Bolivia en el borde

Cuando pienso en mis problemas económicos -que no son pocos- y empiezo a sentirme mal, entonces recurrro a algo que nunca me ha fallado para tranquilizarme: busco a alguien que esté peor que yo. Bueno, este es el caso: llevo bastante tiempo dando tumbos sin ganar plata, lo que a veces me deprime un poco, así es que me puse a pensar quien puede estar peor que yo, y me acordé de un país que quiero mucho y que -a mi modo de ver- desde hace tiempo ha estado caminando por el borde del barranco con los ojos cerrados, feliz, optimista y sin preocuparse por lo que puede pasar: Bolivia.

Hidrocarburos
El raid de los commodities impulsado por el crecimiento de China benefició especialmente a Bolivia con el precio de los hidrocarburos, esto permitió al gobierno de Morales sostener un enorme gasto público soportado por el alto precio del gas que exportaba al Brasil y Argentina, dos países que además tenían gobiernos ideológicamente afines. Este gasto público se tradujo en cosas como una multitud de bonos, o el precio altamente subsidiado de los combustibles, un excelente ejemplo de la irresponsable demagogia del gobierno, que se sostiene hasta hoy y que va a ser una de las primeras cosas que tendrán que ajustarse en muy corto plazo.

Gran parte de los combustibles de Bolivia son comprados a Chile. Para tener una referencia en Chile el litro de gasolina cuesta a público alrededor de US$  1.2, en Bolivia ese mismo litro cuesta alrededor de US$ 0.46 ¿como es eso posible si lo compran a Chile? Hay dos explicaciones, la más obvia es el impuesto específico en Chile y la otra el subsidio en Bolivia. Por cada litro de gasolina o diesel que carga un boliviano en su vehículo, el fisco le está pagando una parte, mientras que en Chile por cada litro debemos pagarle una gran parte al fisco. Esas son las dos distintas formas de financiar un excesivo gasto público, adivinen cual de ls dos es más probable que colapse.

Hasta los años noventa Bolivia producia el combustible que consumía e incluso exportaba a Chile, hoy no produce nada y nos compra buena parte del combustible que consume, el resto lo importa de otros países porque desde que llegó Morales las empresas que exploraban, explotaban y refinaban el petróleo se fueron del país, el oleoducto Sica-Sica dejó de funcionar y así murió la industria local de combustible.

Durante los precios altos, con contratos favorables para exportar gas, las ganancias dieron para subsidiar eso y más, pero ahora se terminaron ambas cosas, los contratos de venta de gas expiraron y tendrán que renegociarse, en condiciones mucho menos ventajosas y con gobiernos ideológicamente hostiles, además el precio internacional del gas está muy deteriorado respecto de precios en años anteriores.

Importaciones
Esta situación de los hidrocarburos,  donde de exportadores netos pasaron a importar todo su consumo interno, se ha repetido en muchos otros sectores de la economía, desde luego las manufacturas, donde las importaciones de productos chinos han invadido al país (como en todo el mundo) matando a la industria nacional, pero también en las industrias de alimentos que llegan de contrabando en gran volumen desde el Perú, insumos para la construcción y muchos más.  En 1990 las importaciones de Bolivia representaban un 12% del PIB, el 2017 son el doble 24.4%, el país ha ido importando cada día más y todos los úlimos años han tenido una balanza comercial negativa.

No es problema que un país importe lo que no tiene o lo que le cueste mucho producir, por ejemplo Chile importa prácticamente todo su combustible y una enorme proporción de o que consume como productos manufacturados, pero eso es sustentable solo si -como pasa en Chile- se exporta al exterior un valor comparable o mayor de producción nacional, bien sean materias primas, servicios o lo que sea que en el país se produzca ventajosamente. Bolivia lleva mucho tiempo importando masivamente y dependiendo casi por completo de unos pocos productos cuyo mercado es inestable: gas, zinc, soya por ejemplo. Esa es una situación muy frágil y se hace insostenible cuando al mismo tiempo se tiene un alto gasto público.

Los chinos
Otra ulnerabilidad grave de la economía boliviana es que casi la única inversión extranjera que reciben es de empresas chinas, que hacen obras de mala calidad, muy corruptas y agregan poco valor, la calidad de la inversión extranjera que reciben es pésima, y no pueden aspirar a más porque mientras Evo Morales y el MAS estén en le poder, ninguna empresa seria o de buena calidad se animará a arriesgar su plata en un proyecto en ese país.

La inversión extranjera es el único motor de crecimiento rápido que se conoce, toos los demás involucran procesos lentos y muy dolorosos de austeridad, décadas de esfuerzo sin ver los frutos, etc. Lo que determina si se invierte o no en un país es principalmente el "clima de negocios" y la "seguridad jurídica" que perciban los inversores. Ambas cosas no pueden ser peores en Bolivia hoy y eso muestra por qué la inversión en Bolivia está congelaa pese a la enorme cantidad de recursos naturales explotables que tiene el país.

Expropiación de las AFP
Una torpeza monumental del gobierno de Morales fue la decisión de expropiar los fondos de pensiones que hoy están en manos de empresas privadas ligadas a bancos españoles,  que ya están empezando el proceso de juicio arbitral en CIADI, donde sin lugar a dudas el gobierno de Bolivia va a perder. Las expropiaciones sin una fuerte compensación son duramente castigadas por la Organización Mundial de Comercio, recordemos que la expropiación de la minería del cobre hecha por Allende, le costó a Chile muchos más millones de dólares que la mas millonaria compensación que pudiesen calcular. En este caso Bolivia va a perder el juicio (en todos los sentidos de la palabra) y además su reputación como mal lugar para invertir va a aumentar exponencialmente, al menos mientras el MAS esté en el poder

Todo se aguantará hasta después de las elecciones
Hay una serie de presiones que son urgentes en la economía de Bolivia, y mientras más se acumulen, más violento será el ajuste. Pero el próximo año habrán elecciones presidenciales, donde Evo Morles mañosamente se presenta de nuevo como candidato. Yo no tengo dudas que su politica hasta las elecciones consistirá en dar un "gran salto adelante", redoblando los subsidios, aumentando el gasto público, aunque eso le signifique gastar hasta el último centavo de dólar que le quede en caja.

A Luis XV, uno de los reyes más impopulares de la historia de Frania le atribuyen frases como "después de mi, el diluvio", o "Sin mí no queda nada o peor aún: sin mí, no son nada", seguramente algo así es lo que pasa por la cabeza del ególatra Evo Morales por estos días.