Tiempos felices: Allende y Celedón

Tuve el alegrón de saber de don Luis Díaz Correa, mi profesor de economía en el programa MBA, un módulo donde aprendí mucho más que teoría económica, y me permitió comprender acerca de los monopolios y la falacia de la Curva de Phillips, ambas cosas que han sido tema varias veces en este Templo del Ocio.

Pero también aprendimos otras cosas de las anécdotas personales e historias, que tenía muchas.Por ejemplo en ese tiempo Piñera era candidato a la presidencia y nos dijo con total seguridad que iba a ganar la elección y que cuando ganara iba a gobernar a su manera, con sus amigos (supongo que era una forma política de decir que se iba a rodear de puros gomas). Dicho y hecho, así ocurrió, tal cual, no solo una sino dos veces. Él conocía personalmente al futuro presidente, porque militó en su mismo partido y había sido candidato a diputado o algo así.

La cosa es que no solo aprendimos economía sino varias otras cosas de su experiencia personal. Yo creo que eso es lo mejor que recibimos de un programa de posgrado, más que conocimientos teóricos uno conoce a profesores con mucha experiencia en el mundo real. En este caso el profesor nos contaba como fue estudiar en Estados Unidos, también de su larga relación de amistad y profesional con Jaime Celedón, uno de esos chilenos excepcionales que aparecen de ve en cuando, que los que vivimos en los años setenta recordamos perfectamente.

Es difícil que un millenial hoy se imagine lo que era Celedón y lo que fue esa época,  tan bien reflejada por el video que encabeza esta entrada. Creo que el video recrea una época maravillosa cuando éramos mucho más libres y espontáneos que hoy. El imbécil, chascón, pretencioso y barbudo, típico millenial afeminado, que sale en la mitad del video diciendo "tengo una opinión...que me... que me hace tener una crítica bastante fuerte a todo lo que fue la entretención durante ese tiempo...", también refleja nuestra época, de hipocresía, estupidez y decadencia moral, escondida detrás de ese cartuchismo que nos viene infectando desde hace un par de décadas.

Que lindo video, yo adoraba a Isabel Allende, era mi ídola cuando todavía no era famosa, hoy la veo a veces en la tele y me dan ganas de llorar, se acomodó a los tiempos y se corrompió completamente, que tristeza enorme verla hablando los mismos estúpidos lugares comunes de todo el mundo. Es cierto que la fama hace mal, Isabel Allende es uno de los mejores ejemplos de eso: Ella, la palomilla, mujer encantadora, que se convirtió en una maldita Mrs. Grundy por culpa de la fama y fortuna. Diablos, ¿que le pasó al mundo? Por eso mejor yo me muero pobre y anónimo.

En fin, el video me trajo recuerdos de los setentas, cuando yo era un mocoso entre los 15 y 20 años, una época terrible en algunas cosas y maravillosa en otras. Yo creo que no me he corrompido con todo este tsunami de cartuchismo que nos viene tapando desde 1990, no me escandalizan las drogas, ni el trago ni las corridas de toros, le digo travesti a los travestis, en fin, creo que me las he arreglado para mantener mi integridad mental en medio de tanto imbécil.

A propósito del trago, en la mañana acompañé a mi buen amigo Tom Mcdonnell al doctor. Tiene una obstrucción crónica en los bronquios por más de 20 años que cuando le vienen las crisis lo dejan boqueando como pez fuera del agua. Me habían recomendado al doctor Juan Carlos Guirao que es bronco pulmonar, así es que para allá nos fuimos, bueno, después de los exámenes McDonnell -que todavía no habla una palabra de español- me dice "pregúntale si puedo tomar". lo hice y el doctor contestó "yo no sería tan cruel como para prohibirle el trago a un irlandés, si puede con moderación".

Esto puso a Tom contentísimo "que buen doctor" me decía, "él si que sabe", así es que pasamos enseguida por el supermercadoa comprar cerveza y vodka, porque llevaba como dos meses sin tomar una gota. Almorzamos un par de sandwichss y nos tomamos casi la mitad de la botella de vodka, es increíble como facilita la comunicación, mi inglés es horrible y entiendo como un tercio de lo que McDonnell me dice, pero con trago conversamos de corrido, el alcohol es un traductor de lujo.

Me fui a la casa y después de una larguísima siesta ya estoy de nuevo operativo, he visto varias veces el video de Isabel Allende, Santis y Celedón ¡que tiempos aquellos! ¡Ya nada es como antes! ¡malditos millenials! En fin,, nada más que decir, hasta mañana.