Masones y comunistas

Interesante la conversación con uno de los super regulares de este Templo del Ocio, me recordó la sugerencia de otro super regular, Marcelo Jorquera para que escriba sobre los masones, lo que me lleva a sacudir mi super flojera y revisar las cosas que ya he escrito antes sobre el asunto. También me ha servido para despertar algunos viejos recuerdos. Partamos por unas historietas de familia,

Experiencia familiar y personal
1. El abuelo
Mi abuelo Tomo Bradanovich Ilic fue un masón notorio. Desde que llegó a Pisagua por primera vez en 1876 estableció lazos de amistad con los ingleses que estaban establecidos allí, llegando a ser apoderado de la Casa Anthony Gibbs e Hijos. En esos años Pisagua era peruana y cuando estalla la Guerra del Pacífico en 1879, Tomo se vuelve para Croacia, entonces ya tenía una considerable fortuna. Claro que antes había estado en California y Australia cuando todavía quedaba algo de las fiebres del oro.

La cosa es que Tomo vuelve desde Croacia a Chile en 1891, y se establece de nuevo en Pisagua con una pulpería, justo cuando estalla la guerra civil, fueron los años en que ganó más plata en su vida. La pulpería la había establecido en sociedad con uno de los masones más importantes del norte de Chile en esos años, el inglés David Richardson, ambos además de muy amigos y masones eran prominentes miembros del Cuerpo de Bomberos de Iquique.

2. El padre
Mi padre Tomás Bradanovich Diaz me contó una vez -medio en broma, medio en serio- que mi abuelo lo había instado que ingresara a la masonería. Siendo hijo de un masón importante el proceso de admisión fue bien rápido, pero todo se arruinó antes del rito de iniciación, porque cuando lo instruyeron de qué se trataba encontró que el asunto era una charada ridicula y nunca más se apareció por la logia. O sea que ni siquiera llegó a ingresar, para gran disgusto de mi abuelo.

3. El hijo
Yo he tenido muchos amigos masones y -años atrás- uno en particular me insistió en que yo debería entrar a la logia. No muy convencido por lo que había escuchado a mi papá le dije "bueno, probemos". Y así fue como una especie de comisión de dos masones fueron a entrevistarme a mi casa rodante en la playa, que es donde yo vivía. Creo que fue en 2004 más o menos. 

La entrevista iba más o menos bien hasta que me preguntaron qué pensaba acerca de la solidaridad, no recuerdo bien que les contesté pero si recuerdo que salieron espantados. Poco después mi amigo me avisó que mi "solicitud" -que nunca hice- había sido rechazada, no recuerdo bien por qué motivo. En verdad fue un gran alivio para mi.

Años después, me preguntaron de nuevo si quería entrar "al club", pero cuando me dijeron que había que pagar una cuota mensual y asistir a reunión todos los jueves, o algo así, preferí declinar. Creo que no estoy hecho para masón por muchas razones, sería un dolor de cabeza para ellos y sobre todo para mi mismo.

Pero así como nunca he pisado una logia, he sido una especie de "mason ad-hoc" o masón chanta, porque he escrito y corregido "planchas" -o como se llamen- para un par de amigos en el pasado. Me gusta mucho eso que los obliguen a escribir sobre un tema y exponerlo, en verdad creo que es lo único que me gusta de la masonería.

He conocido toda clase de gente que pertenece al "club", la mayoría son buenas personas con deseos de superación personal: "hombres libres y de buenas costumbres" como se describen a si mismos. Algunas veces he conocido a gente que me hace un saludo raro, que podría ser mal interpretado, o me hacen comentarios capciosos creyendo que yo soy masón, pero yo me hago el loco, nada más lejos de la realidad. También he conocido muchos oportunistas y estafadores que vienen de las logias. Ahora que me acuerdo, esa fue una de las cosas que les comenté en la entrevista.

Como no me gusta el simbolismo ni menos la discreción -yo soy un conocido sanguchito de palta- y además prefiero la transparencia e ir directo al grano en lugar de acudir a metáforas y símbolos, creo que lo más adecuado es que jamás me permitan pisar una logia. Creo que es lo mejor para mi y para ellos.

En fin, esa es mi experiencia personal. Conozco bastante de la masonería porque desde chico leía la Revista Occidente, que editaba la Gran Logia de Chile y otros textos por el estilo, he conversado con algunos amigos masones que -en confianza- han dejado un poco de lado su discreción y por alguna parte tengo un par de actas de sus extrañas reuniones llenas de nombres y procedimientos pintorescos, como el "tronco de pobres" y rarezas por el estilo.

La masonería no es una cosa única
Mi impresión -de acuerdo a lo que yo conozco- es que las logias son muy diversas y dentro de ellas se encuentra a gente con ideas políticas, gustos o tendencias muy diferentes. Además hay logias "no ordenadas" que no obedecen a la Gran Logia de Chile, que son más o menos como clubes de amigos que practican por el costado ritos y costumbres tal como las logias ordenadas. Por eso creo que no se puede hablar mucho de "los masones" como si fuesen un solo cuerpo con ideología común.

Claro que en Chile se da un fenómeno raro, donde muchas logias siguen esa extraña triada de radical, masón y bombero, una idea viene de principios del Siglo XX y que se justifica cada vez menos. Así y todo hay gran cantidad de socialdemócratas en la masonería chilena como los describí en esta entrada. El declive de la masonería en Chile debe tener harto que ver con la decadencia mundial de la social democracia.

Los principios de la masonería, al menos los que yo he conocido, tienen mucho del Siglo de las Luces, un racionalismo laico fiambre y anacrónico, al menos en mi opinión. Como ya dije, creo que eso explica por qué ha decaido tanto su influencia política y social, son ideas de otra época parecidas a la "Religión Newtoniana" del Siglo XVIII y chifladuras por el estilo. Una fe exagerada en el racionalismo, admiración a la miserable Revolución Francesa y cosas así.

¿Hay comunistas masones?
También conozco muchos comunistas y de la mayoría no tengo una mala opinión. Sin duda que hay, masones comunistas, yo he conocido algunos, Alejandro Liptschutz por ejemplo era un connotado comunista y masón. Son una realidad, pero el asunto es si por doctrina, hay cosas que impidan esta  doble militancia. Mi amigo me decía que -en su opinión- un comunista puede entrar a la masonería, por ejemplo para espiarla o infiltrarla, mientras que un masón podría entrar al Partido Cominista por convencimiento, porque el libre pensamiento es uno de los ejes masónicos.

Sobre esto, hay opiniones para todo. En 1946 el masón A.G. escribió un documento para uso interno de la Orden, donde afirmaba que en su opinión, un masón no podía ser comunista, este documento se puede leer aquí. Por otra parte, en 1922 Leon Trotsky escribió argumentando que un comunista no puede ser masón, en un breve documento que puede leerse aquí que concluye "La masonería es una malsana plaga en el cuerpo del comunismo francés. Hay que quemarla con hierro candente", lo que Trotsky les critica obviamente es la tolerancia y el libre pensamiento.

O sea mientras unos afirman que un buen masón no puede ser comunista, otros dicen que un buen comunista no puede ser masón. Algo parecido ocurre entre los masones y los católicos, aunque como todos sabemos hay masones que son católicos y hasta practicantes.

Yo creo que ni el Partido Comunista (al menos en Chile) ni la masonería son tan monolíticas como popularmente se piensa, me parece que hay muchos masones a su manera, así como comunistas a su manera o católicos a su manera, o a su mejor conveniencia. Que mejor muestra que la visita del presidente del Partido Comunista a la sede de la Gran Logia de Chile,  Acá pasa de todo, especialmente cuando aparecen intereses en común.