08 noviembre 2020

In Memoriam: Jose Miguel Santibañez

 

Pensaba colocar solo "cerrado por Duelo" como suelo hacer cuando se muere un amigo, pero creo que esta es una ocasión especial

A JMS lo teníamos comentando acá mismo hace unos pocos días, era uno de los regulares de este Templo del Ocio desde su inicio, a fines de los 90. Fuimos amigos desde 1998, cuando empecé a publicar mis tonteras en chile.soc. politica hasta ayer. 

No me voy a poner a llorar ni mucho menos, pero JMS fue un amigo muy entrañable al que recuerdo con mucho cariño, debe haber sido un golpe devastador para sus padres a quienes adoraba, JMS era hijo del famoso periodista Abraham Santibañez, que fue jefe de Redacción de la revista Ercilla en su años de esplendor y de muchas otras revistas de oposición durante el Régimen Militar. No me imagino una pena más grande que sobrevivir a un hijo. A menudo lo molestábamos diciendo que era su papá el que le escribía los post.

A fines de los noventas y primeros dos mil, recuerdo que, para los años nuevos, era el primero en mandarme el abrazo virtual, como era medio tímido y quitado de bulla, parece que se quedaba solo mientras los demás fiesteaban y se dedicaba a saludar a los pocos amigos que no estaban borrachos. En esos años yo tampoco celebraba así es que ahí conversábamos de todo, menos de política.

Le gustaba escribir y en 1999 escribió una novela que se llamaba "El bug del año 2000" un tema de moda entonces, debo haber sido uno de los primeros a quienes se la mostró y le dije que la historia era buena pero estaba mal redactada, y ahí quedó la novela..Éramos feroces enemigos en política pero en las otras cosas me escuchaba, nos teníamos mucho aprecio y respeto. Bueno, creo que así fue su relación con todos, cultivaba el respeto a un nivel tal, que resultaba imposible llegar a insultarlo, sin sentirse pésimo uno mismo, no recuerdo que nadie lo haya hecho en muchos años, y yo tengo buena memoria en lo que leo.

Vivió y murió como socialdemócrata convencido, no pude hacerlo cambiar de opinión en décadas -y ojo- que nunca dejé de intentarlo. En fin, no seguiré detallando sus bondades porque todos los que fuimos sus amigos las conocimos perfectamente. Desconozco detalles de su muerte, pero dejó a su pareja y una hija pequeña.

En el Supremo Gobierno de CSP fue designado Encargado o Ministro de los Santos Sacramentos, es decir una categoría equivalente a la del Papa de la Iglesia Católica, ostentaba los tratamientos honoríficos de "Su santidad" o "Eminencia"

Era ingeniero civil informático y fue profesor en la Universidad de Santiago y otras, cuando yo hice clases en la universidad le copié todos sus apuntes y los recitaba, para que les cuento todo lo que me sirvieron.

Bueno, bueno bueno, chao amigo. No somos nada. Recordémoslo con espíritu festivo en honor al cariño que sus muchos amigos le tuvimos.

En fin, ¡Salud! ¡Salud! ¡Salud!... y Saluti!

Aquí lo tienen posando en el Monumento al burócrata desconocido. Chao amigo

18 comentarios:

  1. Muy sentido in memoriam, creo coincidimos todos los que lo conocieron.
    Ya nos iremos yendo uno a uno, y por nacimiento prematuro, para no decir el mas viejujo, creo que ya tengo numero.

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  2. Era muy vieja escuela por lo que siempre leía. Lástima su partida tan espontánea, era buen exponente de sus ideas, correcto siempre, socialista e idealista incorregible. :-P
    Más lo lamento por sus padres, no es algo para lo que estemos preparados. Bueno, como diría él mismo, en fin...

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  3. José Miguel era tal cual como lo describes.
    Fuimos compañeros de U y coincidimos en muchos cursos.
    Me hiciste llorar wn!

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  4. Bueno, en fin...
    Es mejor ser alegre que ser tristes

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  5. Hey Wilson, yo jamás pensé que JMS se iba a morir antes que yo, nunca se me pasó por la cabeza una idea así, o sea quelos años, hasta por ahi nomas

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  6. Nunca lo conocí ni supe de su existencia como persona real, pero recuerdo haber leído harto a JMS en este mismo muro. Triste irse antes de lo que la lógica indica...

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  7. Me acabo de enterar, la ùltima vez que lo vì compartimos un asado. Que lástima.

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  8. Jamás pensé que me enteraría del fallecimiento de uno de los regulares del Templo de Ocio. Creí que pasarían más años antes de llegar a un momento como este, pero una vez más, me percato de que el futuro ya es presente. Sin duda una noticia impactante. Mi más sincero pésame.

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  9. Simpáticas fotos, que buena onda la suya. Es duro cuando parte alguien joven que todavía tenía hijos que sacar adelante. Uls

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  10. JF, al menos lo despediste, en fin

    Pablo, Ulschmidt, Miguel, Frx, que hacer, de todos los amigos era el que menos esperaba su muerte, habiendo tanto candidato antes en la lista de espera

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  11. La Ley de Hierro de Bradanovic se cumple...no está claro el cómo y cuándo se cumple.

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  12. Sin duda, es una ley de acero inoxidable, no ha fallado jamás: "de los cuernos y de la muerte, nadie se salva, NADIE"

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  13. Mis mas sentidas condolencias y sus 21 salvas de cañon para el Honorable JMS.

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  14. Eso, un ciber funeral de estado, honores de cañón y de pito por el gran JMS

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  15. Escribe Beatriz la señora de José Miguel, les agradezco de corazón lo que escriben de mi amado, leer el cariño que tenían por él es un bálsamo para nuestra pequeña familia, nuestra hija tiene solo 2 años y quiero que mientras crece sepa la maravillosa persona que fue su papá

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  16. Hola Beatriz, primero que todo mi pésame por una muerte completamente inesperada, debe ser un momento muy duro pero igual hay que salir adelante, la vida continúa, especialmente por tu pequeña hija.

    Bueno, aquí y en otros lugares, como el grupo de Facebook donde nos refugiamos los antiguos usenetinos, has podido ver cuan profundo caló la amistad que Jose Miguel nos regaló a quienes fuimos sus amigos. La verdadera muerte es el olvido y mientras los amigos vivamos vamos a recordarlo siempre, va a seguir vivo entre los que lo recordamos

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  17. Lo que nos dejó José Miguel
    José Miguel Santibáñez me dijo una vez, cuando era todavía muy niño, que él no podía ser amigo mío porque yo era su papá. No sé bien cómo calificar nuestra relación. Pero, a lo largo de su vida tuvo, como lo vimos en sus funerales, cientos de amigos que lo querían y respetaban. Además de inteligente, era amable, querible, servicial siempre con una sonrisa en los labios. Es así como lo estamos recordando y cómo se lo seguiremos diciendo a María Pía, su hija, que era sin duda, su tesoro más preciado, junto a María Beatriz, su esposa.
    Sabemos por experiencia que no hay seres humanos perfectos, pero es difícil encontrarle alguna insuficiencia a José Miguel en el medio siglo y tres años que estuvo con nosotros.
    Nunca dudamos de su vocación como ingeniero. Cuando terminó el colegio, tras la prueba de selección, lo invitaron por su puntaje a que se matriculara en la Universidad de Chile. Era lo que yo hubiera querido, pero él optó por la Universidad de Santiago y, finalmente, tras el colapso de la Universidad Iberoamericana, debió volver al alero de su alma mater, velando por el cierre de los estudios de los últimos náufragos de la ”Ibero”. Debido a la pandemia, en los últimos meses hacía sus clases desde nuestra casa. Así tuve la oportunidad de verlo en su papel de maestro, permanentemente preocupado por sus estudiantes y sus problemas que, por cierto, no eran solo de estudios.
    Este año, por primera vez, nos tocaba votar juntos. Pero, por decisión del Servicio Electoral debí concurrir a otro local, al cual me llevó, tal como lo había hecho muchas veces antes con su madre. No puedo definir con certeza sus opciones políticas, pero compartíamos algunas ideas fundamentales: el amor profundo por la libertad, el respeto por la dignidad de las personas traducido en tolerancia, la solidaridad con los pobres y los desvalidos.
    Estoy seguro de que los años de la dictadura fueron para él, como para María Paz, su hermana menor, años de duro aprendizaje. Debido a mi trabajo como periodista sufrí amenazas y fue requerido continuamente por los tribunales militares, todo lo cual marcó a mi familia de manera imborrable. No me cabe duda de que entonces el trabajo de José Miguel y María Paz, junto a Ana María en las poblaciones del sur poniente de Santiago, le dejó huellas profundas. En esos años desarrolló paralelamente una pasión-vocación por los títeres y las marionetas y la música que nunca lo abandonó, aunque no pudo dedicarle todo el tiempo que hubiese querido.
    También fue “periodista” en el mejor sentido de la palabra. Desde que echamos a andar nuestra página web (www.abe.cl) a fines del siglo pasado, no solo se hizo cargo de los aspectos técnicos sino también fue un severo editor y escribió quincenalmente un comentario sobre temas de actualidad del desarrollo de la revolución tecnológica. Algún día espero que podamos publicar una selección de ellos en forma de libro.
    José Miguel fue siempre un niño, como lo demostraba su entusiasmo por los “!ego”, los dinosaurios y Snoopy. Era un profesional maduro, sin duda, pero lo queríamos precisamente porque nunca dejó de ser como el Principito, el rubio, encantador e insistente personaje de Saint Exupery. No sé si le dijo, pero creo que es lo que su madre más apreciaba en él. Igual que yo.
    Abraham Santibáñez
    Periodista

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  18. Don Abraham, es un poco extemporáneo que lo diga pero como antiguo lector de su columna en Ercilla me siento realmente honrado. Pero bueno, José Miguel nos dejó buenos ratos y mejores recuerdos, coincido con cada palabra con que lo describe, JMS fue "en el buen sentido de la palabra, bueno".

    No quiero que esto quede solo como un comentario así es que lo reproduciré -junto con el comentario de Beatriz- en mi entrada de mañana, para que así lo puedan leer el resto de los amigos

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"