No tengo ni una mina

Hace una semana leí en el diario sobre la primera tronadura de la mina Belén, descubierta y desarrollada en sus inicios por mi amigo Nelson Navarro que por lo menos debe haber muerto contento sabiendo que por fin le apuntó a un buen negocio. Me acuerdo el año 2010 cuando fuimos a ver la mina de cobre que recién se estaba empezando a desarrollar, poco le creían pero era cierto. Aunque la explotación es pequeña la veta es muy rica.

Hoy leo que también hicieron la primera tronadura de la mina Salamanqueja que también anduvimos explorando con Nelson en el año 2007. Esá área estaba reservada para maniobras militares y se desafectó el año 2006 más o menos, y para allá nos fuimos todos los mineros profesionales y amateurs GPS en mano a hacer pedimentos. Con el tiempo quedó la familia Lay que llevaba muchos años detrás de esa veta y finalmente -al parecer- vendieron los derechos a la familia de Belisario Velasco, quien fue ministro durante casi todos los gobiernos de la concertación.

Plata no les ha faltado, dicen que la inversión es de 60 millones de dólares lo que la colocaría entre pequeña y mediana minería, que contempla una planta de cátodos con una producción estimada de 700 toneladas/mes. La planta de cátodos es indispensable porque hay cobre en toda el área de Camarones que solo ha sido explotado artesanalmente, así es que se encuentran muchos oxidos en la superficie de los yacimientos. También existe la posibilidad de importar piedras con oxido desde Bolivia que vienen con leyes bastante buenas. Dicen que van a usar agua de mar, eso habría que verlo porque hasta el momento no ha dado muy buenos resultados.

En fin, bienvenida la minería en Camarones, por ningún motivo en Putre ni en General Lagos. El proyecto Los Pumas es insignificante pero terminará de colapsar la Ruta 11-CH. La exploración de Choquelimpie (del grupo Angellini) presenta problemas parecidos, el altiplano no debe ser desafectado, hay enormes extensiones de desierto para explorar.

Recuerdo mis correrías mineras cuando con mi amigo Marcelo nos dio por ponernos a buscar lo que no se nos había perdido y salimos buscando cuarzo en las 1.500 hectáreas, bentonita en la salida de Poconchile o caolita en la Quebrada del Diablo, no ganamos ni uno pero nos entretuvimos mucho, ah tiempos aquellos. No he tenido una vida muy próspera que digamos, pero si bastante entretenida, me gusta todo lo que sea aventura.

A propósito de la minería todo se podría ir al diablo por culpa de los malditos ambientalistas que tienen capturado al gobierno y los medios. No es que les preocupe la contaminación ni mucho menos, su verdadero negocio está en impedir toda clase de proyectos de energía termoeléctrica, hidroeléctrica y para que decir nuclear. Por culpa de estos sinverguenzas existe la probabilidad cierta que empiecen a desaparecer las inversiones mineras, porque el costo de la energía en Chile es cada día más alto.

En fin, que me preocupo yo que no tengo ni una mina. Que se vayan al diablo.