Conversando al almuerzo con McDonnell me mostró una dirección que tenía anotada en un papel y no se acordaba que diablos podía ser "veamos en Google Earth" le dije y así lo hicimos, colocamos la dirección, luego bajamos a nivel de "street view" y resultó que estaba casi a la vuelta de la esquina y era un laboratorio donde examinarse la vista, entonces se acordó enseguida y me preguntó si podía pedirle una consulta, "claro" le dije "mándame el número por whatsapp y llamaré desde la casa" y así lo hicimos.
Yo tengo 65 años, McDonnell 78 y nos reíamos pensando cuan difícil habría sido hacer esto mismo unos pocos años atrás, digamos en los noventas -treinta años son unos pocos llegados a cierta edad- cuando ni siquiera habían teléfonos celulares y mirar una calle de cualquier lugar del mundo era casi ciencia ficción.
Bueno, una cosa lleva a la otra y comentábamos como en cuestión de meses están ocurriendo cambios enormes, por ejemplo con los servicios de delivery ¿Cómo a nadie se le había ocurrido antes que es mucho más conveniente mandar a comprar a oro en lugar de ir uno mismo? Si tomamos en cuenta el taxi, o el combustible y estacionamiento en caso que vayamos nosotros mismos, en muy posible que no solo nos ahorremos molestias y tiempo sino también plata. Además se ha creado una nueva industria de repartidores, que no necesitan otra cosa que tener una bicicleta y buen estado físico.
Me comentaba McDonnell -que escucha la radio de Londres todos los días en el laptop- que la gente que está tele trabajando ya no quiere volver a ir a la oficina, además que se ahorran bastante plata en transporte rinden lo mismo en mucho menos tiempo y les deja tiempo libre que nunca antes habían tenido. Por su parte las empresas que arriendan enorme espacios de oficinas ya no les está gustando tanto pagar el arriendo, siendo que ya se han acomodado a hacer lo mismo con la gente trabajando desde su casa. Los más asustados son los dueños de edificios de oficina, que temen que muchos negocios se queden en el tele trabajo después que pase la epidemia.
Bueno, también están asustados los conserjes, personal de limpieza, vigilancia y todo eso ¡pero se pueden reconvertir al delivery u otros negocios de servicio a casa que están apareciendo! La cosa es que estamos viendo un cambio masivo en muy poco tiempo, inesperado y fruto de la casualidad de los confinamientos. Como ven, hasta de lo más malo salen cosas buenas.
Bueno, el refrito de este sábado tiene algo que ver con eso, cambios tecnológicos que han aparecido muy rápido y sin que nos demos cuenta, en este caso es la nueva forma de relacionarnos y conocer personas que incluso nunca hemos visto cara a cara. Pro el preambulo se está alargando demasiado, aquí va el refrito:
El mundo según Internet (publicado originalmente el 23 de abril de 2007)
Seguro que ya he escrito de esto antes, pero que diablos, uno tiene dos o tres temas y siempre los repite, lo dijo el propio F. Scott Fitzgerald.
Es que el asunto no deja de sorprenderme. Nos juntamos casi todos los días a conversar en esta especie de bar de mala muerte y de pronto Lilian -que vive en Baltimore- nos cuenta que se contactó con el músico Ovidio de Ferrari -que vive en los Emiratos Arabes- Entonces aparece Francisco -que vive en Texas- y se acuerda que era vecino de Ovidio en la población Juan Noé de Arica.
Y yo -que vivo en Arica- me acuerdo de la Juan Noé, que estoy viendo desde mi ventana, porque cuando estudiaba en Inacap íbamos a buscar minas -que jamás encontramos- a la plaza de los Picapiedras justo detrás del instituto. Ovidio -por su parte- escribe un comentario sobre la Juan Noé y le dice a Francisco que le escriba.
Que cosa más extraña, pero esto no termina allí porque hay varios que están leyendo y conocieron Arica de pasada, como Hernando que vive en Cambrigde, o Cherubini de Santiago, así es que algo se pueden imaginar de lo que nos estamos acordando.
Pero también hay otros que nunca han estado en Arica: Canaria -que vive en Las Palmas-, el otro Pancho -que vive en Londres- y un montón de amigos de otros países que están entre los regulares de este sucucho y también se deben hacer una idea de Arica en los ochentas, la población Juan Noé y todo esto que estamos conversando.
En el mundo según Internet no necesitamos sacar pasaporte, pedir visa ni comprar pasajes de avión, hacemos un clic y nos juntamos en la soñolienta Arica, otro clic y vamos a Baltimore a conversar con Lilian, incluso si estamos muy -pero muy- aburridos, podemos hacer un clic y nos trasladamos a la población La Legua de Santiago donde el odioso Gonzalez, que vive en una choza miserable y se cuelga del cable del vecino, también tiene su maloliente sucucho virtual.
¿Cuantas de las 370 visitas del día serán regulares? calculo que debemos ser como unos 80 o 100, y los que comentan serán unos 20. Me parece que es la cantidad perfecta porque puedo conversar casi con cada uno, lo que resulta muy entretenido para un ocioso como yo. Ese es el mundo según Internet, no podría ser mejor.
El pecado desde la misma casa se impone, y la dichosa cuarentena, como señalas, le dara un empuje brutal ahorrando años de ensayos e indecisiones.
ResponderBorrarYa los precios de oficnas y su arriendo se desmoronan, quiza incluso estacionamientos y transporte publico sufran algo.
Pero hay una segunda derivada probable, el perico que hace cosas desde la casa, hace cosas despojadas de "la magia presencial", responde a requerimientos de voz o texto o los hace a su vez; entonces empezara ser notorio que buena parte de su pega se podra formular en sistemas automaticos, baratos, sin leyes sociales ni sindicatos. Al menos aca he comprado en farmacias, he hecho operaciones en el banco, compre alimentos preparados o frescos, coordine encuentros con dentista y contactologo y todo eso pudo hacerse sin intervencion humana. De hecho mi oftalmologo es coordinado por una tal "Patricia", un sistema robotico. Creo que sera demasiada gente desplazada como para ocuparse en acarrear las compras, y se les debera sumar los infinitos alumnos que egresaran de carreras inutiles. Parece que viviremos tiempos interesantes como maldicen los chinos
Yo no creo que la automatización vaya a traer pobreza por cesantía. Sin duda se perderán millones de puestos de trabajo ¡se están perdiendo todos los días, sin embargo con la automatización se está creando ás riqueza que nunca en la historia. Y creo que ese es el factor clave: la riqueza nueva creada por el aumento enorme de productividad que está ocurriendo ¿Qué va a pasar con esa riqueza? ¿La van a almacenar los nuevos trillonarios en una bóveda como Rico McPato? no pues, todo eso se va a gastar y van a aprecer millones de nuevas necesidades, desde lujos extravagantes hasta viajes al espacio, lo mejor es cuando abunda la riqueza porque cuando llueve TODOS se mojan. La gente va a trabajar mucho menos porque desapareceran millones de puestos de trabajo que se pueden automatizar, pero la riqueza crada seguirá circulando y mientras eso pase no habrá problema.
ResponderBorrarLo que pasa es que en nuestro añorado mundo antiguo "cesante" era sinónimo de pobreza, eso con el tiempo va a desaparecer creo yo, la gente trabajará muy poco pero tendrá igual recursos ¿como? cualquier cosa que hagan podrá cobrarla mucho más caro porque va a haber riqueza como nunca antes. Los precios se van a ajustar solos a los recursos que existan inclusive los precios del trabajo. ÇNo hay nada más plástico que los precios
Es interesante ver como algunos empleos mueren y otros surgen casi al mismo tiempo. El tema del teletrabajo ya se está volviendo tendencia y las cosas han estado cambiando. La reinvención siempre ha existido pero ahora es más importante.
ResponderBorrarEso si hay pegas que son presenciales y que no van a desaparecer del todo, pero en estos tiempos incluso las carreras con menos campo que vaca en un penthouse estarán condenadas a desaparecer.
Hay revoluciones en los circuitos comerciales. Tradicionalmente en este pais hay ciertos barrios de Buenos Aires habitados por migrantes - ahora es el turno de los bolivianos, antes fueron coreanos o judíos - que traen ropa de contrabando, o trabajadores de contrabando y en talleres clandestinos hacen ropa mucho mas barata de la tradicional.
ResponderBorrarTambièn era tradicional que desde el interior algunos comerciantes fueran a abastecerse allà, en grandes mercados llenos de puestos.
Ahora, y con la velocidad del rayo, los bolivianos tendieron una rede en todo el paìs y un montón de personas - pero en general mujeres jovenes - hacen sus compras por internet y reciben encomiendas de eso y hacen venta persona a persona en su barrio y entre conocidos, sin alquilar local, inscribirse, pagar impuesto ni nada.
Todo funciona a palabra, se envìan giros de dinero antes de recibir, no hay ningún papel de por medio. Casi nadie falta a su palabra. Los bolivianos aceptan incluso recibir devoluciones y reintegran lo pagado si algo falla. Como deben ser los evasores y traficantes en general: gente honesta, de palabra, que no necesita de la burocracia legal para cumplir sus contratos.
Ayer el lìder de Camioneros, Hugo Moyano, mandò bloquear los galpones de Mercado Libre. Mercado Libre es la empresa de mayor c otizaciòn de bolsa en Argentina. Vale màs que la petrolera YPF, vale más que nuestra deuda externa. Lo que el cacique-sindical-mafioso quiere es, claro, su parte en la tajada de la distribuciòn de cargas. Antes Mercado Libre se había arreglado con transportistas por libre, ahora el sindicato quiere que cada camión de sus galpones salga conducido por uno de sus (obligados) afiliados.
Lo mismo pasa con el teletrabajo. Un montòn de gente se escapa de los sistemas monopólicos de explotación estatal-gremial-sindical y los caciques sufren.
increíble lo que cuenta de argentina y la mafia de los camioneros, si logran infiltrar la empresa todo se pudre, ojalá resistan. me recuerda un poco lo de la empresa danesa que operaba en el puerto chileno de san antonio, prefirió perder 200 millones de dólares a quedar de rehén eterna del partido comunista
ResponderBorrarJosé claro que muchos trabajos van a desaparecer, aparecerán otros nuevos y algunas profesiones no van a servir para nada, esa ha sido la dinámica siempre, solo que ahora los ciclos son más cortos y los cambios mucho más rápidos.
ResponderBorrarUlschmidt, los acuerdos de palabra son muy comunes entre los aimaras, también en la selva y tienen la garantía que si no cumples te mandan a golpear o te matan. Muchos no llegan a esos extremos, pero por lo general el que no cumple no se la lleva gratis.
Cuando hubo un auge explosivo del contrabando acá en Arica e Iquique, muchos comerciantes que llegaron del sur se quedaban asombrados porque los aimaras les pasaban 50 o 100 mil dólares sin ningún papel y creían -equivocadamente- que eso era fruto de una especie de ética o cosa por el estilo, a todos, sin exepción los desplumaron, primero los alimentaron cn muestras de confianza y cuando ya estaban suavecitos les hicieron l faenón con un millón de dólares o más.
Los ariqueños, en su mayoría ya conocíamos el sistema y nos salvamos de los vacunazos. Ellos pasaban plata sin papeles porque estaban dispuestos a romperte los huesos y quemarte la casa si los defraudabas, cosa que nosotros no haríamos nunca. De hecho en mi "aventura en Bolivia" yo me salvé por un pelo e que me cortaran la nariz y las orejas, probablemente porque entendieron que no había sido culpa mía y que no iban a ganar nada con eso. Pero anduve cerca.
https://bradanovic.cl/bolivia/bolivia.htm
Las mafias sindicales! En Argentina han sido brazo armado del peronismo, muy poderosas históricamente. El teletrabajo las desmantela porque en un futuro cercano (si no ahora mismo) a la gente le dejará de interesar "pertenecer" a una empresa, a la manera antigua, verán qu3 conviene mucho más vender servcios de manera independiente y flexible, allí los sindcatos no tedrán como meter la mano ¡y están desesperados por eso!
ResponderBorrarYo pienso que el delivery llevado al extremo en que ahora está es un lujito caro. Si nuestro productivo trabajo nos ocupara el 100% del tiempo, claro que el delivery es conveniente. Pero todos tenemos tiempos desocupados que podemos usar en nuestras compras y ganar lo que gana el delivery, aunque sea mucho menos que los que nuestro trabajo nos rinde en igual tiempo. Si en mi tiempo libre estuviera descifrando la energía oscura del universo, bien. Pero en general no es así. A mi en lo personal no me gusta y sigo haciendo todas mis compras en persona, pero veo una tendencia a la exageración en estas cosas. A mi casa han llegado (para mi enojo) hasta chocolitos de a uno.
ResponderBorrarSupongo que el boom pasará y las cosas volverán a un nivel más razonable, pero no logro convencerme de esta tendencia. Los numeros no me cuadran. En muchos casos la flojera si y ahí pasa a ser un gustito caro, que puedo entender pero no creo que sea “conveniente”.
Lo siento. En realidad la entrada es mucho más amplia y toque solo el delivery.
ResponderBorrarSi Marcelo, lo que comentas me trae a la memoria cuando yo me las daba de comerciante y staban aparecinedo los servicios bancarios en línea, en esos años la "gimnasia bancaria" era el rito que llevaba toda la mitad del día los comerciantes y cundo yo empecé a usar4 algunos servicios electrónicos recuerdo que mi amigo del negocio del lado me dijo ¡yo ni loco uso esas cosas, si ir al banco es una diversión para mi, converso con el agente, me encuentro con amigos, echo la talla! Aunque fuera solo a pedir la cartola, todos los santos días hacía su gimnasia bancaria.
ResponderBorrarSu pongo que con el delivery pasará algo parecido, los hábitos son muy difíciles de cambiar y el negoco del delivery todavía está inmaduro, cuando empiecen las economías de escala el costo va a bajar mucho y es probable qu lo mismos gandes negocios empiecen a distribuir a domicilio casi gratis, una vez que se perfeccione el sistema de catálogos. Es el modelo de Amazon y probablemente Wallmart se está moviendo en el mismo sentido. Es mucho más conveniente tener todo en bodegas y repartir que tener tiendas abiertas, no digo que vaya a ser mañana, pero es un negocio que está madurando muy rapidamente
Igual el delivery lo están usando para mover de esos químicos ilegales entretes, ya el cliente no debe ir a un barrio peligroso a correr riesgo para comprar de aquello. Al mismo domicilio, toda una revolución sin duda.
ResponderBorrar¡Esa si que es una revolución! ¡que gran adelanto, bendita sea la ciencia y tecnología! Claro que si los clientes son de la PDI se pondría complicada la cosa. Tendría que ser con una especie de membresía, como los antiguos video-clubs jaja
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