He andado ocupadísimo estos días ayudando a mi buen amigo Tom McDonnell que se cambia de casa. Como les he contado antes, lleva 8 años en Arica y todavía no habla casi nada de español, el le echa la culpa a su dislexia, yo creo que simplemente es flojo, es una de las razones por las que me cae bien, es casi tan flojo como yo.
Pero al no hablar nada de español, también es una especie de inválido, no puede hacer casi ninguno de los mil detalles que se necesitan para encontrar un lugar, negociarlo, detallar los contratos, hablar con el contratista sobre los mil arreglos que hay que hacer, ver que los haga bien, ver el cambio de Internet y plato satelital, en fin, como dicen los rusos, son "ml pequeñas molestias" que me tienen agotado, pero para eso están los amigos.
A propósito del asunto de los contratos, de tiempo en tiempo reviso el foro allchile.net, de mi buen amigo Charles Spencer, donde fui participante regular durante algunos años. Aunque ya no publico me gusta mucho leer porque hay una gran comunidad de expatriados de todas partes que viven en Chile, a varios los conocí personalmente y nos tomamos una cerveza o un café acá en Arica, en realidad hay gente muy inteligente en ese foro y es entretenido leer como nos ven -francamente y más allá de las palabras de buena crianza- desde afuera.
Bueno, uno de los temas que leí hace poco era alguien que recomendaba no contratar jamás a gente de manera informal acá en Chile, porque seguramente serían estafados, decía que siempre hagan contratos claros, que no dejen lugar a dudas, que pagaran todos los impuestos y las leyes previsionales y todo eso si no querían que los hicieran cholitos. Hoy MacDonnell me hizo un comentario sobre la aseguradora del departamentto que iba a arrendar y se asombró al saber que casi ningún propietario particular tiene su vivienda asegurada. No le cabía en la cabeza, me dijo que en Estados Unidos y en Europa prácticamente cada casa estaba asegurada, me hizo mucha gracia verlo tan desconcertado.
La cosa es que hicimos un contrato de arriendo, no porque el fuera desconfiado sino porque no le cabía en el cerebro no hacerlo, era casi un reflejo automático. Es cierto que para un gringo, sobre todo si hace un negocio con alguien que no conoce, es fundamental tomar todos los resguardos legales, no así para nosotros, que tenemos nuestro propio sistema, basado en la amistad y confianza. Por ejemplo para buscar el lugar de arriendo buscamos en Internet y encontramos bastantes lugares aceptables, pero a mi me molestaba la idea que le fuera a arrendar a alguien desconocido, con personas conocidas en cambio uno tiene la confianza de saber con quien se está hablando, cual es su familia, que clase de persona es y todo eso.
Así tuvimos la suerte de encontrar a una amiga de la Pilar, casada con una amigo que yo también conozco hace años, entonces pude respirar tranquilos, sabiendo que no íbamos a ojos cerrados, otra vez nos salvó la amistocracia. Eso no quiere decir que un amigo no te pueda hacer la desconocida, pero cuando sabemos con quien estamos tratando eso facilita mucho las cosas. Para mi el mejor contrato es la palabra de alguien en quien confío,
Hey gente que vive desconfiando, "piensa mal y acertarás", "en la confianza está el peligro", "no confío ni en mi sombra" y otras frases por el estilo son la forma en que exteriorizan su idea de lo que es sensato y que les evitará problemas. La confianza es siempre una apuesta a futuro, igual que cualquier otro negocio y los que desconfían de todo son igual que los comerciantes que odian el riesgo y no quieren correr al más mínimo. Es cierto que pueden tener menos fracasos pero también tendrán mucha menos ganancias, si es que llegan a atener alguna, porque como sabemos "el lucro es el premio al riesgo".
De la misma manera, el que desconfía de todo el mundo se condena a vivir amargado y aislado, porque ¿quien quiere estar cerca de alguien así? Es posible que sufra menos desilusiones, pero también se perderá algunas de las mayores satisfacciones que nos da la vida y esas son las que solo podemos obtener a partir de actos de confianza.
¿En la confianza está el peligro? Yo diría que al revés "en la desconfianza está el peligro", el peor peligro de convertirse en un pan duro, en un carne amarga o un puente cortado que nadie lo pasa. No digo que haya que ser tontamente crédulo, como fue mi papá que lo estafaron a lo largo de toda su vida, pero si creo que lo mejor es ser en principio confiado, sabiendo que siempre nos pueden acuchillar por la espalda y no haciéndose grandes problemas por eso, porque es uno de los muchos riesgos naturales de la vida. Cuidadoso pero confiado, al menos así lo veo yo.
Y faltan solo seis días para el 18 de julio, una fecha fundamental en la historia de la humanidad que celebraremos como corresponde en nuestra familia, ya lo verán, voy a tirar la casa por la ventana dentro de lo que mis franciscanos recursos lo permitan. Ya verán, ya verán.
No se, en Suiza tal vez, o en algún lugar del USA profundo podría sea. En Chile todo es informal, una selva, donde el lema nacional es "cagar al weon". Aquí no se comprende eso de que todos puedan ganar, aquí simplemente se entiende que para que gane alguien el otro debe perder.
ResponderBorrarTrabajo en un estudio contable y otras yerbas, a menudo viene gente a celebrar contratos. "Para cumplir" "para presentar ante las autoridades cuando hay que hacer gestiones" "para el Banco" te dicen. Usted ponga lo que se estila, nosotros ya hicimos el trato de palabra. Y uno les dice: aprovechen a poner las cláusulas reales, así quedan escritas. Después, cada tanto, las partes se desentienden y se pelean y revuelven los papeles hasta que encuentran el contrato y lo leen de verdad y algunos hasta se sorprenden de lo que firmaron.
ResponderBorrarInclusive cuando te hacen caso y analizan las cláusulas y ponen todo lo que hay que poner se busca una excusa como: "el señor y yo nos pusimos de acuerdo pero si alguno se muere los que vienen atrás no saben todo lo que hablamos". Esa es un clásico, mi favorita: si fuera por nosotros, basta la palabra empeñada, pero si me muero... Uls
Sin confianza no se podria salir a la calle. Toda la vida social, minuto a minuto, esta basada en el cumplimiento esperado de las normas y de los acuerdos, pero eso no implica no estar "vivo el ojo". Facil 99 %, o mas, de la gente es confiable en situaciones normales, pero tambien hay desde solo picaros hasta sicopatas.
ResponderBorrarA decir verdad, no siempre los conocidos o amigos son dignos de fiar.
ResponderBorrarConozco el caso de que el hijo se puso al frente de un negocio familiar, el cual se junto su hermana. Ésta última arruino el negocio.
El diario 'El Mundo' de España le hizo un entrevista al cantante Paul Anka, el cual dijo lo siguiente: 'Ama tu país, pero no confíes en quien lo maneja'. Esa es la base del sistema político norteamericano.
Un hermana compro un departamento a unos conocidos y hasta la corredora de propiedades también era conocida. El departamento estaba en pésimo estado. Incluso a la corredora o la dueña se le ocurrió cambiar el califón por un aparato que llaman 'termo', que era más chico.
Yo soy disléxico. La dislexia es super personalizada. Hasta octavo básico no pude aprender inglés.
Se supone que el sistema funciona a base de confianza, ya sea en la política como en los negocios.
ResponderBorrarMaximo, en el fondo setrata de como enfrentamos el riesgo (que es inevitable) y como tratamos de protegernos.
ResponderBorrarUlschmidt, es cierto lo que cuentas ¡cuantas veces yo he firado sin leer! Yo por lo general me confío en la palabra empeñada y me fijo mucho más con la persona que estoy haciendo el trato que en los detalles que pondré por escrito, un buen trato (ya no hablemos de contrato) siempre nos da la posibilidad de cambiarlo y encontrar puntos de acuerdo cuando las circunstancias cambian, cosa que pasa casi siempre a medida que pasa el tiempo. Un buen contrato debiese producir un buen trato y para eso se necesita la buena voluntad de las partes. Las cosas muy básicas se pueden poner por escrito para darles cierta solemnidad. Yo espero no tener que ir nunca a un tribunal a alegar para que me cumplan un contrato.
Wilson, eso es exactamente como yo pienso. Creo que debemos tener confianza en un 90% o más de las situaciones y para el 10% que nos queda, ver bien primero que nada con quien estamos tratando y si vale la pena o no hacer el asunto. En tercer y último lugar están los papeles firmados, a los que yo les veo más bien una función de dar solemnidad al trato acordado.
Existe toda una ideología que propone regular todos los acuerdos importantes en base a contratos y un sistema eficiente para hacerlos cumplir: leyes, cárcel, etc.
Yo no creo en eso, pienso que a un delincuente malandra no lo vas a parar con un papel firmado, eso funciona principalmente con gente más o menos honrada.
Javier, sin dda que el hecho de conocer a alguien o ser s amigo no nos protege del riesgo "¿Para qué están los amigos? ¡para cagarlos!" es lo que Piensan muchos, confiar SIEMPRE implica un riesgo, como muchas otras cosas que uno hace en la vida, arriesgarse es inevitable y tratar de evadir los riesgos, no confiando jamás, me parece una triste forma de vida. Claro que esas cosas cada cual las enfrenta como mejor le calza con su carácter, no hay mejor ni peor forma.
La dislexia es un lío, uno de mis mejores amigos -compañero de la u- no podía decir rápidamente "cortadora de cesped", decía "cespedora de corted" lo molestábamos mucho con eso. Pero también tiene su lado bueno porque piensan más rápido y suelen ser más intuitivos, algún día me animaré a escribir sobe mi amigo y sus historias, que fueron increíbles, todo a partir de la dislexia.
Yo me he dado cuenta que no soy desconfiado como digo que soy, sino que más bien todo lo contrario y precisamente lo noté porque le caigo bien a todo el mundo. Alguien realmente desconfiado sería (irónicamente para él) más conflictivo como de hecho lo eran algunas personas que he conocido.
ResponderBorrarHay un dicho que tiene algo de verdad "toda mujer celosa es gorrera", o para que se entienda en toda partes "l gente desconfiada casi siempre son malandras"
ResponderBorrarNo es siempre, a veces es gente que trata de no correr riesgos y curarse en salud, pero los malevos suelen ser muy desconfiados también.