El desfile del 9 de mayo y los toros mansos

Y pasó el desfile del 9 de mayo en Ucrania, aparte de las fanfarronadas de un periodista ruso y que le tiraron una bolsa de pintura roja al embajador ruso en Polonia -otro que tuvo la mala idea de fanfarronear en un ambiente sumamente hostil- no pasó nada interesante, Putin tuvo el buen tino de hacerse el loco, no anunció la victoria de Rusia ni tonteras por el estilo, en su discurso se limitó a decir que se vio obligado a ordenar la invasión frente a la amenaza en su frontera por parte de los "neonazis " de Ucrania, seguramente nadie le creyó, dio un discurso vacío y repetido, pero relativamente moderado. El desfile estuvo impecable, al menos eso lo hacen muy bien

Tradicionalmente el desfile comienza con las palabras: "¡Atención! Moscú habla y se muestra. Escuche y observe la Plaza Roja. El desfile de la Victoria". Suenan las campanas de la Torre Spásskaya del Kremlin.

Al son de la canción Guerra Sagrada, el grupo de estandartes del batallón de la guardia de honor del regimiento de Preobrazhensky lleva a la Plaza Roja las banderas más importantes del día: la de la victoria, el pabellón nacional ruso y la bandera de las Fuerzas Armadas de Rusia.

Un lindo desfile, lo único que me chocó un poco fue que Shogu, el ministro de defensa y Saliukov, comandante de la fuerza terrestre aparecieron en sendas limusinas Aurus, me pareció de mal gusto, creo que en dos jeep militares hubiese sido mucho más adecuado, tal vez ese detalle refleja el problema con los generales. Desfilaron las escuelas matrices, las unidades femeninas con minifalda y buenas piernas, aerotransportados, guardia fronteriza, ingenieros, ferrocarriles, el Ejército y la Hueste de Cosacos. Los mecanizados encabezaron el desfile con un tanque histórico T-34-85, como siempre mostraron sus blindados (algo desprestigiados a estas alturas) artillería y todo eso. Una gran parada militar. Los tres hurras cuando Shogu revistaba las tropas fueron impresionantes, como siempre.

Una constante en los gobiernos rusos ha sido la jactancia junto con la falsificación de la historia, parece que Rusia siempre ha tenido un sentimiento de inferioridad hacia Occidente y por eso los enormes palacios y fastuosa arquitectura de Pedro el Grande, Catalina y otros zares. En la época soviética después de la 2ª Guerra Mundial los gbiernos rusos inventaron el cuento que ellos habían ganado la guerra contra el nazismo, pero la verdad historica es un poquito diferente.

Hitler y Stalin fueron aliados y en 1939 firmaron el pacto de alianza Von Ribbentrop-Molotov, en virtud del cual se repartieron Polonia y otros territorios. Stalin fue tanto o más fascista que Hitler y deseaba que ese pacto se mantuviera, pero Hitler tenía otra idea en mente y sin previo aviso, en junio de 1941 inició la Operación Barbarossa, destinada a invadir la URSS para convertirla en una colonia alemana.

Y estuvo cerca, pero los rusos superados en todos los frentes, poco a poco empezaron a contraatacar. Igual que con Napoleon, el que realmente derrotó a la Alemania Nazi fue el general invierno. Como los alemanes no pudieron tomar Leningrado, la sitiaron para matar a todos de hambre, el sitio duró poco más de dos años, donde murieron millones de rusos, especialmente civiles. A una escala menor es lo que ha ordenado Putin en Mariupol, solo que no recuerda que después de los dos años el sitio se rompió y los alemanes perdieron la batalla definitiva en Stalingrado. Putin y sus generales deben estar recordando que lo mismo que le pasó a los alemanes en Rusia hoy le está pasando a los rusos en Ucrania. Los buenos generales deben saber mucha historia y sacar lecciones de eso.

Muchos creen que Putin está loco, furioso como rata acorralada y que es un fanático nacionalista, enfermo, paranoico y encerrado en su bunker como Hitler a finales de la guerra. No se, a mi me parece un tipo perfectamente normal, no parece estar en malas condiciones y no creo que sea un furioso enemigo de Occidente, pero cometió una horrorosa equivocación y ahora no encuentra como salir del lío. Su equivocación desde luego fue juzgar la mentalidad de Occidente con los parámetros rusos. En Rusia los gobernantes siempre han tenido éxito intimidando y usando la violencia, lo que no entendió Putin es que Occidente, es decir Estados, Unidos, Europa y su corte de pequeños asociados como Latinoamérica son como los toros mansos. Somos miedosos, es cierto, pero ese miedo es el que nos hace peligrosos pasada cierta línea.El toro manso es el más peligroso, cualquier torero lo sabe.