Primavera y turismo en Arica

Tuvimos un crudo invierno, donde hubo días en que ni siquiera asomó el sol y la temperatura bajó hasta 16 grados celcius sobre cero. Pero ya volvió -por fin- la primavera, los días esplendorosos, las poleras, short y la temporada de parcelazos. La Parcela del Pueblo del profesor Viera vuelve a abrir sus puertas y el horno de barro recibe los primeros costillares y perniles primaverales. La construcción de la casa lleva como 10 años y la han hecho entre tres maestros a paso de tortuga, pero está quedando muy bonita. Solo falta mi hamaca.

¡Como se nota que estamos viejos! Comimos poco y tomamos poco, los muchachos de entonces ya no somos los mismos. A mi y al Prati nos dio sueño y como todavía no están instaladas las hamacas nos tiramos en el pasto. Cuando desperté las hormigas me estaban comiendo vivo, me acordé de una novela de Mauricio Gambetta sobre un cura diabético.

En fin, cuento mis años en veranos así es que empiezo otro año más, pobre como rata como de costumbre, pero relajado. Prepararé las cañas y anzuelos para que inauguremos la temporada de pesca con Tomás Jr y Tom McDonnell. Afírmense lenguados que aquí vamos de nuevo.

Arica turística
Estuve muchos años entusiasmado con esa idea. Creo que el peak de Arica turística fue entre los años 1990 y 2010 con las dos últimas obras públicas importantes que tuvo la ciudad: el Paseo Peatonal 21 de Mayo y la Costanera Norte que desarrolló las playas de Chinchorro y Las Machas.

Cuando yo llegué a Arica por primera vez, en 1969, esa playa era un arenal abandonado muy difícil de acceder, porque los vehículos se enterraban hasta los ejes en las dunas de arena. Además estaba el problema de la contaminación porque todas las aguas negras de la ciudad se botaban al borde de la playa, en el sector de la "Casa del Soldado". Los valientes que a veces se nos ocurría ir a mojarnos allá teníamos que apartar los packets de caca que flotaban por todas partes. A mediados de los años ochenta, se construyó una planta para moler los packets y un emisario que mandaba la mezcla infame a un kilómetro mar adentro. Con eso unos 7 kilómetros de playa quedaron completamente limpios..

Después de eso, por iniciativa de un grande de Arica, al soñador y medio loco que era don Paco Melús, se le ocurrió el desarrollo del Borde Costero Norte, que se hizo con una asociación de dudosa legalidad entre Cordenor, consultora privada y el Servicio de Vivienda y Urbanismo. Finalmente el proyecto tuvo que abortar -por razones que no quiero recordar- y, aunque quedó a medio camino, significó un desarrollo muy importante para el sector. Hoy la Playa Chinchorro es el polo de turismo más importante de la ciudad.

El desarrollo de Chinchorro y Las Machas consisitió en pavimentar todo el camino por el borde de la playa, haciendo un murete de contención a todo lo largo para que la pista no fuese invadida por la arena, se construyó en Chinchorro un parque y al frente una cuadra con restaurantes, deben ser unos diez que incluyen el Dimango, Rayú y Lo Nuestro, entre los que conozco.

Se construyeron tres edificios: el Tiahuanaku de estilo mediterraneo y media altura, el Skorpios y el Orotambo. El Skorpios es un edicicio apto para el Libro de Record de Guinnes, porque fue comprado durante la construcción por la familia Yanulaque (algo así como a nuestros Rotschild criollos) y jamás vendieron ni un solo deprtamento. El gran edificio ha estado vacío por más de 20 años, aunque se mantiene en perfectas condiciones. Creo que en verano arriendan como apart hotel.

Lo más lindo surgió a fines de los años ochenta, cuando todavía estaban los militares, una gran cantidad de chiringuitos improvisados a lo largo de toda la playa, que fueron creciendo hasta convertirse en restaurantes y lugares donde ir a tomar una cerveza o un trago. Pasaban repletos todas las nohes y eran parte de la gran vida nocturna que tenía Arica en esos años, hasta que llegó la democracia y a un alcalde -de cuyo nombre tampoco qiero acordarme- se le abrió el apetito, empezando a colocar regulaciones y requisitos a los locales hasta que, uno a uno, fueron cerrando. Recuerdo "Donde Aliro", "Donde el Ché", "Los Cariñositos" y muchos más que fueron aplastados cuando llegó la maldita "alegría".

Si hay algo característico de Arica son las iniciativas abortadas, que quedan a medio camino, o que se inauguran y luego quedan botadas porque nadie se hace cargo de su mantención. Así ha pasado con cada calle, cada parque y con cada una de las infinitas "remodelaciones" de mala calidad que cada año hacen en las playas,

Entre 1986 y 2000 fueron los años de oro del turismo, recibimos en verano mucho turista de Bolivia, Norte de Argentina, que venían a pasar las fiestas de fin de año o el verano, porque Arica era una ciudad vibrnte y con fuerte onda playera. La Isla del Alacran era territorio liberado donde todos podían tomar cerveza en el auto por la noche sin problemas y no habían balaceras ni accidentes porque Carabineros estaban en la entrada y controlaban que nadie anduviera fuera de sus cabales o con conductas de riesgo.

También llegaba mucha gente de Europa y Estados Unidos a visitar el Lago Chungara, Cotacotani y otros lugares del altiplano que estuvieron de moda por esos años. Eran lugares muy populares y recomendados en las guías "Lonely Planet" o "South American Handbook" porque tenían todos los ingredientes para un super destino de turismo aventura: alturas extremas, naturaleza limpia, intocada, paiajes maravillosos. Teníamos todo y durante esos años en lugar de los malditos camiones bolivianos teníamos caravanas con buses de turismo al Lago Chungara.

Arica era un gran destino y ese fue el tema de mi tesis el año 2010: el enorme potencial turístico que teníamos. Pero de un día para otro, todo se derrumbó. El año 2000 creo que fue cuando entró mi buen amigo Carlos Valcarce como alcalde, en esos años él tenía una visión muy clara de la importancia del aseo y ornato en la municipalidad. Se hicieron cosas que empezaron muy bien, con jardines en todos lados, otras fallaron como la importación masiva de palmeras tropicales, mientras otras terminaron en un desastre de corrupción, como los servicios de aseo con contenedores, que terminó con el siguiente alcalde (Sankan) y varios más en la cárcel. Un sistema espantosamente corrupto.

En Chile a estas cosas le llamamos "caballo de carrera inglés", que parte briosos en la punta, con mucha ventaja, pero a la mitad empiezan a perder impulso y finalmente llegan últimos. Chile debe tener de los peores políticos del mundo y Arica los peores políticos de Chile, nunca hemos tenido un alcalde que se dedique a la verdadera labor del alcalde::mantener la ciudad limpia y hermosa.

Cuando yo sea Presidente del Mundo, lo primero que haré será la reforma a las municipalidades, cerrando todos sus departamentos menos uno: Aseo y Ornato, eso es lo único que debe hacer una municipalidad y lo único que debe preocupar a un alcalde, nada más. Pero en los mosnstruosos engendros que hoy son las municipaidades ¿saben ual es el departamento más importante? Adivinen... ¡bingo! se llama "Desarrollo Comunitario" y son los que se dedican a hacer activismo político y comprar votos para que el alcalde pueda reelegirse. Eso es lo primero que habría que eliminar.

Mi impresión es que Arica llegó en un momento a ser destino turístico emergente. Era desregulada -condición indispensable para tener buena vida nocturna- una ciudad divertida para visitantes y locales, además tenía el atractivo del altiplano para los gringos. De pronto todo esto desapareció cuando llenaron de restricciones, regulaciones y nos inundaron con miles de camiones bolivianos, sucios y atrevidos, que convirtieron la impresionante Ruta 11-CH en un basural peligroso y estresante de transitar.. Me parece que fue a partir del segundo período de Carlos Valarce como alcalde cuando todo se fue al diablo.

Desde entonces mis queridos conciudadanos han elegido puros corruptos, inútiles, rufianes, incapaces, como "autoridades" por eso estamos así. Desde hace más de diez años nuestra municipalidad es un circo pobre, los gobiernos regionales han sido más o menos lo mismo. La ciudad se puso triste, fea, sucia y aburrida. Además repleta de restricciones. Hoy no le recomendaría a ningún turista venir a perder el tiempo acá. Ese es más o menos, en mi opinión, el panorama turístico de Arica hoy.