Una demanda de este tipo tiene posibilidades casi nulas de prosperar, pero el mandato de resolver por medio de sentencias las disputas que le sometan los Estados, en el muy probable caso de ser desestimada la demanda boliviana, daría un peso jurídico internacional a Chile para cerrar el tema de manera definitiva.
El solo anuncio ya es ventajoso para los que estamos en contra de la cesión de territorio, con o sin soberanía, porque justifica que el Gobierno Chileno congele -o imprima una velocidad geológica- a las conversaciones y a la Agenda de 13 Puntos que actualmente nos tiene entrampados.
Esa agenda de 13 puntos, donde por primera vez desde el rompimiento de relaciones el Gobierno de Chile aceptaba conversar sobre la mediterraneidad de Bolivia, fue una gran victoria diplomática del Gobierno de Evo Morales, quien, com mucha sagacidad tasó que la Presidenta Bachelet era débil ante el tema y con vagas simpatías hacia el internacionalismo de izquierda. Así fue como consiguió romper con una postura chilena que había sido invariable en el tiempo, incluso firmemente sostenida por los presidentes anteriores de la concertación.
Esta agenda fue un gol de media cancha a nuestra diplomacia, donde entregamos algo importante -un cambio radical de postura- a cambio de el discurso de amistad internacionalista de Evo Morales. Pero los países no tienen amigos, ni enemigos, lo que tienen son intereses nacionales y la agenda obtenida por Bolivia deterioró nuestros intereses a cambio de nada.
Cuando llega Piñera al poder, muy a su pesar tuvo que aceptar por continuar con la agenda, que la mayoría de los políticos nacionales consideraban un compromiso perjudicial para nuestros intereses que nos podría llevar a perder territorio por secretaría, de manera gratuita y graciosa.
Bueno, esta vez Evo se equivocó y nos vuelve a dejar en posición ventajosa respecto del tema. ¿Por que estoy en contra de ceder territorios bajo cualquier modalidad? He escrito sobre eso varias veces pero no está demás resumir rápidamente cuales son mis razones.
Primero que nada no tengo ninguna razón patriotera, menos antipatía hacia Bolivia o su gobierno, es un país que yo admiro y quiero mucho, me jacto de conocer a su cultura bastante bien por experiencia directa, incluso por conexiones familiares y soy un gran admirador de los aimaras y su cultura. Mis razones son prácticas y basadas en el realismo político e histórico.
La opinión pública en Bolivia no nos va a querer más si les entregamos territorio, por el contrario, lo verán como una muestra de debilidad nuestra y fortaleza de ellos. Lo que sería una percepción correcta, solo alguien débil y asustado entrega lo que posee o otro que se lo está exigiendo. Si mi vecino me exige que le de un pedazo de mi casa y yo se lo entrego, no es que yo sea buena persona, sino porque le tengo miedo.
Otro error es creer que una franja de territorio boliviano en nuestra costa, con o sin soberanía, sería económicamente ventajoso para ese país, en verdad no existe ni una sola ventaja económica y si grandes costos en inversiones que tendrían que hacer duplicando la infraestructura caminera, portuaria y habitacional que ya existe en Chile.
Un énclave o corredor en cambio sería automáticamente perjudicial para los puertos del norte, principalmente el puerto de Arica que perdería prácticamente toda su carga para traspasarse a otro puerto que Bolivia debería duplicar a gran costo.
Lo de los puertos es un tema importante porque pese a tener gran extensión de costa, en el norte existen muy pocos lugares con calado suficiente para construir un puerto de carga como el que requiere Bolivia, o sea el énclave no puede estar en cualquier lugar. No se que tendrían en la cabeza los que soñaban con una franja a lo largo de la Línea de la Concordia con Perú, porque un puerto en el sector de Playa Las Machas es absolutamente inviable, no hay calado hasta cientos de metros mar adentro.
En fin, hay muchísimas razones pero una de las más poderosas para oponerse a cualquier arreglo de ese tipo es la inestabilidad política de Bolivia. Como se trata de un país dibujado en el mapa con muy pocas cosas en común entre las distintas regiones, ha tenido una larga historia de golpes de estado y guerras civiles, Bolivia es inherentemente inestable y eso lo demuestra su historia y su economía.
El proyecto socialista de Evo Morales difícilmente se va a sostener por mucho tiempo, su base social es débil y caprichosa mientras su base económica es nula. El actual modelo depende de la solidaridad de Venezuela, tal como Cuba dependía de la URSS durante la guerra fría En estos momentos Bolivia es el país más pobre de América del Sur, no hay que ser adivino para suponer en el futuro una seguidilla de golpes de estado y gobiernos que nieguen todos los acuerdos contraídos por el gobierno anterior.
Si lo pensamos bien, la postura diplomática de Bolivia para recuperar el litoral ha sido siempre negar el Tratado de Paz que firmaron con Chile, afirmando que se trataba de un gobierno corrupto ¿que podría impedir que un futuro gobierno desconozca todos los acuerdos firmados por Evo Morales? Nadie, eso es lo más normal y esperable en un país donde hay inestabilidad política.
Por eso mi idea es que lo mejor que puede pasar es que todas las negociaciones se congelen y si el Gobierno Boliviano así lo determina nos demande ante La Haya, creo que es lo mejor no solo para Chile sino para la propia Bolivia, un territorio boliviano en nuestras costas, con o sin soberanía, será la semilla de eternos conflictos y fricciones, donde Bolivia tiene mucho más que perder que Chile. Mejor que queden las cosas tal como están nomas y seguimos todos amigos. Hasta mañana.
Completamente de acuerdo; pensaste con lógica, sentido común y objetividad.
ResponderBorrarYo agregaría algo que ya comenté en facebook; si les llegamos a entregar algo, ese "algo" nunca será suficiente, al punto que si ese algo llegara, por esa cosas de la vida, a ser "todo" lo que alguna vez tuvieron antes de la Guerra del Pacífico, aún no sería suficiente, pues comenzarían las recriminaciones por el lucro cesante del cobre de Chuquicamata por ejemplo, y el salitre, y todos los metafóricos huevos que se perdieron en la guerra y que les impidió tener extensos y también metafóricos gallineros patrios, culpando a tales riquezas de toda su desventura.
A Bolivia, por estar mirando el mar, se le está yendo el tren.
Espero que aún no sea tarde para ellos...
Exacto, yo también creo que a la propia Bolivia no le conviene ni económica ni políticamente una salida al mar.
ResponderBorrarTal vez Evo o sus asesores no son tan inocentes como parecen y ya se dieron cuenta de eso, ahora que el país está en problemas serios, es mucho más rentable para la política interna ir al choque con Chile y demandarlo aunque desaparezcan las posibilidades reales de obtener un territorio marítimo.
Yo creo que esos tipos de cesiones o intercambios de territorio solo son factibles cuando los gobiernos son muy estables y sus instituciones no dependen de quien esté en el poder, que es exactamente lo contrario a la situación en Bolivia hoy.
Y que podría ganar Chile?. Cuando legalmente hay un tratado de paz?.
ResponderBorrarPetróleo o gas, es lo único que se me ocurre.
Creo que Chile ni siquiera debería pensar en conversar este punto con Bolivia.
Solo dejarlos que ladren.
mmarq33, el punto no es como un negocio de intercambio como se plantea algunas veces, de ser así habrían muchas posibilidades de hacer canjes provechosos para Chile en cuanto a territorio porque Bolivia es mucho más grande y tiene más riquezas naturales de todo tipo.
ResponderBorrarLa cosa es que por la inestabilidad básica de los gobiernos bolivianos cualquier territorio o recurso natural que se obtenga en un canje puede ser fácilmente desconocida apenas venga un golpe de estado o cambie el gobierno por la forma que sea. Mal que mal la cesión de territorio marítimo estaría basada en que ellos impugnan un tratado ¿por que no van a hacerlo de nuevo?
Ahora hay que tener cuidado con el lenguaje porque eso también nos lleva a una escalada de problemas, ellos tienen todo el derecho de reclamar por lo que estimen conveniente, no hay para que insultar porque estén reclamando y exigiendo, basta simplemente con no aceptar los reclamos.
mas el asunto de los "zapatos de golf"..te obliga a ser diplomatico...............
ResponderBorrar!!!
ResponderBorrarCapaz que me vengan a obrar mis amigos ametralladora en mano!.
Naa, tengo muy buenos recuerdos de mi primera estadía en Santa Cruz de la Sierra.
No puedo estar más de acuerdo contigo, Tomas. Asombrado, no preocupado para nada pero muy enojado, agregué en mi e-book lo que sigue a lo que supongo que el FB Arica Parinacota va a exponer de mi investigación referente al "mar boliviano" (lo que agrego no va a figurar).
ResponderBorrarCreo que lo que escribí hoy es demasiado enfático y cuando me serene un poco lo voy a modificar porque mi afán es mostrar al Mundo Andino y no alegar por los problemas del Chilito actual, pero te lo adjunto porque me nace...:
"Tal como la ocupación boliviana de Cobija (1831) fue tácitamente aceptada por Chile y éste trató de renegociar los límites asumiendo que éste era un hecho consumado, la renegociación del vigente Tratado de Paz con Bolivia de 1904 implica un compromiso entre naciones que debe ser aceptado con dignidad y respetado sin alharacas mediáticas, a menos que abramos las puertas para que renegociemos la pérdida de Mendoza, Tucumán y la costa atlántica de la Patagonia con Argentina, los límites de Perú con Bolivia y Ecuador, las fronteras europeas después de las dos Guerras Mundiales, las de los Estados Unidos con Méjico y reivindiquemos los derechos de Italia derivados del Imperio Romano o los de la Macedonia de Alejandro Magno. Caos…
¿Puede la influencia que ejercen personajes tan peculiares como algunos líderes aymaras inducir a un país tan peculiar como Bolivia a enfrentar esa responsabilidad?. ¿Está el mundo, incluyendo por sus dichos de fines del 2003 y principios del 2004 al ex-Presidente de los EEUU Jimmy Carter y al peculiar Sr. Chávez gobernante de Venezuela, dispuesto a establecer este precedente bajo el precepto de que “ley pareja no es dura”?
¡Y no lo puedo creer!, en marzo del 2011 el peculiar Presidente de Bolivia (Evo Morales, ¿quechua-aymara?, lo que no es para nada peyorativo), viviendo apuros políticos gestados por su antes incondicional parte de la ciudadanía y en medio de un bien programado plan bilateral para evaluar un posible acuerdo mutuo con Chile que él mismo elogiaba, ¡decide de golpe y porrazo recurrir a Tribunales Internacionales para pasar por encima del indiscutible tratado de 1904!. ¡Y hasta hay políticos chilenos comunistas y similares que antes estaban dispuestos a violarlo!.
imaginarse. Y Arica sería la gran víctima si eso resultara, aunque nos traería muuuuucho dinero y el dinero (hoy) vale, provenga de donde sea....
Si alguien me convence de que así es cómo se debe respetar la historia y sus consecuencias y el por ahora (2011) magro esfuerzo chileno por tratar de ser ordenado y respetuoso de la Pachamama y tratar de terminar con la ilegalidad y la asombrosa informalidad que nos impregna desde nuestras fronteras, me lamentaré de vivir en un mundo tan irracional, pero no dudaré en darle un apoyo irrestricto pues ganaría más plata y hasta sería una experiencia enriquecedora: nunca he presenciado un caos de tal magnitud: Arica “chilena” pero impregnada de la esencia boliviana...
Me cortaron el comentario. Sigue...
Pues supongamos que le cedemos una imposible franja costera a Bolivia en medio de o en el margen del territorio chileno. Nosotros a duras penas podemos evitar la contaminación ambiental, el tráfico de drogas y la politiquiería y bueno, me excuso pero doy fé de la asombrosa informalidad boliviana en todo lo que puedan imaginarse. Y Arica sería la gran víctima si eso resultara, aunque nos traería muuuuucho dinero y el dinero (hoy) vale, provenga de donde sea....
ResponderBorrar¿Es que Chile ha pensado lo que eso implica?. Pues supongo que sí y adiós al proyecto boliviano y que siga el conflicto, ad eternum, pues ya no se puede confiar en los líderes bolivianos que no sean los Cambas que enfrentan valientemente al gobierno colla. Mal vecindario tiene Arica: un Chile harto indiferente, un Perú inmensamente inestable con un personaje como Humalla y otros del pasado que nos dolieron mucho y que nos odian más; una Bolivia hermosa, extraordinaria en cuanto a su geografía pero tal vez más ingobernable o tal vez más irracional que Perú en lo que a fronteras se refiere. Un Iquique “chileno” que no nos quiere, un mar que nos amenaza y una cordillera que sólo muy de tanto en tanto nos aporta agua.
Arica, ¿es territorio chileno para Chile?. Pues si lo es, es hora de devolverle sus armas financieras y su dignidad...
Pues se me enredó, ésto venía antes de lo que ya entró, pero el texto se cortó porque era muy extenso.
ResponderBorrarTal como la ocupación boliviana de Cobija (1831) fue tácitamente aceptada por Chile y éste trató de renegociar los límites asumiendo que éste era un hecho consumado, la renegociación del vigente Tratado de Paz con Bolivia de 1904 implica un compromiso entre naciones que debe ser aceptado con dignidad y respetado sin alharacas mediáticas, a menos que abramos las puertas para que renegociemos la pérdida de Mendoza, Tucumán y la costa atlántica de la Patagonia con Argentina, los límites de Perú con Bolivia y Ecuador, las fronteras europeas después de las dos Guerras Mundiales, las de los Estados Unidos con Méjico y reivindiquemos los derechos de Italia derivados del Imperio Romano o los de la Macedonia de Alejandro Magno. Caos…
¿Puede la influencia que ejercen personajes tan peculiares como algunos líderes aymaras inducir a un país tan peculiar como Bolivia a enfrentar esa responsabilidad?. ¿Está el mundo, incluyendo por sus dichos de fines del 2003 y principios del 2004 al ex-Presidente de los EEUU Jimmy Carter y al peculiar Sr. Chávez gobernante de Venezuela, dispuesto a establecer este precedente bajo el precepto de que “ley pareja no es dura”?
¡Y no lo puedo creer!, en marzo del 2011 el peculiar Presidente de Bolivia (Evo Morales, ¿quechua-aymara?, lo que no es para nada peyorativo), viviendo apuros políticos gestados por su antes incondicional parte de la ciudadanía y en medio de un bien programado plan bilateral para evaluar un posible acuerdo mutuo con Chile que él mismo elogiaba, ¡decide de golpe y porrazo recurrir a Tribunales Internacionales para pasar por encima del indiscutible tratado de 1904!. ¡Y hasta hay políticos chilenos comunistas y similares que antes estaban dispuestos a violarlo!.
Ah doctor, yo creo que esos son los puntos fundamentales del asunto: la voluntad del Gobierno Boliviano de impugnar un tratado y los costos que tendría para Chile la cesión de territorio, costos que nunca se han calculado con realismo.
ResponderBorrarY en esto hay un pequeño punto de donde se afirma la pretensión boliviana para llevar el caso a la justicia internacional: ellos alegan que las condiciones del tratado no se están cumpliendo por la demora en reestablecer el FFCC Arica-La Paz y por la privatización de los puertos.
La privatización de los puertos no tiene sustento pues lo que Chile está obligado por el tratado es a dar las facilidades de libre tránsito, que las da, en ningún caso el tratado tiene que ver con la propiedad o concesión de instalaciones portuarias chilenas.
En la interrupción del FFCC si tienen un punto sustentable y eso saca a la luz lo que el Dr. Aguirre menciona sobre el costo que tiene para Chile el servicio del tratado durante tantos años.
El ferrocarril ha sido una fuente brutal de contaminación para la ciudad de Arica pues, amparados por el tratado lo mantuvieron durante años envenenando la vía y a toda la ciudad cuando almacenaban a la interperie toda clase de metales tóxicos durante décadas. Solo hace un par de años lograron que SOMARCO "accediera" a construir un galpón hermético, antes se almacenaba todos los concentrados tóxicos a la interperie, justo al lado de donde los ariqueños comprábamos el pescado.
Hay enormes costos económicos para Chile -y particularmente para Arica- por servir al tratado, el reestablecimiento del FFCC Arica-La Paz en condiciones ambientales mínimamente adecuadas va a costar una cantidad enorme al fisco.
El alto tráfico de camiones por la ruta internacional CH-11 hace que Chile deba gastar una fortuna en repararla de manera contibua, una hemorragia para el presupuesto y las calles de Aricapor donde pasan esos camiones están llenas de cráteres y cañerías subterráneas quebradas por las que nadie responde.
Todos esos costos los asume el Gobierno Chileno hoy y se los está ahorrando el Gobierno Boliviano, por eso es que yo aseguro que la situación actual es altamente conveniente para Bolivia en términos económicos, tienen los beneficios del libre tránsito sin pagar los costos.
..pero, Aguirre Bianchi, ¿la pérdida del Tucumán ?? Se fue un poco lejos. Cierto es que los españoles conquistaron Sudamérica desde el Pacífico e intentaron gobernar todo desde ahí. Alguna vez Lima regenteó hasta las costas del Brasil, pero, la alta cordillera y las distancias impusieron administración atlántica.
ResponderBorrarUna vez se quejaron los bodegueros mendocinos de que el Cabildo de Santiago les llevaba los indios huarpes para trabajar en sus viñedos - si, si: sólo fue una disputa por mano de obra barata - y pidieron cambiar de distrito y el Rey cuando inventó el Virreinato del Plata asignó Cuyo a Buenos Aires.
Anque puede recorarse también que tras la Independencia y hartos de la guerra civil otros bodegueros mendocinos elucubraron volver a soberanía chilena. Se lo propusieron a Portales, que los mandó a pasear, y en eso llegaron tropas del dictador Rosas y pasaron a degüello a los secesionistas con lo cual volvió el amor a la Patria a los corazones mendocinos.
Y los huarpes se quedaron en Argentina y se hicieron peronistas.
Ulschmidt
jaja Ulschmidt "la verdadera historia del nacimiento del peronismo" !!!!
ResponderBorrarEn verdad yo no le veo pies ni cabeza a llevar a La Haya una demanda para recuperar un territorio perdido en la guerra después de más de 100 años, sería tan absurdo como que España reclamara recuperar sus colonias o Chile tomarse a Tucumán, si es que alguna vez lo tuvieron. La situación no sería tan distinta porque Bolivia rara vez tuvo a más de un puñado de los suyos en el litoral, los "derechos históricos" son casi siempre muy frágiles y dependen de que historia estemos leyendo.
Anónimo, Tucumán sí fue "chilena" en la época de Pedro de Valdivia y algo después. Estuvo precisamente asignada a mi antepasado, Francisco de Aguirre, "capitán" abusivo que arrasó con el pukara de Quitor durante la expedición de su socio Valdivia, fornicador de mujeres indígenas e iniciador de los abusos y perversiones administrativas de nuestras autoridades de gobierno. O sea, "todo un personaje".
ResponderBorrarLo de Tucumán se explica someramente en una página de uno de mis e-books: http://www.aricaacaballo.cl/ebook/arica_territorio_andino/arica_territorio_000299.htm.
Lo que allí no sale y no lo he averiguado en detalle, es cuándo y cómo perdimos un buen pedazo de territorio que hoy pertenece a Argentina.
Pero ahora que Bolivia pretende quitarnos un buen pedazo de territorio, capaz que, si lo consigue, La Haya o cualquier otro tribunal internacional nos permita recuperarlo, en función del principio "Ley pareja no es dura". ¿Se imagina el manso caos que crearía esa "juris(im)prudencia?...
Yo he visto estatuas de vuestro ilustre antecesor en la ciudad de Santiago del Estero, que fundó cuando sus fornicaciones le dejaban tiempo. La verdad hubo dos corrientes de Conquista: la peruano-chilena que entró por el Norte y Oeste y otra que entró por el Rio de la Plata y se hizo fuerte en Asunción. Un noble Ortiz de Zárate, que llegó a Lima, fue nombrado Adelantado del Plata y su sobrino Garay se encargaba del trabajo en el terreno. Zarate testó que al morir heredaría el cargo de Adelanado quien casara con su hija dama muy principal que descendía de un Inca. Al morir Zárate, Garay acompañó a la mujer a Charcas y arregló casarla con Torres de Vera y Aragón quien a su vez lo nombró su capitán. Tuvieron que huir enseguida porque el Virrey limeño quería casarla con un protegido suyo. Torres fue preso en Chile pero Garay escapó y con un título válido regenteó el Plata. Fundó Santa Fe y Buenos Aires y consolidó así una autoridad atlántica.
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