más unos pocos que se acobardaron pero eso es comprensible. También Chile ha tenido una gran cantidad de filántropos acaudalados: Juana Ross de Edwards, Federico Santa María Carrera, Pascual Baburizza, Isidora Goyanechea, etc. etc. incluso en la actualidad casi todos nuestros millonarios dedican buena parte de su tiempo y recursos a la filantropía.
Hemos tenido poca anarquía y pocas aristocracias han durado muchas generaciones, somos un país de emergentes con muchas fortunas de primera o segunda generación. En fin, creo que nuestra historia nos da razones para sentir orgullo, o a lo menos admiración, por muchas cosas del pasado.
¿Estoy orgulloso de ser chileno? supongo que si, hay cosas y figuras del pasado que me hacen sentir admiración, soy nerudiano acérrimo, en economía para que decir cuanto admiro a José Piñera, Buchi, Ernesto Fontaine y en general toda esa generación de Chicago Boys que cambió no solo nuestra riqueza sino también nuestra cultura y psicología. Solo los que ya somos medio viejos nos damos cuenta como ha cambiado la psicología del chileno, pese al ruido que mete la pandilla de siempre.
En América Latina los chilenos tenemos reputación de arrogantes y sobrados, creo que somos poco arrogantes comparados con muchos países donde el chauvinismo y la soberbia abundan, tal vez actuamos así muchas veces más que nada por reacción. Igual pienso que deberíamos tener un poco de cuidado con eso, tal vez el mejor orgullo es cuando estamos orgullosos de nosotros mismos y de algunas cosas que hemos hecho, pero no lo andamos ventilando, calladitos nomas creo que es mucho mejor.
Creo que es normal sentir orgullo por su propio país, si alguien no lo siente, el mundo es ancho y ajeno. Eso no quiere decir que uno sea ciego a los millones de defectos que tenemos ni menos que andemos ventilando el orgullo delante de otros, como la ropa interior, el orgullo rara vez se muestra, mejor piolita nomas. Además por nacimiento somos chilenos y nada que hagamos podrá cambiar eso, mejor acostumbrarse a la idea.
NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
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Venía pensando justamente sobre la economía y la clase alta, recordando los motivos y una nota donde se mencionaba que el chileno de clase alta y de posición privilegiada no es muy dado a sacar la plata del país a paraísos fiscales para esconderla sino que deja la mayor parte de su riqueza dentro del país, a diferencia de otros países de la región donde tener cuentas offshore es casi como un seguro de vida. Incluso recordando el caso Caval, donde los fondos fueron depositados dentro del pais o el dinero que tenía declarado la ex presidenta en el exterior que no alcanzaba a $ 100.000 comparado con los millones que los políticos sacan a escondidas del resto de Sudamérica.
ResponderBorrarMe olvidé de mencionar que las cifras eran en USD
BorrarAnónimo, si, eso seguramente está relacionado con la situación económica y tributaria en el país. Desde mediados de los 80 conviene invertir en Chile por varias políticas de fomento a la inversión que se han venido haciendo desde que se abrió la economía, aunque con los años esta conveniencia ha bajado con las reformas y pérdida de competitividad, todavía hay bastante inercia.
ResponderBorrarPiensa en Argentina el los años K, Bolivia o Venezuela por ejemplo, habría que estar loco para invertir dentro del país, a nadie la hace maldita gracia perder su plata. Creo que tiene mucho que ver con la situación económica de los países, el capital no tiene nacionalidad y siempre va donde tenga más retornos y una relativa mayor seguridad
Sobre el tema de hoy, que nos consideren arrogantes y todo es nada mas que envidia. Durante décadas se burlaron de nosotros y nuestro "enanismo crónico" siendo que ellos eran presos del populismo que los tiene a dia de hoy por las cuerdas.
ResponderBorrarEl Argentino es arrogante por naturaleza y genética (mayoritariamente Italianos) y casi siempre se ufanaban de sus victorias que en el fondo eran ganadas a la mala (con picardía como dirian ellos) pero han caido en vergonzosas derrotas como las de Malvinas, que a dia de hoy les duele, pero aun siguen sintiendo ese orgullo.
Los demás nos miran así porque ellos llevan décadas metidos en un hoyo y ni siquiera pueden copiar nuestro modelo.
Yo creo que hay de todo José, hay gente insoportable en Chile, que se comportan como nuevos ricos sin siquiera ser ricos cuando se refieren a otros países. Claro que ese es un mal en toda América Latina, vemos chauvinistas y tontos en cada uno de nuestros países lo que refleja nuestra ignorancia.
ResponderBorrarTambién hay una cuota de envidia, ciertamente, eso es algo muy humano y todos la tenemos, el propio Chile solía ser un país lleno de envidiosos hasta los setentas, en eso creo que hemos mejorado un poco
Sobre el sentirse orgulloso del pais, los gringos tienen una frase perfecta para eso: "orgulloso de mi pais, avergonzado de mi gobierno"
ResponderBorrarSi, esa es una distinción muy necesaria y vale en todos los países, supongo.
ResponderBorrarMalvinas no fue una derrota tan vergonzosa. Hubo peores: en Curupaity, los paraguayos atrincherados liquidaron 4000 argentinos en un sola carga. Fue peor que la "carga de la brigada ligera". Según escribió el observador británico Richard Burton "los argentinos se olvidaron las escalas" que debían usar cuando al fin llegaron al pie de las defensas (la historia oficial jamás reconoció eso). En Cpoyambuyo, un general alemán,. Braun, al mando de las tropas bolivianas puso en fuga a los argentinos de Marcos Paz - y debe ser la única guerra que los bolivianos ganaron alguna vez. Los anglofranceses nos hicieron pedazos en la Vuelta de Obligado y los brasileros en Monte Santiago.
ResponderBorrarTambién nos ganó Uruguay, una vez, en la batalla de Cagancha.
Sin olvidar las luchas contra los realistas hispanos: En Santa Cruz de la Sierra, en la única oportunidad que tropas argentinas llegaron a operar en la cuenca del Amazonas, casi la totalidad fueron exterminados en la batalla de El Pari, donde cayó hasta el jefe, Ignacio Warnes.
En San Juan Capistrano, en la California que todavía era española, los corsarios argentinos atacaron un convento que producía licores. Se tomaron tal curda que el jefe debió suspender el ataque y retirarse. Algunos de la tripulación fueron atados a los cañones para ser transportados, no podían mantenerse en pie.
En el mar de las Filipinas, tras sitiar Luzón y apoderarse de cargamentos chinos, el capitán corsario Bouchard le da el botín a su subordinado de origen ingles, que tiene un buque más veloz. El buque va por delante de la flota, y cada vez se aleja más. Bouchard se inquieta y ordena desplegar todas las velas: el buque del subordinado va aún más rápido. Un día su vela desaparece del horizonte - y de la Historia - junto con el botín.
Tenemos una historia plagada de papelones. Uls
Ulchmidt, parece que buena parte de Argentina tiene un gran desapego por las guerras y los héroes, probablemente por la traumática última experiencia de Las Malvinas. Es una especie de chauvinismo al revés donde exaltan todos los episodios chuscos y que salieron mal. Creo que es una actitud muy buena para países grandes y con mínimas posibilidades de ser atacados, otros como Chile, Perú, Bolivia, etc. debemos mantener bien aceitados los cañones y tanques, además de un culto al heroísmo por si las moscas. Esa es la mejor garantía de paz para nosotros.
ResponderBorrarHola Tomás: En primer lugar te quería felicitar por tu entrada del jueves 12 ("La nueva ley de immigración"); muy clara. En segundo lugar, y respecto de la entrada actual, quisiera agregar que los chilenos tenemos muchos motivos para sentir legítimo orgullo -y para nada me refiero al falso orgullo que surge del mal llamado "fútbol profesional"-. A mediados del siglo XIX nuestro país fue de los primeros del mundo en implementar la educación pública y de calidad (y lo hizo la derecha de entonces). En Chile también se diseñó y fabricó en 1866 -sí, se diseñó y fabricó - uno de los primeros submarinos del mundo. A fines del siglo XIX, la maestranza Lever y Murphy de Viña del Mar fabricaba locomotoras ferroviarias. Asimismo, en esa época -cuando la flota naval de Chile era la quinta o sexta del mundo- estuvimos a punto de entrar en guerra con los EEUU de NA (no cualquiera hace esa gracia). A mediados del siglo XX, Chile instaló el primer sistema de comunicaciones vía satélite de Latinoamérica, y a fines del siglo XX, con la privatización y apertura de las telecomunicaciones -cuarto país en hacerlo, después de los EEUU, Inglaterra y Japón- nos convertimos en un ejemplo a seguir para el resto del mundo. Chile podría ser hoy un país desarrollado; si no lo somos, es porque muchos de nuestros conciudadanos tienen mal ojo para elegir a sus representantes, y por un creciente número de oportunistas que profitan del Estado.
ResponderBorrarTomás: Eso es absolutamente cierto. Además después de la guerra pasó un milagro: estábamos desarmados completamente pero Brasil no aprovechó para atacarnos, Chile tampoco y además respetó los acuerdos papales por el Beagle; el comunismo no resurgió desde las selvas ni nada. En el mundo mas o menos moderno, de influencia occidental, nadie te ataca. No es más negocio. Eso es para Africa o el Medio Oriente. Uls
ResponderBorrarOscar, siempre hay motivos para estar orgulloso de pertenecer a algo "Chile" es en cierto modo una creación colectiva, todos somos un pedacito, nosotros, nuestra familia, etc. como escribió Borges "Nadie es la patria (...) pero lo somos todos" somos parte del mito nacional.
ResponderBorrarA mi lo que me gusta y enorgullece es la sobriedad fúnebre, el carácter gris y oscuro del chileno, la unidad nacional (prácticamente no hay acentos regionales marcados) la determinación de mapuche curado en momentos de apuro, Portales, Montt, Varas, me enorgullecen mucho, los chicago boys, en fin, cada uno tiene su lista supongo.
Ulschmidt, esa falta de amenazas y con el enorme tamaño ¿para qué quieren ejército? Argentina se puede dar esos lujos, otros países chicos como Japón, Israel, Chile, Perú o Bolivia no pueden, tenemos que dormir con el fierro debajo de la almohada, por si las moscas...
"..la sobriedad fúnebre, el carácter gris y oscuro del chileno..". Bueno, puede ser, pero no exalta Ud. valores antiguos ?
ResponderBorrarEn todo caso la virtud moderna es aceptar lo ajeno. Es la principal virtud latinoamericana. Los que aceptaron rápido los valores occidentales antes, e incluso trajeron migración europea, fueron los que avanzaron rápido hace un siglo. Ahora no se trata de desplazar personas sino ideas, esquemas. Fue la virtud de los japoneses de posguerra y los coreanos del sur, y sin duda explica el salto chileno de las últimas décadas.
Deshacernos de los sátrapas localistas, que con cuentos nacionalistas y populistas sólo prolongan su poder de jefes tribales - Los Kirchners, Maduros, etc.. - y adaptar unos valores occidentales modernos que al fin y al cabo no nos cuestan tanto porque hijos de España somos. Pero esos viejos valores criollos no se si van a permanecer en el proceso.
Yo creo que "el peso de la noche" se mantiene intacto en Chile, por eso líderes demagogos que habrían hecho una carrera meteórica en otros países como Franco Parisi o Enriquez Ominami, acá en Chile, después de un minuto de fama se disuelven. Lo gris de los chilenos se nota en la ausencia de caudillos, el propio Pinochet estuvo lejos de ser un caudillo, esa es una de las cosas que más me gustan de Chile.
ResponderBorrarIncluso los flaites, mocosos y las viejas que salen a chillar a la calle para que les "den más" son repudiadas en Chile, en las encuestas CEP siempre aparece una admiración por el esfuerzo y la meritocracia como la única manera de salir adelante, gracias a eso Bachelet se fue cubierta de verguenza.