Mis amigos que tienen el proyecto sobre el Instituto Arica, me preguntan como era la ciudad en esos años... ah cuantos recuerdos, a ver un breve resumen
Una ciudad muy chica
Cuando vine por primera vez y estuve un año, en 1969, Arica era una ciudad diminuta, en extensión era tal vez la cuarta parte de lo que es ahora. Hacia el norte llegaba hasta el Chinchorro, donde estaba el restaurant "El Gallo Cojo" o "Los Pollos Mágicos" como le pusieron cuando los del Instituto Arica se hicieron cargo de la Administración. Hacia el sur llegaba hasta la playa La Lisera y hacia el este se terminaba en donde está ahora el Campus Saucache de la Universidad de Tarapacá, era más o menos así
La fiebre del oro
La población también eran muchos menos, alrededor de 100.000 personas es decir la mitad de la población actual, sin embargo existía un gran impulso económico por el Plan de Sustitución de Importaciones, que convirtió a nuestra ciudad en el Silicon Valley Chileno de esa época, leo en mi Memoria de MBA lo siguiente:
"El Plan ISI se desarrolló en una época en que el país tenía una política de sustitución de importaciones dando facilidades especiales para establecer en al ciudad de Arica de manera exclusiva
armadurías de productos electrónicos y automotrices. Debido a la protección otorgada por las altas barreras arancelarias, esas industrias tenían asegurado el virtual monopolio del mercado nacional, lo que las llevó a crecer en cantidad, tamaño y ganancias. Este polo industrial con sus impuestos era la base que permitió el financiamiento de los planes y proyectos de la Junta de Adelanto de Arica. El mayor crecimiento se dió en esos años: un 17% entre 1965 y 1966 y la mayor tasa de crecimiento industrial de 24.1% entre 1961 y 1962, más del doble de la tasa nacional".
Eso era Arica entre 1960 y 1970: la nueva California que atraía a gente de todo Chile a trabajar en las industrias, los sueldos eran altos y siempre se necesitaba gente para trabajar en toda clase de cosas, la población en 1952 era de 23.937 personas y en 1982 había subido a 147. 744, era una especie de fiebre del oro, en Arica se invertía más que en cualquier otro lugar de Chile y aparecían nuevas poblaciones por todas partes para acomodar a la gente que llegaba.
Territorio liberado
Pero Arica también se diferenciaba mucho de otras cosas del resto de Chile por una serie de costumbres muy antiguas. Seguramente por estar al lado del Perú, éramos una especie de "zona liberada" donde las leyes se aplicaban con mucha tolerancia y mano blanda. No hay ariqueño que no haya pasado contrabando desde el Perú alguna vez en su vida y tal vez por eso se fue creando un ambiente donde las leyes eran aplicadas con criterio y reinaba la buena onda. Los que vivieron en la ciudad en eso años saben a que me refiero.
Por ejemplo la venta y consumo de drogas en la ciudad nunca fue muy criminalizado y en contrapartida practicamente no existían delitos ni violencia asociada a los narcotraficantes, a los que se metían con drogas no los molestaban y ellos a su vez no molestaban a nadie, era tan común como tomar unas cervezas con los amigos. Muy distinto a la situación de hoy.
La expresión más linda de esta aplicación de la ley "con criterio" se produjo entre los años 1970 y 1990 cuando, en algunos lugares específicos de la ciudad, las autoridades permitían juntarse, tomar licor en en auto y conversar toda la noche mientras no se hicieran escándalos.
Estas zonas liberadas fueron varias en el tiempo, la más antigua que recuerdo fue el Parador Turístico a la entrada de la Isla, otras emblemáticas fueron el Cuchi-Cuchi en Playa Brava y la más famosa y duradera de todas en la ex Isla del Alacrán. En los años ochenta, un comandante de Carabineros declaraba que "es preferible tener a toda la gente en un mismo lugar donde podemos cuidarlos y controlar que nadie haga escándalo ni tenga conductas preligrosas"
Recuerdo que fui en esos años con un amigo de Santiago y creía estar soñando al ver a todo el mundo en sus autos, con cervezas y tragos en la mano mientras el auto de carabineros se paseaba viendo que nadie hiciera desorden "¡esto es el paraíso!" me decía, "¡tengo que estar soñando, yo me quedo en Arica!"
El ariqueño Oslvaldo Meza recuerda en su blog "En Chile se realizó el festival de Piedra Roja; en mi querida Arica también se organizaron festivales: hubo uno en la ex Isla del Alacrán que duró tres días. El locutor Fernando Lagunas organizó varios festivales en carpas, en el Fortín Sotomayor o en el estadio Carlos Dittborn. Los Catedráticos, The Flaming Star, Ritual, Nueva Dimensión, Lágrima Seca, Crepúsculo, el cantante argentino Julianno "el extraño"... entre otros menos conocidos, eran los que la llevaban es esa época en la música rock".
Tal vez ese es el recuerdo de Arica que más añoramos, cuando era una ciudad libre, desregulada y tolerante, donde las leyes se cumplían para el bienestar de las personas y no para perseguir hipócritamente "conductas inapropiadas". Todavía queda algo, muy poco, de ese Arica que añoramos. Aún somos pueblo chico y en el Paseo Peatonal 21 de Mayo nos encontramos con amigos a cada rato. Todavía la gente se junta en la playa, y se colocan siempre en el mismo lugar, cuando quieres ubicar a un amigo en la playa sabes exactamente donde estará. Hay algunas pequeñas cosas de los viejos tiempos que sobreviven.
Si a todo esto le agregamos la enorme abundancia de arqueología, donde nos andábamos tropezando con momias entrerradas casi a ras de tierra y vertigios de antiquúisimos poblados en Cerro Sagrado, Acha, Anzota y otros lugares, podemos entender que fue la época perfecta para el surgimiento de estos grupos medio esotéricos. Años atrás Arica era el lugar de veraneo tradicional de los bolivianos pudientes y no sería raro que Ichazo se hubiese venido de niño a vacacionar con su familia por meses a la ciudad, como era costumbre.
Todavía quedan vestigios de la buena onda de esos años, pero son cada vez menos, poco a poco Arica va perdiendo su identidad. Es la decadencia, que no perdona
NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
Me acuerdo de los espectáculos en las boites. Empezaban con la mina desnuda y terminaban cuando y como ella quería.
ResponderBorrarNada de hipocresías falsonas
Que tiempos... si bien nunca he conocido la ciudad (lo mas cerca que llegué fue a Iquique) pero tu columna me hizo recordar los tiempos en que podias "doblar" pero no quebrar la ley, que había más tolerancia y respeto, que no necesitabas de movimientos liderados por retrasados mentales para que te hicieras respetar, menos una manga de lloricas agudos que se quejaban y se sentian ofendidos por lo que fuera.
ResponderBorrarSi, eran tiempos duros, pero alegres despues de todo.
Alberto, algo de eso Y MÁS queda todavía en la Disco Sunset, de Zarzar en Azapa, según me han contado.
ResponderBorrarJosé, llegó una especie de puritanismo hipócrita muy raro a partir de 1990, nunca lo he podido entender muy bien
Tomás: mas que puritanismo, es un fariseismo descarado y carerraja...
ResponderBorrarViví mi niñez en Arica desde 1969 hasta 1976 y pude volver a recorrer la ciudad después de 42 años.Entré a mi Escuela nº1; busqué la población Chinchorro detrás de Banvarte; traté de entrar la parcela nº21 de Gallinazos; recorrí donde estaba la Industria Electroandina de Bolocco. Fue una aventura añorada por muchos años.
ResponderBorrarUnknown que gran experiencia, todavía queda mucho del Arica de los 60s 70s, yo también experimento eso cuando paso por algunas calles que no han cambiado y me viene un deja-vu de 969 :)
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